El arquitecto vizcaíno Juan de Sagarbinaga (1710-1797) fue un perfecto conocedor de los diferentes lenguajes del clasicismo que a lo largo de la segunda mitad del siglo XVIII darán paso o forman parte de lo que Carlos Sambricio denominó la arquitectura española de la Ilustración. Y, sin duda, fue Sagarbinaga, que se instaló en Salamanca como maestro mayor de la Catedral Nueva a comienzos de 1755, el principal introductor e impulsor de esos lenguajes del clasicismo en la arquitectura salmantina, tanto en la civil como en la religiosa y tanto en la capital como en su provincia. Este trabajo aborda el estudio de las obras que proyectó en varias iglesias parroquiales de la diócesis de Salamanca.
Periodicidad: Trimestral.
Contiene planos y fotografías.