Tras la crisis desatada en el cambio de siglo, el republicanismo unitarista incrementó muy sensiblemente su carácter movilizador con el principal objetivo de socializar en el ideal republicano a una masa social potencialmente creciente. A este fin, la prensa constituyó una herramienta de comunicación y movilización política de primer orden, asociada con éxito a los medios tradicionales de acción política, la tertulia, el comité y el banquete. En este contexto, El Combate sale a la luz en Salamanca haciendo gala de una particular violencia discursiva cuyos objetivos principales son la agitación política y la deslegitimación de los poderes tradicionales consolidados durante la Restauración.