El artículo pretende un acercamiento a la retaguardia salmantina en los primeros meses de la Guerra Civil y a todo el entramado de apoyos que se fue tejiendo en torno a los sublevados. La ciudad, convertida en sede del Cuartel General, es un extraordinario objeto de estudio en el que analizar el nuevo poder a partir del cual se ocupó y militarizó el espacio y se encuadró a la población en un nuevo orden. Por esta razón se ha analizado el cambio de poder y la nueva configuración de las principales instituciones salmantinas -Ayuntamiento, Diputación Provincial y Gobierno Civil- así como los apoyos de sectores sociales y económicos responsables de la atomización de ese poder y del impulso y canalización de la ayuda económica. La necesidad de obtener recursos con los que ganar la guerra obligó a la creación de la llamada "Suscripción Nacional", convirtiéndose de ese modo en la fuente principal de ingresos para los sublevados. El estudio se ha centrado especialmente en el análisis y entresijos de su puesta en marcha y en una aproximación al cómputo total de dos de las principales figuras impositivas: los dividendos obtenidos por los sueldos detraídos a los funcionarios y lo canalizado a través de la suscripción-oro. La investigación ha permitido constatar que todo ese entramado recaudatorio con apariencia de "benéfico", encubrió un sistema impositivo al que se enmascaró de contribución popular voluntaria y que además de ayudar a solventar las necesidades de guerra puso las bases de la Hacienda del Nuevo Estado.
Monográfico: Las guerras en Salamanca.