Un libro que es a la vez un juego y una tradición: la baraja salmantina. Se trata de una edición especial, realizada en tamaño naipe, siendo más asequible para el uso como tal baraja de cartas, pero también como objeto curiosos que permite disfrutar de tradiciones y elementos culturales charros al fijarse en cada uno de los naipes que la componen.
La baraja salmantina ocupó al escultor Agustín Casillas en el dibujo a lo largo de mucho tiempo y, habiéndose publicado como láminas artísticas, ahora ve la luz gracias a la colaboración de sus hijos, Lidia y Antonio, como la baraja de cartas que él diseñó.