Revista Llámpara 4

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˝- Está delicioso este té. Nosotros ponemos la idea y el mundo la materia prima” dijo Henry levantando su taza y observando con deleite los reflejos dorados. -Tienes razón, Henry ”asintió Rosendo. - Los británicos todo lo resolvemos calentando agua. Mira la máquina de vapor” se sonreía el escocés de su ocurrencia˝. Andrés Vidal: La Herencia de la Tierra. Pág. 406. Editorial Planeta, 2010.


patrimonio industrial

Colabora:

FE DE ERRATAS: “La fotografía aparecida en la página 56 de la la revista Llámpara nº3 en la edición impresa de 2010 atribuida en dicha revista a José Javier Ferrer, era en realidad un reencuadre de la fotografía realizada por Samuel Caumont”

Edita: © Asociación Llámpara. Patrimonio Industrial Teléfono: 0034 665565836 www.llampara.org | revistallampara@llampara.org Coordinación: Mónica López y Carmen Hidalgo Consejo Editorial: Guillermo Rivilla, José Luis Lalana, José Carlos Neches, Pablo Sánchez, Carlos de Miguel y Héctor Cantalapiedra. Diseño y Maquetación: mielworks! design team Depósito Legal: S-172-2008 ISSN: 1888 - 4784 Foto de portada: Begoña Rodríguez Ferreras. 1er Premio del II Rally Fotográfico sobre Patrimonio Industrial “Restos de Catálogo”. EJEMPLAR GRATUITO. PROHIBIDA SU VENTA


contenido

7 Editorial 14 Fábrica de armas de Toledo. Territorio, ciudad y paisaje. DIEGO PERIS SÁNCHEZ

La Fábrica de Armas de Toledo es una estructura industrial que comienza a construirse a finales del siglo XVIII con un edificio proyectado por Sabatini que aprovecha la energía hidráulica del río Tajo. A lo largo de los siglos XIX y XX se consolida una ciudad industrial en una superficie de unos 200.000 metros cuadrados con 45.000 metros cuadrados construidos. A finales del siglo XX termina su etapa productiva, y los edificios se ceden al Ayuntamiento de Toledo quien a su vez los entrega a la Universidad de Castilla-La Mancha que ha rehabilitado ya más de un 80% de los mismos para usos universitarios manteniendo su carácter industrial. La aparición de un importante yacimiento de época visigótica en su entorno ha convertido a la Fábrica de Armas en un referente de este nuevo paisaje industrial que se ha consolidado como gran espacio verde cultural, en el Plan Director, recientemente aprobado para la zona.

30 Glazenstad, la ciudad de vidrio. Los invernaderos como patrimonio industrial de Westland: la transformación del paisaje y la sociedad rural. JUAN MARCOS RODRÍGUEZ DÍAZ

La Revolución Industrial neerlandesa se caracteriza por el extremo desarrollo de su sistema agrario. Las nuevas técnicas agrícolas transformaron el paisaje de polder y granjas en un campo industrial de invernaderos con chimeneas en una de las intervenciones humanas más drásticas del país. El territorio de Westland, conocido también como Glazenstad, no es solo un conjunto de invernaderos, es el completo proceso de evolución de una sociedad rural a una industrial como resultado de la continua adaptación del pueblo neerlandés a las condiciones climáticas y naturales del territorio que habitan.

46 Mujer y trabajo en la industria conservera de Molina de Segura

(Murcia). Apuntes desde su memoria. Mª. DOLORES PALAZÓN BOTELLA

El siglo XX abarcó el inicio, auge y declive de la industria conservera en la Región de Murcia. Con su caída en sus años finales se abrió un período de incertidumbre económica que dio paso a la sustitución de sus espacios y al mantenimiento de gran parte de sus chimeneas, vistas como los únicos elementos significativos a preservar y que hoy componen el grueso del patrimonio industrial de este sector. Al margen de su sustrato material, en gran parte perdido, ha quedado un legado inmaterial de gran importancia representado en la memoria laboral de sus trabajadoras. Mujeres que dieron sentido y razón de ser a unas fábricas de las que hoy poco queda y que trabajaron en unas condiciones laborales propias que precisan de un mayor conocimiento.

54 El patrimonio de la ingeniería y las infraestructuras lineales

históricas. El puerto de la Vallejera. FRANCISCO JAVIER RODRÍGUEZ LÁZARO, JOSÉ MARÍA CORONADO TORDESILLAS y RITA RUIZ FERNÁNDEZ Frente a la consideración convencional del patrimonio de la ingeniería desde la escala monumental, las aproximaciones de escala territorial plantean la necesidad de identificar, analizar y valorar dicho patrimonio desde la lógica de las redes. Se plantean aquí, en tal sentido, algunos de los rasgos específicos de las infraestructuras lineales históricas, analizando someramente la construcción del eje carretero del corredor histórico de la vía de la Plata en el tramo correspondiente al puerto de la Vallejera.


contenido

64 Peregrinaje de Embutidos Araú para convertirse en espacio cultural.

JAVIER REVILLA CASADO Emplazada en Trobajo del Camino (León, España), junto al mismo Camino de Santiago en su ruta más transitada –el llamado “camino francés”–, la antigua fábrica de embutidos Araú parece sufrir desde hace años un lento y tortuoso peregrinaje cuya meta será, deseamos, su transformación en centro cultural que integre espacios para auditorio, biblioteca, salas de exposiciones y oficina de turismo. Un tránsito no carente de obstáculos y problemas, entre los que destacan la solicitud de derribo en 1997 o el derrumbe parcial sufrido en 2009 durante las propias obras de rehabilitación.

72 Proyectos.

Nuevos paisajes culturales. Acciones conceptuales en el paisaje industrial andaluz en su tratamiento como paisaje cultural. MARÍA ISABEL ALBA DORADO En la actualidad observamos como muchos de los territorios y arquitecturas creadas y manipuladas durante un pasado industrial ha dado como resultado unos paisajes con un alto contenido cultural. Hoy estos territorios, en su mayor parte, obsoletos y abandonados de usos anteriores, configuran un paisaje que comienza a ser habitual y que contiene las huellas de un pasado industrial al que, sin embargo, se le ha prestado escasa atención, lo que hace que nos encontremos con un patrimonio frágil, con unos paisajes culturales que registran un estado de urgencia ante un proceso de desmantelamiento y abandono. El presente artículo pretende analizar el contenido cultural de estos paisajes generados por la decadencia industrial y dar a conocer un proyecto de investigación que en la actualidad se encuentra en su fase de desarrollo y que tiene como objetivo plantear una revitalización de estos paisajes desde la potenciación de su interés cultural.

80 EntreComillas (Breves) Mirat S.A. 160 años de publicidad fabril. Una exposición temporal en el Museo del Comercio y la Industria de Salamanca . MIGUEL GARCÍA-FIGUEROLA El Museo del Comercio y la Industria de Salamanca programó, durante el último trimestre de 2010, una exposición dedicada a Mirat S.A., la empresa fabril más conocida y posiblemente la más longeva de las industrias salmantinas. Concebida con la intención de mostrar el discurrir histórico de la citada fábrica, la muestra se centró en la evolución de su publicidad durante los últimos 160 años.

84 Miradas sobre nuevos usos del Patrimonio Industrial

Espacio robinson: la realidad de un proyecto cada vez más real. Mª DOLORES PALAZÓN BOTELLA. CÉLIA GONÇALVES TAVARES y JORGE MAROCO ALBERTO. El “Espacio Robinson” sigue estando de actualidad. La concesión del premio Pritzker al arquitecto Souto Moura ha supuesto un respaldo para este lugar que conjuga las nuevas intervenciones arquitectónicas con el respeto por su patrimonio industrial. Los premios que esta intervención va recopilando se suman a las aportaciones que sobre el mismo están haciendo los nuevos creadores. De tal modo que la “Robinson” es un espacio cada vez más vivo. Térmica, ¡si!. FERNANDO TAMAYO CABALLERO y ÉRICA RUIZ DE LA TORRE MIGUEL Conscientes de la importancia que tiene la divulgación de proyectos en favor de la rehabilitación de espacios industriales abandonados, tomamos la propuesta como una oportunidad excepcional para dar a conocer el caso de la central térmica de Sant Adrià del Besòs, situada en la desembocadura del Besòs; entre la localidad arriba mencionada y Badalona, a escasos kilómetros de Barcelona. El gestor cultural y la gestión del patrimonio. ROBERTO BERNAL CONDE Este artículo pretende dar una visión sobre uno de los aspectos del patrimonio cultural que no es tan conocido y que está fuera de los ámbitos propiamente académicos y de investigación como es la gestión cultural. Se trata de destacar y realizar una mirada breve sobre la gestión del patrimonio cultural en general y del industrial en particular, la labor que desempeña la figura del gestor cultural como profesional imprescindible en la concepción y desarrollo de cualquier proyecto de patrimonio cultural, así como los desafíos y dificultades a los que se enfrenta en la actualidad.

90 Miradas desde la red • Xacogeo, una herramienta digital para redescubrir el Camino de Santiago.

DIEGO RUIZ DE LA PEÑA RUIZ y HENAR TURRADO FERNÁNDEZ

• Patrimonio industrial harinero. JAVIER REVILLA CASADO • Patrimonio Industrial Arquitectónico. DIANA SÁNCHEZ MUSTIELES • Perfil en Facebook: JOAQUÍN CÁRCAMO MARTÍNEZ

98 Actividades de Llámpara en 2010 103 Galería de imágenes: II Rally Fotográfico “Restos de catálogo”

JUAN CARLOS QUINDÓS y CÉSAR MARTÍN 4 | LLÁMPARA


contents 7 Editorial 14 The weapons factory of Toledo. Territory, city and landscape. DIEGO PERIS SÁNCHEZ

The Weapons Factory of Toledo is an industrial structure that began to be built in the late eighteenth century with a building by Sabatini that uses the hydropower from the Tajo. During the nineteenth and twentieth it grew to become an industrial city in an area of 200,000 square meters with a gross floor area of 45,000 square meters in different buildings. At the end of the twentieth century the productive phase ended and buildings were transferred to the Toledo City Council who in turn transferred these to the University of Castilla-La-Mancha that has renovated more than 80% of the buildings for university uses and keeping the industrial nature. The emergence of an important Visigothic site in their surroundings has become the Weapon factory in a benchmark of this new industrial landscape that has grown to currently become a cultural green space in the Director Plan recently approved for this area.

30 Glazenstad, the city of glass. Greenhouses as industrial heritage in Westland: the changes of the landscape and rural society. JUAN MARCOS RODRÍGUEZ DÍAZ

The Dutch Industrial Revolution has been characterized by the extreme developement of it agricultural system. The new farming techniques converted the traditional landscape of polder and farms into an industrial countryside of chimenys and greenhouses in one of the most dramatic human transformations of the country. The area of Westland, also called Glazenstad, is not only a complex of greenhouses, is the complete evolution of a rural society into an industrial one as a result of the continuos Dutch ability to adapt to the natural and climatic conditions of its territory.

46 Women and work in the canning industry Molina de Segura (Murcia). Notes from your memory. Mª. DOLORES PALAZÓN BOTELLA

The twentieth century included the start, boom and decline of the canning industry in the Region of Murcia. With his downfall in his final years began a period of economic uncertainty that led to the replacement of its spaces and the maintenance of a large part of their chimneys, seen as the only significant elements to preserve and today they are the majority of industrial heritage of this sector. Apart from its substrate material, largely lost, has been an important intangible heritage represented in the working memory of their workers. Women who gave meaning and purpose of being to some factories which little remains today and worked on their own working conditions that require more knowledge.

54 Civil engineering heritage and historic linear infrastructures.

The vallejera mountain pass. FRANCISCO JAVIER RODRÍGUEZ LÁZARO, JOSÉ MARÍA CORONADO TORDESILLAS y RITA RUIZ FERNÁNDEZ

Consideration of civil engineering heritage has been traditionally focused on isolated monuments. Recently, new approaches start to consider the territorial scale of this heritage, which must be identified, analyzed and valorized attending to the logic of networks. This article analyses the construction and heritage values of these linear historic infrastructures —mainly roads— in the case of the Vallejera Pass, a segment of the Vía de la Plata historic corridor. 64 ‘Embutidos Araú’ pilgrimage to become a cultural space. JAVIER REVILLA CASADO Located in Trobajo del Camino (León, Spain), next to the busiest part of the Camino de Santiago –called “French way”– the old factory Araú (which produces sausages and cured meat) for years has been suffering down a slow and tortuous path thats end, hopefully, is its transformation into a cultural center that integrates space for an auditorium, a library, exhibition rooms and a tourism office. A journey not without obstacles and problems, the factory received a request for demolition in 1997 and suffered partial collapse in 2009 during renovation work.

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contents

72 Proyects New cultural landscapes. Conceptual actions in the industrial landscape of

andalusia in treatment as cultural landscapes. MARÍA ISABEL ALBA DORADO Today we see how many of the territories and architecture created and manipulated in an industrial past has resulted in landscapes with a high cultural content. Today these territories, for the most part, obsolete and abandoned the former practice, form a landscape that is becoming habitual and contains traces of an industrial past which, however, has received little attention, which makes we find a fragile heritage, cultural landscapes to record a state of emergency to a process of decommissioning and abandonment. This article aims to analyze the cultural content of these landscapes generated by industrial decline and publicize a research project that is currently in its development phase and aims to raise a revitalization of these views from the empowerment cultural interest.

80 Quotes (Brief) Mirat S.A. 160 years of industrial advertising. A temporary exhibition of the Trade and Industry Museum of Salamanca. MIGUEL GARCÍA-FIGUEROLA The trade and industrial museum of Salamanca scheduled an exhibition dedicated to Mirat de last quarter of 2010, the best known and posible the longest of the Salamanca industries. The exhibition tried to showed the historical evolution of the factory focusing in the advertising during the last 160 years.

84 Looks into new uses for industrial heritage Robinson space: the reality of an growing project real. Mª DOLORES PALAZÓN BOTELLA. CÉLIA GONÇALVES TAVARES & JORGE MAROCO ALBERTO.

”Space Robinson” still applies. The Pritzker Prize award to the architect Souto Moura has been a backup for this place which mixes the new architectural interventions with respect for its industrial heritage. The awards that this intervention is gathered in addition to the contributions being made on it new creators. So that the “Robinson” is an ever more lively.

Termal power, yes! FERNANDO TAMAYO CABALLERO y ÉRICA RUIZ DE LA TORRE MIGUEL Aware of the importance of outreach projects for rehabilitation of abandoned industrial spaces, we take the proposal as a unique opportunity to publicize the case of the central Thermal Sant Adrià, located between the location above and Badalona, a few kilometers from Barcelona.

The cultural manager and the management heritage. ROBERTO BERNAL CONDE This article aims to provide a look at one of the aspects of the cultural heritage, which is really not well-known and it is placed outside of both the academic and research scopes. It is about the cultural management. The aim is to highlight and have a brief look at the management of the cultural heritage in general and at the industrial one in particular. The article is also about the role of the cultural manager or promoter as a professional who is essential in the conception and development of any cultural heritage project, as well as the challenges and difficulties that such a person has to confront nowadays.

90 Look in the net

• Xacogeo, a digital tool to discover the Sant Jaques’s Route.

DIEGO RUIZ DE LA PEÑA RUIZ & HENAR TURRADO FERNÁNDEZ

• Flour industrial heritage. JAVIER REVILLA CASADO • Architectural industrial heritage. DIANA SÁNCHEZ MUSTIELES • Facebook profile: JOAQUÍN CÁRCAMO MARTÍNEZ

98 Llámpara activities 2010 103 Images gallery: II Photogrophic Rally “Catalog remoins” JUAN CARLOS QUINDÓS y CÉSAR MARTÍN


editorial

Segundo Premio. II Rally Fotográfico sobre Patrimonio Industrial. / JOSÉ MARÍA MARCHENA

ASOCIACIÓN LLÁMPARA. Patrimonio Industrial

“Un hombre no puede vivir como usted, señor Pereira, pensando sólo en el pasado. ¿Y mis recuerdos?, preguntó Pereira, ¿y todo lo que he vivido? Serían tan sólo memoria, respondió el doctor Cardoso, y no invadirían de forma tan avasalladora su presente, usted vive proyectado en el pasado, si continúa así acabará convirtiéndose en una especie de fetichista de sus recuerdos”. Sostiene Pereira, novela escrita por Antonio Tabucchi en 1994, narra la historia de un viejo periodista acomodado en la Lisboa de 1938, en plena dictadura de Salazar, que dirige el apartado de necrológicas de un periódico afín al régimen. El encuentro inesperado con un joven poeta, Monteiro Rossi, agita la vida del periodista, aflorando de nuevo dudas que había conseguido ahogar aferrándose a sus recuerdos.

Son muchas las ocasiones en las que hemos escuchado la palabra “recuerdo” sugiriendo a nuestra mente imágenes casi olvidadas, imágenes que componen nuestra memoria individual, y que a su vez, sumadas a las del resto, crean la memoria colectiva. El individuo no recuerda solo, sino que se vale de la memoria del resto obteniendo recuerdos colectivos que crean una serie de marcos sociales en un proceso de idas y venidas que componen la personalidad colectiva de una sociedad. El Patrimonio Industrial, ese extraño conjunto de elementos aún por definir, tiene una vinculación especial con este universo de recuerdos y memoria colectiva. Uno de los valores esenciales de este tipo de patrimonio es la relación directa que la mayor parte de las personas tengamos o podamos haber tenido con él: las tardes de verano jugando en la


Fotografía seleccionada en el II Rally Fotográfico sobre Patrimonio Industrial “Restos de catálogo”. / AGUSTÍN HERNÁNDEZ SÁNCHEZ

pesquera de aquel molino, el olor de la fábrica junto al río, el tacto de la harina recién molida en el Siemens, la presencia del paisaje único moldeado por las artificiales oquedades en la tierra, el sonido de las bocinas que marcaban las hora de salida o la tos que brotaba de los oscuros pulmones del abuelo, anunciando su llegada tras un nuevo día de trabajo. La suma de este conjunto de recuerdos compone una parte importante del Patrimonio Industrial que ha de ser recuperada e interpretada. A Pereira el recuerdo de su mujer fallecida, materializado en una fotografía siempre presente en la mesilla que acompaña su cama, le mantenía vivo, pero no le permitía avanzar. En el caso del Patrimonio Industrial los recuerdos pueden formar parte del presente de nuestro trabajo vinculado a este tipo de Patrimonio, pero no deben ser el fin mismo de nuestras tareas de investigación, protección o difusión. Los recuerdos son la mejor herramienta que nos permitirá activar las diferentes memorias individuales y movilizar al colectivo. La Carta de Nizhny Tagil afirma en su último punto que “el interés y el afecto público por el patrimonio industrial y la apreciación de sus valores son las formas más seguras de conservarlo”. Desde Llámpara creemos firmemente en esta afirmación, sin embargo pensamos que el único modo de garantizar el afecto público es vincular a la persona con su propia memoria industrial, con sus recuerdos ligados al Patrimonio Industrial. 8 | LLÁMPARA

No es suficiente que “las autoridades públicas expliquen activamente el significado y el valor de los sitios industriales mediante publicaciones, exposiciones, televisión, Internet y otros medios, proporcionando acceso sostenible a sitios importantes y promoviendo el turismo en áreas industriales”. Las entidades que trabajamos en torno al Patrimonio Industrial debemos dar un paso adelante y buscar los elementos intangibles que consigan vincular a la mayor parte de la población con la protección activa de su Patrimonio. Tenemos que intentar que el ciudadano deje de ser un actor pasivo en relación con su propio Patrimonio y para ello es absolutamente necesario encontrar sus vínculos con él. Proponemos orientar nuestros proyectos e investigaciones hacia los que no están convencidos de la necesidad de participar activamente en la protección del patrimonio, huyendo de las fórmulas convencionales empleadas que tan sólo convencen a los que ya están convencidos. Aterricemos realmente en el ciudadano de a pie, investiguemos los colectivos destinatarios de nuestras tareas, sus canales, las tecnologías para acceder a ellos, sus posibles relaciones con este Patrimonio. Una vez que conozcamos estas cuestiones podremos movilizar la memoria colectiva que, transformada en masa social crítica o en votos andantes (según desde el prisma que se observe), tendrá la fuerza suficiente como para poder llegar a evitar el derrumbe de una fábrica o la venta como chatarra de una prensa de almazara de comienzos del siglo XX.


Creemos que este es un aspecto crucial, compatible con otras iniciativas en marcha que avanzan en esta línea, iniciativas tales como la constitución de la Red Nacional de Turismo Industrial o el proyecto XacoGeo, acciones que sin duda tienen una repercusión directa tanto en la activación de la memoria colectiva como en la vinculación del ciudadano con el Patrimonio Industrial. “Señor Pereira, deje ya de frecuentar el pasado, frecuente el futuro. ¡Qué expresión más hermosa!, dijo Pereira, frecuentar el futuro, qué expresión más hermosa, no se me habría ocurrido nunca”. Y el futuro se frecuenta apoyándose en los recuerdos, aunque empleando nuevas vías, afrontando nuevos retos y, por supuesto, cometiendo nuevas equivocaciones. Después de esta breve reflexión queremos continuar agradeciendo a las personas y entidades que siguen apoyando la idea del proyecto. Sin ellas no habríamos podido seguir andando nuestro camino. Nuestros agradecimientos a las siguientes personas e instituciones: con especial énfasis, a todos los articulistas y colaboradores, al Patrimonio Activo y sus miembros, al Laboratorio que nunca para de proponer proyectos, a las jornadas prácticas, a los jóvenes de Llámpara, sobre todo a los pequeños Raúl y Guillermo (bienvenidos), a Nueva York y sus videos, al Museo Etnográfico de Castilla y León, especialmente a Emilio y Eva, por abrir nuevas vías de difusión del Patrimonio sin intentar clasificarlo, al Museo de la Minería y la Siderurgia de Sabero, por su permanente apoyo tanto a la Asociación como a la publicación de la revista, a todos los socios que componen Llámpara y a quienes lo serán en el futuro, aunque aún no lo sepan. A continuación, nos gustaría introducirles en los contenidos de la revista. El objetivo es similar al planteado en números anteriores: ofrecer al lector una publicación especializada pero accesible a un amplio público, ágil y con una importante carga de contenidos, dando especial importancia al elemento visual, y sobre todo, abierta a las infinitas miradas de las que puede ser objeto el patrimonio industrial. Abrimos y cerramos el espacio dedicado a artículos de este cuarto número con proyectos que miran hacia el futuro, la nueva vida de la Fábrica de Armas de Toledo, que Diego Peris nos relata de primera mano, y la transformación de la fábrica Araú, a la que nos acerca Javier Revilla. Entre ambos trabajos, nos acercamos al territorio y a las fronteras de las definiciones de patrimonio industrial con los trabajos de J. Marcos Rodríguez, que nos habla de

territorio industrial en Holanda, y del equipo de la ETSI de Canales, Caminos y Puertos de la UCLM, que se aproximan a la obra pública a través de las infraestructuras lineales. También hay espacio para lo inmaterial con el texto de Mª Dolores Palazón, que da voz a las mujeres de las conserveras. Una de las novedades de este cuarto número es la sección Proyectos, un espacio que abrimos para difundir iniciativas que se están desarrollando en estos momentos. Inaugura la sección el proyecto sobre Paisaje Industrial que está llevando a cabo un equipo de jóvenes arquitectos desde Andalucía. En esta ocasión, en Entre comillas Miguel GarcíaFiguerola nos presenta la exposición dedicada a la publicidad industrial de MIRAT SA que pudimos disfrutar durante el último trimestre de 2010 en la sede del Museo del Comercio y la Industria de Salamanca. Las Miradas sobre nuevos usos del patrimonio industrial que descubrimos en esta ocasión nos traen la concesión del premio Pritzker al arquitecto Souto Moura a través de una de sus obras, el Espacio Robinson en Portalegre; el papel fundamental de la participación ciudadana en el futuro del Patrimonio, a través del caso de la central térmica de Sant Adrià del Besòs; y la importancia de la gestión para el futuro y la viabilidad de los proyectos, con la aproximación a la figura profesional del gestor cultural. Otra novedad de este número es el espacio que denominamos MIRADAS DESDE LA RED donde recogemos experiencias vivas de nuevas vías de difusión del Patrimonio Industrial. Comenzamos con un proyecto de nuevas tecnologías impulsado por INCUNA y realizado por Llume (entre otros), seguimos dialogando con dos blogeros especializados, el veterano Javier Revilla y Diana Sánchez, que arranca con fuerza, para terminar con el perfil de Facebook de Joaquín Cárcamo, donde nos mantiene al día de muchas novedades. Como cierre de la revista, dos secciones ya clásicas: una memoria de las actividades de la asociación durante el año 2010, y una Galería de imágenes que ilustran la aventura que vivimos durante la II Semana del Patrimonio Industrial Activo y el Rally Fotográfico. Por último, queremos que esta revista sirva de homenaje a Francisco Amate (Paco), cuya reciente marcha ha dejado un gran vacío difícil de ocupar. Siempre recordaremos el ingenio de tus historias por las minas de Linares, tu tierra, y la emoción vivida en las incursiones al patrimonio industrial del norte de Castilla y León. Un abrazo enorme. n

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-This tea is delicious. We have the idea and the earth the raw materialsaid Henry raising his cup up and looking the golden reflects. -You are right, Henry- agreed Rosendo. -The british solve everything heating water. Just look at the steam machinedeclared the Scotsman laughing.�. AndrÊs Vidal: The Inheritance of the Earth. P. 406. Editorial Planeta, 2010.


editorial

Fotografía seleccionada. II Rally Fotográfico sobre Patrimonio Industrial. / ELENA CID BARBERO

ASOCIACIÓN LLÁMPARA. Patrimonio Industrial

“A man cannot live like you, Mr. Pereira, thinking only on the past. And what about my remembrances?, asked Pereira, and all the experiences I lived?. They will be just memory, answered Dr. Cardoso, and they wouldn’t invade in so a domineering way your present, Mr Pereira, you live projected on the past, if you continue so, surely you’ll became a fetishist of your own remembrances”. Pereira Declares, a novel written by Antonio Tabucchi on 1994, relates the story of an old journalist living on the 1938 Lisbon during Salazar´s dictatorship, working as coordinator of deaths section on a journal. An unexpected meeting with a young poet, Monteiro Rossi, shakes his life, erupting to his mind old dou-

bts that were completely sunken by his remembrances. We all have heard many times the word “remembrance”. At this moment some forgotten images and feelings erupt to our mind, like Pereira, images that compose our individual memory and that, added to other memories, create the “collective memory”. Each person cannot remember alone, we all need the memories of the rest to obtain collective remembrances creating social frameworks composing the collective personality of each society. Industrial Heritage, that strange group of not defined elements, is closely linked to this universe of remembrances and collective memories. One of


the most important values of this kind of Heritage is the direct relationship that most part of citizens have or have had with it: that summer sunsets swimming on the millpond, the smell of the industry closed to the river, the sense of touch of the grinded flour on the old Siemens, the sightseeing of the landscape created by the coal mines, the sound of the alarm bell or my grandfather’s cough announcing his arrival after a hard working day. The sum of all these remembrances composes an important part of the Industrial heritage that must be recovered and interpretated. The remembrance of the deceased wife, materialized on a picture closed to Pereira’s bed, keeps him alive, but stops his own personal growth. On Industrial Heritage remembrances can be part of our current responsibilities linked to this kind of heritage, but they wouldn’t be the aim of our investigation, protection or dissemination tasks. The remembrances can be the best item that will allow us to active the different individual memories and mobilize the collective. Nizhny Tagil Charter affirms on the last point that “Public interest and affection for the industrial heritage and appreciation of its values are the surest ways to conserve it”. On Llámpara we firmly believe on this appreciation, nevertheless we think that the only way to guarantee the public interest is to link the person with his own industrial memory, with his remembrances linked to Industrial Heritage. It is not enough that “Public authorities should actively explain the meaning and value of industrial sites through publications, exhibitions, television, the Internet and other media, by providing sustainable access to important sites and by promoting tourism in industrial areas”. All the organisations working around Industrial heritage should go a step forward and try to find the intangible elements that link as much citizens as possible to active protection of Industrial heritage. We all should try to delete the image of the passive citizen that doesn’t care about heritage. To achieve this aim is absolutely necessary to find the links between this citizen and his heritage. We propose to orientate our projects and researches to those that are not convinced, advancing on the need of participate actively on heritage protection, escaping from conventional formulas that only convince to those that are already convinced. We should be closer to the man in the street; we should investigate our target groups, their real communication channels, the ICT to reach them, their probable links to Industrial Heritage. Once we get the knowledge of all these questions we could be able to mobilize the collective memory that, transformed on critic social mass or walking votes (it depends on the perspective), will have enough strength to avoid the demolition of an old industry or the sale of an old olive oil mill machine from the first years of 20th century. We think that this is the key question, compatible with other initiatives aiming the same direction such 12 | LLÁMPARA

as the creation of the National Network of Industrial Tourism or XacoGeo project, actions with a direct impact on the activation of collective memory and the link between citizens and Industrial Heritage. “Mr. Pereira, don´t frequent the past, frequent the future. What a beautiful expression! Pereira declared, to frequent the future, what a beautiful expression, I would never invent it”. And we all can frequent the future based on our remembrances but opening new ways, facing new challenges and, of course, making new mistakes. After these reflections, we are proud to thank to all people and all organisations supporting our project idea. Without them it would have been impossible to create this fourth number. Our gratitude to the following people and organisations: with special emphasis, thanks to all writers and collaborator of Llámpara, to Active Heritage and its members, to the LFA that never stops proposing new ideas, to all practice seminars, to Llámpara´s youngsters, specially to Raúl and Guillermo (welcome), to New York and its videos, to the Etnographic Museum of Castilla y León, specially to Emilio and Eva that are always opening new ways of dissemination of these unclassified heritages, to the Mining and Steel industry Museum of Sabero, because they are always supporting the Association and its magazine, to all Llámpara´s partners and to those who will be partner on the future but they still don’t know. And now, we are pleased to introduce the magazine content. The main aim is similar to previous numbers: we want to offer a specialized but accessible magazine to a wide amount of potential readers, agile but with useful information, giving special importance to the visual area, and, of course, open to infinite perspectives linked to industrial heritage. The first section of this fourth number is called ARTICLES. We open and close this section with projects aiming to the future, the new idea of the Weapon Industry of Toledo, written by Diego Peris, and the transformation of Araú Industry, explained by Javier Revilla. Between both articles we surf on territories and frontiers of the definition of Industrial Heritage with the articles of J. Marcos Rodríguez, talking about industrial areas on The Netherlands, and of the research team of the ETSI de Canales, Caminos y Puertos of the UCLM, approaching the public construction through linear infrastructures. We also can find some space for the intangible heritage with the text of Mª Dolores Palazón, giving voice to women working on the canning industry. PROJECTS is one of the new sections on this fourth number, a space open to disseminate alive initiatives. Industrial Landscape is the main research item of a young group of architects from Andalucía, and opens this section. On this number, in ENTRE COMILLAS section, Miguel García-Figuerola presents the exposition of the Industrial Heritage of MIRAT SA, exposed during 2010 on the Trade and Industry Museum of Salamanca.


Fotografía seleccionada en el II Rally Fotográfico sobre Patrimonio Industrial “Restos de catálogo”. / CARMEN BAYON LORENZO

We also can find more SIGHTS ABOUT NEW USES OF INDUSTRIAL HERITAGE, like the Pritzker Prize of the architect Souto Moura thanks to his creations on Robinson Space in Portalegre (Portugal); the important work of citizens participation on the future heritage, through the concrete case of the thermical industry of Sant Adrià del Besòs; and the importance of the management in the future and viability of projects, acquiring some knowledge about the cultural manager. Other new section is SIGHTS FROM THE INTERNET, where we can find alive experiences of new ways of dissemination of Industrial Heritage. We begin with an ICT project designed by INCUNA and executed by Llume (among others), continuing with two specialized bloggers like Javier Revilla and Diana Sánchez,

ending this section with Joaquín Cárcamo Facebook profile, where we can easily find a lot of news linked to industrial heritage. To close this magazine, we can find two traditional sections: LLÁMPARAS ACTIVITIES on 2010 and the GALERY OF IMAGES, composed by photographs of the II Week of Active Heritage. At last, we would like to dedicate this fourth number of Llámpara in honor of Francisco Amate (Paco), who passed away on this year, leaving a huge emptiness on our lifes. We will always remember the wit on your stories about the mines of Linares, your homeland, and the emotions lived on our visits to the industrial heritage of the north Castilla y León. A huge hug, our friend. n

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Fábrica de armas de Toledo. Territorio, ciudad y paisaje. DIEGO PERIS SÁNCHEZ, Doctor Arquitecto. Universidad de Castilla-La Mancha.

La Fábrica de Armas de Toledo es una estructura industrial que comienza a construirse a finales del siglo XVIII con un edificio proyectado por Sabatini que aprovecha la energía hidráulica del río Tajo. A lo largo de los siglos XIX y XX se consolida una ciudad industrial en una superficie de unos 200.000 metros cuadrados con 45.000 metros cuadrados construidos. A finales del siglo XX termina su etapa productiva, y los edificios se ceden al Ayuntamiento de Toledo quien a su vez los entrega a la Universidad de Castilla-La Mancha que ha rehabilitado ya más de un 80% de los mismos para usos universitarios manteniendo su carácter industrial. La aparición de un importante yacimiento de época visigótica en su entorno ha convertido a la Fábrica de Armas en un referente de este nuevo paisaje industrial que se ha consolidado como gran espacio verde cultural, en el Plan Director, recientemente aprobado para la zona. La Vega Baja de Toledo es una zona situada al norte de la ciudad histórica construida sobre la colina. Un espacio geológicamente definido por una estructura de contacto entre la presencia de las rocas del Terciario en el norte y el gran terreno de la meseta cristalina en el sur . Una geografía conformada y definida por la presencia del río Tajo en uno de sus márgenes y una topografía casi horizontal

que ha facilitado la presencia de construcciones y de aprovechamientos diversos. Un lugar que estuvo ocupado y construido en época romana y visigoda. Con la llegada de los árabes y posterior reconquista de Toledo, la zona adquiere un uso agrícola y ganadero con diferentes infraestructuras que tratan de aprovechar el terreno a base de regadíos que vienen desde la Vega Alta o desde el río más próximo. Un territorio que a finales del siglo XVIII tiene amplias zonas libres y la proximidad del agua como sistema energético esencial en ese momento.

1. El territorio para una ciudad industrial En el Archivo General de Simancas se conservan una serie de planos del canal de la Real Fábrica de Espadas de Toledo firmados por Juan Sardinero explicando el funcionamiento de la ingeniería del conjunto. El canal, por el que circula el agua del río Tajo, tiene un desnivel entre la entrada y salida del mismo con lo que consigue que el agua llegue con fuerza a la zona posterior del edificio donde se fabrican las espadas. La energía hidráulica movía una gran rueda que, a través de ejes, transmitía el esfuerzo al interior donde una serie de correas movían las piedras situadas en la planta superior para “amolar y acicalar las

< Fachada lateral del Taller de Cartuchería de pistola, hoy Biblioteca.

espadas”. El canal subterráneo, paralelo al río recorre unos 500 metros desde la entrada hasta la salida, de nuevo, al rio Tajo. Los alzados de la parte posterior del edificio muestran la ubicación de la rueda en uno de los brazos del canal que tiene dos líneas, para poder controlar la entrada y salida del agua. Sardinero colocará una segunda rueda en una posición avanzada del canal para mejorar el rendimiento y conseguir producir un mayor número de piezas. Durante los años que trabaja en la Fábrica mejorará la entrada de agua en los molinos de Azumel, corregirá la pendiente del canal en todo su recorrido, colocará la segunda rueda y prolongará la salida para impedir que el agua retorne al interior del edificio en las épocas de crecida del río. Murió de fiebres contraídas en el recinto, con su obra apenas terminada de realizar.

1.1. La historia de una ciudad industrial. Carlos III propició, a su llegada a España, una renovación industrial del país, con la construcción de las Reales Fábricas, entre las que se incluye la de Toledo, dedicada a la fabricación de armas blancas . El rey quiso construir una fábrica que suministrara armas a sus ejércitos, y en Octubre de 1760 encargó a D. Luis de Urbina, coronel de Infantería del PATRIMONIO INDUSTRIAL | 15


regimiento de Sevilla, un informe completo para estudiar el funcionamiento de las antiguas fábricas de espadas, de Valencia, Barcelona, Zaragoza y Toledo, a fin de restablecer la de ésta última . En Toledo había una buena tradición artesana para la fabricación de las armas blancas. Para poner en marcha la fábrica se manda venir de Valencia a Luis Calixto, iniciando su actividad en unos corrales de la Casa de Correo (hoy calle Núñez de Arce), que anteriormente habían servido para la fabricación de monedas, con Luis de Urbina como director, el maestro Luis Calixto y cuatro operarios más. Poco después se instaló una rueda de amolar, en los terrenos de la parte baja del río . Pero el proyecto debía tener una dimensión diferente para alcanzar una adecuada producción en cantidad y calidad. Entre los diferentes emplazamientos se piensa en la Playa de las Barcas y en el paraje de “Buenavista“, donde existía una casa de recreo de un arzobispo. En 1775 se aprobó finalmente el proyecto elaborado por Sabatini, de acuerdo con el programa que había desarrollado Gazola. El conde de Gazola y Sabatini compraron unos terrenos de 5 fanegas y 30 estadales pertenecientes a la cofradía de la Santa Caridad de la iglesia parroquial mozárabe de Santa Justa y Ru-

fina. El 5 de Noviembre de 1777, ante el escribano José Cobos, se hizo la escritura por 32.489 reales y por una toma de agua por la cantidad de 165 reales que luego será la boca del canal de Carlos III, para dar movimiento a las máquinas hidráulicas que mueven las piedras de amolar. Sabatini redactó el proyecto y un pliego de condiciones para su ejecución. Las obras, proyectadas por Sabatini, se terminaron en 1780 según nos recuerda la inscripción de la fachada: “CAROLO III REGE ANNO MDCCLXXX”. En Junio de 1780, debido a la época de estiaje, las aguas que penetran en el canal son insuficientes para mover las máquinas de amolar. En 1781 se trasladan los enseres a la fábrica y comienza el trabajo, a la vez que los operarios bajan a vivir a la nueva instalación. La fase de pruebas de la fábrica se prolongó hasta el 25 de abril de 1783 en que Sabatini se dirige al ministro Múzquiz proponiendo la entrega formal de las instalaciones que se realizó el 27 de julio de ese año.

1. 2. El edificio de Sabatini y sus primeras adaptaciones. La tipología arquitectónica de bloque compacto es similar a la del resto de Reales Fábricas. Aquí se plantea la distinción entre los espacios principales situados en el primer cuerpo edificado

Plano del canal levantado por Juan Sardinero. / A.G. DE SIMANCAS.

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y el espacio de Fábricas situado en el patio posterior que aprovecha la fuerza del agua conducida por el canal de Carlos III . El edificio tiene planta rectangular de 400 x 125 pies (115,89 por 62,68 metros) y está dividido transversalmente por una crujía conformando dos grandes patios interiores casi cuadrados. En la entrada del edificio se sitúan el control y cuerpo de guardia a la derecha y la capilla en el lateral izquierdo. El primer cuerpo del patio principal estaba ocupado por oficinas. En la parte posterior, a la derecha, la fundición de guarniciones y las fraguas, y a la izquierda el cuarto de pruebas, las otras 6 fraguas y los talleres de cincelado y grabado. Para cada 6 fraguas había un departamento con su pila de piedra para el temple, ocupando el otro lado la carpintería y los talleres de afilado y acicalado. En el cuerpo central que separa los dos patios está la sala de recepción de obra terminada. Se diferencian así en torno a los dos patios los espacios administrativos y los espacios de producción. La construcción del edificio de Sabatini tiene una composición horizontal que en el alzado principal se interrumpe con un cuerpo de tres alturas. Los alzados de los patios tienen un tratamiento diferente. El primero de ellos tiene una planta baja con


su colección de armas. Cuando la fábrica se organiza en 1813 se verá nuevamente saqueada en 1823 con la venida de los “cien mil hijos de san Luis“.

arcos sobre pilares y una superior con ventanas. El plano de fachada tiene una retícula vertical y horizontal que ordena geométricamente la composición. El segundo patio de la Fábrica de Armas repite esta organización de composición siguiendo así las enseñanzas de Vanvitelli o Fuga . Inicialmente tiene una sola altura y será a principios del siglo XX cuando se trasformará profundamente construyendo un cuerpo elevado con estructura metálica al fondo y en uno de sus laterales y levantando la segunda planta en todo el patio. El edificio se va adaptando progresivamente a los cambios que va requiriendo la actividad industrial para la que está concebido .

En 1786 dirigía nuevas reparaciones el toledano Juan Sardinero y en 1788 continúa con estas tareas Jerónimo Caballero. La actividad de Juan Sardinero supone una profunda renovación de la obra hidráulica tanto del canal como de la zona donde se ubican las dos ruedas, modificando gran parte de la obra realizada por Sabatini, trabajo que desarrolló hasta el momento de su muerte . Con la invasión francesa se trasladan apresuradamente algunas máquinas en unas carretas a la fábrica de Sevilla y luego a Cádiz. La fábrica estará ocupada desde el 14 de diciembre de 1808 a Agosto de 1812 saqueando y quemando sus archivos y

Grabado. Vista de la Fábrica, 1875.

Plano de la Fábrica y sus inmediaciones, 1857. / CARLOS PELLICER Y REUS.

1.3. La Fábrica Nacional de Toledo. La ciudad industrial. Las nuevas necesidades de los ejércitos de dotar a sus fusiles de municiones, hace que disminuya la necesidad de armas blancas aumentando los requerimientos de cartuchería. En 1870 el Ministro de la Guerra autoriza la contratación de las máquinas necesarias, herramientas y hornos de recocido y la construcción de los talleres para construir los cascos metálicos (vainas) de latón. En los nuevos talleres se realiza la manufactura completa de los cartuchos. Se establece un taller de cascos con todo el proceso completo de fabricación. Poco después se creará un taller de reparación de maquinaria y otro para la construcción de balas por fusión instalando para ello dos hornos para fundir plomo. La necesidad de proteger el edificio había llevado a pensar en una estructura de murallas externa que protegiese de los ataques externos. De 1874 conservamos los planos levantados por Muñoz Yerro para la construcción de una zona de muralla y dos torreones en la entrada principal.

PATRIMONIO INDUSTRIAL | 17


Después de cien años de funcionamiento, la Fábrica de Armas sigue limitada al edificio construido por Sabatini. El plano del Instituto Geográfico y Estadístico de 1882 presenta el edificio de Sabatini, dos naves a ambos lados de su entrada principal señaladas como taller de forja y taller de carpintería, un edificio alargado en uno de sus laterales dedicado a taller de lima y montura y un conjunto de edificios mayores al otro lado con caballería, almacén grande, edificio sin denominación, polvorín y casa cuartel del polvorín. Ya aparecen construidas las dos torres proyectadas por Felipe Martín de Yerro. La superficie del conjunto es de unos 30.000 metros cuadrados y existe un tranvía que comunica un lateral del edificio de Sabatini con el Almacén grande. Las nuevas propuestas de fabricación, las nuevas técnicas y requerimientos del proceso fabril llevan a la construcción de otros edificios anexos al existente. En este momento comenzó, con el edificio de Sabatini y con el río como condicionantes de partida, la construcción de una ciudad industrial que ha mantenido su estructura hasta nuestros días. Ciudad, porque en su diseño se conciben edificios unidos e interrelacionados con vías de comunicación, con espacios públicos intermedios y ciudad porque en la concepción de la época, se plantean no sólo las instalaciones fabriles sino también los equipamientos generales para los trabajadores: viviendas, economatos y servicios médicos. La Fábrica ha crecido desde el edificio proyectado por Sabatini, hasta una superficie total de emplazamiento de 240.000 metros cuadrados con un perímetro de 4.368 metros de desarrollo . En 1918, la fábrica está integrada por cuatro actividades básicas: la fábrica de armas blancas, la cartuchería, la central eléctrica y los talleres de reparación de maquinaria y construcción de herramientas. Hay un área para la ornamenta18 | LLÁMPARA

Taller de reconocimiento de cartuchería.

Taller de reconocimiento de cartuchería. / CATÁLOGO GENERAL FÁBRICA NACIONAL DE ARTILLERÍA

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n su etapa de funcionamiento como Fábrica de Armas llegan a trabajar en sus instalaciones más de mil personas de las cuales casi la mitad eran mujeres. Ello suponía una importante vinculación con la ciudad ya que, dada la población de Toledo en ese momento, una de cada ocho familias tenía alguno de sus miembros trabajando en el conjunto.

ción de armas blancas y un taller de carpintería, reparación y construcción de edificios. Comienza también a funcionar la producción de cápsulas para el cartucho Mauser, una galería de

Plano de la Fábrica Nacional de Toledo, 1916.

tiro, un laboratorio mecánico y de metalografía, y un laboratorio químico. Un conjunto de edificios realizados con fábricas de ladrillo en sus fachadas y estructuras metálicas para sus cubiertas. Un


Plano de la Fábrica Nacional de Toledo, 1933.

conjunto de construcciones, de dimensiones diversas, adecuadas a cada proceso productivo, que se van organizando como ciudad industrial. La fábrica concebida como un espacio vital para las personas que trabajan allí dispone de espacios para oficinas, biblioteca, enfermería, capilla, imprenta, sala de ventas de modelos, comedor de obreros, escuelas de aprendices, polvorines, garajes, almacenes de materias primas y de productos elaborados y pabellón de Jefes y Oficiales, con una superficie total edificada de 36.060 metros cuadrados, rodeada de extensos jardines, pinos y olivares. Por otra parte, la Fábrica se plantea la necesidad de una cierta autonomía energética dado el carácter de sus instalaciones y para ello se construyen una central hidráulica y otra de vapor. La central de Azumel (central hidroeléctrica) utiliza la fuerza motriz hidráulica del río con dos saltos de agua de más de 300 caballos cada uno. Las turbinas y alternadores trasforman la energía hidráulica en eléctrica. Para prever los casos de estiaje o averías, se cons-

truye una central de vapor de 500 caballos dando servicio a más de 40 motores de corriente alterna instalados en la fábrica. Los desarrollos técnicos de la industria militar plantean nuevas necesidades en el campo de la artillería. Inicialmente la Fábrica colabora con la Pirotecnia de Sevilla para la construcción de la espoleta de doble efecto. En mayo de 1922 se decidió la instalación de un taller para su fabricación y el 27 de mayo de 1922 se inició la construcción de un taller de Forja de Espoletas de 40x20 metros, otro para la construcción de Espoletas de 40x60 y otro para la carga de espoletas de 40x40. Durante la construcción de estos talleres, en 1923, apareció un mosaico romano del siglo III. La Fábrica de Armas ha planteado siempre una posible diversificación en los productos fabricados. En 1915, ante la escasez de material quirúrgico, en plena Guerra Mundial, su majestad el rey Alfonso XIII sugiere al Director General del Cuerpo de Artillería la creación de esta industria en algunas fábricas militares. La fabricación de espoletas y artificios desarrollará sus insta-

laciones desde 1922 hasta 1958 con la construcción de diversos talleres que incorporan nuevas técnicas y procesos de fabricación. Durante la 2ª República, los gastos de defensa dentro de los gastos del Estado suponen un 16% mientras que, durante la segunda guerra mundial, este gasto llega a ser del 46%. En 1947 España ocupaba el primer puesto en Europa en porcentaje de su presupuesto destinado a defensa. En 1941 se había creado el Instituto Nacional de Industria y en 1959 se creará la Empresa Nacional Santa Bárbara de Industrias Militares en la que se integra la fábrica de Toledo. El gran salto tecnológico en la fabricación de espoletas y artificios se realiza en el año 1974, lográndose un volumen de producción anual diez veces superior, al modernizar las instalaciones. Se acaba de configurar así la ciudad industrial de amplias dimensiones y con complejas instalaciones industriales en el conjunto arquitectónico construido a lo largo de más de dos siglos. Una arquitectura de ladrillo que refleja los diferentes momentos históricos y estilos ha conformado una trama urbana acotada PATRIMONIO INDUSTRIAL | 19


Taller de cartuchería de fusil, hoy cafetería-comedor.

por el río y por la presencia inicial del edificio construido por Sabatini. Una ciudad con sus trazados viarios, sus recorridos, comunicaciones, instalaciones y tratamiento vegetal que sirve de ámbito del trabajo y de la vida de numerosas personas que desarrollan su actividad en su conjunto .

1.4. La fábrica modelo constructivo y estructural. El desarrollo del conjunto de la Fábrica de Armas de Toledo ha durado más de dos siglos en continua evolución y trasformación. Por ello este conjunto industrial es un referente en aspectos constructivos y estructurales. El edificio construido por Sabatini responde a los criterios constructivos y a la tecnología existente a finales del siglo XVIII. Grandes muros de carga en todo el perímetro soportan los forjados, de madera, de las plantas intermedias y en la cubierta una gran estructura de madera de pino cubre la luz del vano 20 | LLÁMPARA

existente entre los cerramientos exteriores y el de los patios interiores. La piedra aparece como elemento singular en elementos puntuales, especialmente en la zona del canal posterior. Las soluciones constructivas nos remiten a los tratados clásicos y así el canal que aparece descrito en el Archivo de Simancas coincide perfectamente con la sección del tratado de Benito Bails director de Matemáticas en la Real Academia de San Fernando desde 1768 y que publica sus “Elementos de Matemáticas” en el que se incluye en su tomo IX segunda parte la “Arquitectura hidráulica” con una sección de canal doble, que coincide perfectamente con el construido por Sabatini . Desde finales del XVIII hasta un siglo después, la actividad constructiva es muy reducida. En las imágenes de finales del siglo XIX se ven algunas naves en la entrada del conjunto de la Fábrica. La nave situada a la izquierda de la entrada de Carlos III, rehabilitada para Instituto de

Medioambiente tiene una estructura muy sencilla de madera a dos aguas en cubierta y muros de carga en fábrica de ladrillo que incorporan ornamentaciones elementales en las cornisas. Los edificios que aparecen posteriormente en la Fábrica de Armas corresponden a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Las primeras naves de gran sencillez son de planta rectangular con fábricas de ladrillo como muros de carga y estructuras metálicas en las cubiertas. Las fábricas de ladrillo pasan por tres momentos diferenciados: En un primer momento se construyen los planos de fachada con ligeras decoraciones en cornisas que se repiten en diversas naves y algún ornamento en los recercados de huecos de ventanas. En una segunda etapa las ornamentaciones de cornisas y recercados se hacen más elaboradas y complejas. Y junto a ello surge en diversas ocasiones la falsa fachada que crea una segunda altura en el frente


en el plano de 1905 y de 1916, comprende naves con estructura con cercha inglesa y luces de pequeñas dimensiones resueltas con el cordón inferior horizontal y montantes y diagonales construidas con piezas en L que se refuerzan con la presencia de placas de unión en los encuentros entre piezas con diferentes direcciones. Desde 1916 a 1920 se produce una intensa actividad constructiva en la Fábrica de Armas de Toledo con edificios de mayores dimensiones como el taller de fundición levantado en 1918, el de cartuchería de pistola en 1919 y el de reconocimiento en 1920 o las diversas centrales eléctricas. Al final de este período y principios del momento final de construcción de las principales naves (1920 y años siguientes), se construyen grandes cerchas en una de las direcciones de las naves, con apoyo de pilares intermedios, y sobre estas se colocan los elementos metálicos que configuran un conjunto en diente de sierra. Esta estructura se hace presente en la nave del Taller de cartuchería de pistola, hoy Biblioteca General del campus o en el Taller de cartuchería

de fusil hoy cafetería comedor. El uso del hierro roblonado con diferente soluciones estructurales ha marcado los periodos de este breve espacio de tiempo que abarca los primeros treinta años del siglo XX y en el que el hierro y las nuevas soluciones estructurales permite la construcción de espacios de mayores dimensiones y con nuevos requerimientos de iluminación y maquinaria. Junto a las cerchas de cubierta realizadas con perfiles laminados roblonados casi todos los pilares se realizan de fundición huecos en su interior, en muchos casos, o perfiles laminados roblonados en otras ocasiones. Así la Fábrica marca un recorrido por los sistemas constructivos: desde la madera y la piedra al ladrillo y el hierro. Soluciones de diseños y formas que enseñan los modos constructivos de una larga época.

1.5. Un espacio en el paisaje: el agua y la energía. La Fábrica de Armas como casi todos los ingenios hasta el siglo XVIII están vinculados al lugar de producción de la energía (cursos de agua esencialmen-

Vista aérea de la Fábrica (2008) con Toledo al fondo.

en una escenografía que trata de dar valor simbólico a una sencilla realidad industrial. La última fase corresponderá al final de las construcciones dedicadas a la artillería. Allí aparecen formas de arcos y decoraciones en cerámica en el perímetro exterior de los edificios. Estructuralmente se produce de forma masiva el uso del hierro en las estructuras de cubierta. En la Fábrica de Armas de Toledo el uso del hierro en las estructuras de las diferentes naves se hace presente a principios del siglo XX. Las naves construidas en los primeros años de este siglo se construyen con estructura de muros de carga paralelos a los lados mayores de la nave y cubierta de cerchas metálicas a dos aguas. Las cubiertas más sencillas son simplemente con pares y cuando las luces son grandes se requieren los tirantes para contrarrestar los empujes horizontales . La estructura se hace más compleja en formas con pendolón, con puente y jabalcones o con tirante peraltado, con jabalcones y péndolas. En la primera etapa de construcción, integrada por los edificios que aparecen reseñados

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te) o de los materiales. En este caso, es la presencia del río Tajo la que condiciona su ubicación. Pero la presencia del río se irá trasformando a lo largo del tiempo en recurso energético imprescindible por diversas causas. Inicialmente es la fuerza mecánica del agua la que condiciona el trazado del canal de Carlos III. La fabricación de armas es un problema esencial para la nación, Y en estos momentos se hacen más sensibles los problemas de abastecimiento de agua por parte de la Fábrica de Armas de Toledo. Ya en 1896 “el Ministro de Fomento en Real Orden de fecha 13 de octubre de 1896 manifiesta al de la Guerra de que por los gobernadores de las provincias de Madrid, Guadalajara y Toledo se adoptarán, oyendo a los ingenieros jefes, las medidas conducentes a evitar que se distraigan aguas del Tajo con perjuicio del caudal a que tiene derecho la Fábrica de Armas de Toledo” . El coronel director de la Fábrica de Toledo se queja de la falta de agua especialmente por las tardes y a partir de la segunda quincena de agosto. Iguales reclamaciones se producen en 1896 y 1897. A principios del siglo XX la energía será necesaria para la central hidroeléctrica de Azumel que junto con la central de Vapor y la central de Reserva su-

ministraban la energía necesaria para el funcionamiento del conjunto. Cuando la Fábrica se rehabilite para campus universitario, la energía del agua se tomará del canal de Carlos III, ahora no como energía mecánica, sino como energía térmica capaz de suministrar el calor y frío que necesitan las bombas de calor, que se distribuye a cada una de las naves, convertidas en espacios universitarios . Y junto a ello, su ubicación en la proximidad del río y la disponibilidad de amplios espacios ha ido generando una vegetación en la que se ha insertado la instalación industrial como en su paisaje natural. La vegetación de borde de ribera, las dos islas del río junto a las centrales de Azumel y del Ángel y el tratamiento de diferentes especies en el interior de la “ciudad industrial” han ido conformando un espacio de grandes dimensiones en el que la arquitectura de ladrillo convive con amplios paseos de arbolado y zonas singulares de plazas y espacios comunes junto al edificio de Sabatini y al taller de cartuchería de pistola.

1.6. Un espacio para las personas. La vida en el interior de la fábrica y su relación con la ciudad. La Fábrica de Armas ha sido una instalación de gran interés para la ciudad de Toledo por muy

Nave de material quirúrgico, hoy Escuela de Arquitectura.

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diversas razones. Las dimensiones y producción de la Fábrica hacen que las instalaciones requieran en sus mejores momentos la presencia de más de mil doscientas personas trabajando en la misma. Ello es altamente significativo para la ciudad de Toledo de manera que en torno a un 15% de las familias toledanas tenían alguien trabajando en la instalación. La sirena de entrada y salida del trabajo se oía en toda la ciudad para la cual era importante su actividad. Las instalaciones del conjunto fabril adquieren la estructura de una ciudad que, por su carácter militar, permanecen opacas al resto de la ciudad. Economato, escuela de aprendices, viviendas de oficiales y obreros, enfermería y quirófanos dan idea de un conjunto que tiene un alto nivel de autonomía vital y en cuyo conjunto muchas personas desarrollan toda su vida. La Fábrica es a la vez elemento esencial para el resto de la ciudad. Las celebraciones de la festividad de Santa Bárbara se desarrollan para toda la ciudad. Los programas de fiestas elaborados en la imprenta de la Fábrica indican una actividad que llenaba la ciudad de Toledo. La presencia de los técnicos militares, la vinculación a la Academia de Artillería de Segovia y la presencia de numerosas personas que han pasado por la Escuela de Aprendices o por los talleres de la misma en algún momento han establecido una vinculación social entre la ciudad y la Fábrica de Armas. La vida del conjunto de la Fábrica de Armas está así íntimamente relacionada con la vida de la ciudad de Toledo. Su presencia física, su actividad y su dinámica económica y social han sido durante muchos años referentes urbanos. Ahora, iniciada la actividad universitaria, de nuevo muchas familias se vinculan con la ciudad industrial junto al Tajo. La arquitectura surge así ligada a la vida de las personas, inicialmente a la actividad productiva y


que su tecnología va quedando anticuada, en los finales del siglo XX, hasta que se decida definitivamente su cierre. El final de la actividad de la Fábrica de Armas fue un proceso complejo por los problemas sociales que generaba su cierre. Más de mil trabajadores de la Fábrica fueron recolocados, jubilados anticipadamente o trasladados a otras ciudades para poder llevar a efecto el cierre del conjunto. El Ministerio de Defensa cedió las instalaciones al Ayuntamiento de Toledo a cambio de la recalificación urbanística de los terrenos que poseía en la zona exterior y que podían permitir la construcción de un importante número de viviendas. Una vez aprobada la modificación de planeamiento urbanístico que permitía la construcción de viviendas y uso comercial se cede protocolariamente a la Universidad de Castilla-la Mancha el conjunto de la Fábrica de Armas para ubicar allí el Campus Tecnológico Universitario.

Taller de forja, hoy Instituto de Medio ambiente.

ahora a la vida docente e investigadora de la Universidad.

1.7. El final de la etapa productiva La Fábrica de Armas se encuentra en los años 30 en un momento de producción intensa y así lo recoge el documento de “Plantilla mínima que se propone para la Fábrica de Toledo” en Agosto de 1932. En estos momentos hay unas 1.200 personas trabajando en la Fábrica de Armas de Toledo. Los primeros gobiernos franquistas orientan su política industrial “por exigencias de orden militar dando prioridad a la guerra y orientán-

dose a sustituir la importación de aquellos productos juzgados como imprescindibles para librar con éxito un conflicto armado”. En 1950 España seguía en cabeza de la Europa capitalista en esfuerzo militar con el 32 % del gasto absorbido por la preparación de la guerra . En los años ochenta se volverá a replantear la situación de la Fábrica de Toledo en el contexto de la fabricación nacional . La empresa Santa Bárbara se cuestiona la necesidad de las instalaciones de Toledo que, poco a poco, va viendo reducidos sus efectivos personales, a la vez

2. Un nuevo paisaje industrial. 2.1. De fábrica de armas a campus universitario. La Fábrica de Armas constituye un conjunto urbano singular. Frente a la construcción de instalaciones fabriles que de una forma muy rápida han modificado el territorio y su entorno aquí la implantación se ha realizado a lo largo de un largo periodo temporal. Casi dos siglos de actividad y de trasformaciones han consolidado una ciudad industrial vinculada a la ciudad próxima. La rehabilitación del conjunto como campus universitario plantea el mantenimiento de las edificaciones existentes y la ubicación en cada uno de los edificios de los usos más acordes con su realidad construida. Se ha estudiado detenidamente cada uno de los edificios proponiendo las medidas de recuperación y las adaptaciones necesarias a cada nuevo uso. Todo ello integrado en una estructura urbana PATRIMONIO INDUSTRIAL | 23


definida a lo largo de los años y como consecuencia de las diversas ampliaciones que va experimentando el conjunto fabril. La rehabilitación de la Fábrica de Armas tiene en cuenta la conservación de la trama urbana existente con sus trazados viarios y su configuración general, especialmente en lo relativo al tratamiento vegetal de la zona. Se estudia el tratamiento del río como espacio singular próximo, de borde de la ciudad, que ha servido para usos industriales y que posee características ecológicas singulares en muchos de sus puntos así como la comunicación de esta zona de la ciudad con el resto: ciudad histórica y barrios circundantes. La rehabilitación de los edificios existentes, con su necesaria actualización para los nuevos usos, con la introducción de los requerimientos tecnológicos necesarios en las propias edificaciones y en los servicios urbanos, se realiza manteniendo 24 | LLÁMPARA

Taller de cartuchería de pistola, rehabilitado como Biblioteca.

Escuela de aprendices rehabilitada como Pabellón Polideportivo.


la imagen industrial y los valores esenciales de la arquitectura. La rehabilitación del edificio Sabatini como edificio departamental y de laboratorios de investigación recupera su estructura general con los dos patios principales, el canal de Carlos III se vuelve a dejar visto con la presencia del agua como elemento esencial de su proyecto inicial . Las grandes naves se han recuperado manteniendo su estructura vista y su imagen global exterior e interiormente como ocurre en el Taller de Cartuchería de pistola rehabilitado como Biblioteca general del campus o el Taller de Cartuchería de fusil rehabilitado para comedor cafetería y salón de grados. Se incorpora en ocasiones la nueva arquitectura conviviendo con la existente como en el taller de Fundición hoy Módulo acuático con piscina cubierta y otros usos deportivos o el Taller de Forja hoy Instituto de Medio ambiente. El proceso de rehabilitación se ha desarrollado en estos doce últimos años de forma continuada e intensa. Los edificios de almacenes se recuperan como aularios y laboratorios, el taller de cartuchería de fusil se convierte en cafetería-comedor y salón de grados y la nave de fabricación de material quirúrgico se rehabilita para aulas, seminarios e Instituto de Nanotecnología y Nanociencia. Queda por recuperar la zona situada a la izquierda de la entrada de obreros que se iniciará en los próximos meses y la zona de polvorines que se dedicará a espacios para la investigación en temas de medio ambiente. La ciudad industrial se ha convertido en la ciudad del saber manteniendo los elementos esenciales de la arquitectura existente, que, en su sobriedad y valores iniciales, convive de forma adecuada con los nuevos usos de docencia e investigación.

2.2. Rehabilitación con criterios de sostenibilidad. Desde la Universidad se acuerdan los criterios básicos para conformar un campus bio-

Alumnos en la Fábrica de Armas.

Alumnos en la Fábrica de Armas. / FOTO DEL AUTOR

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a rehabilitación de los edificios de la antigua Fábrica de Armas como campus universitario de la Universidad de Castilla-La Mancha ha supuesto el mantenimiento de sus estructuras constructivas básicas y un nuevo uso que conserva y mantiene vivas sus instalaciones.

climático, con energías renovables o no contaminantes, un ciclo integral del agua y planteamientos urbanísticos respetuosos con el medio ambiente del lugar definido por la presencia del rio y la vegetación consolidada en el conjunto. Se instala un sistema centralizado de climatización con bombas de calor agua –agua (tomada del canal de Carlos III) que distribuye el calor y el frío a través de una red subterránea con galería de más de un kilómetro de trazado inicial. Una planta de cogeneración y otra de absorción completan el sistema térmico.

Todas las instalaciones se han localizado en la nave de antiguos garajes hoy utilizada como Central Térmica. A esta energía se ha sumado la instalación de paneles solares térmicos y fotovoltaicos instalados especialmente en los edificios de uso deportivo . En un futuro podría ponerse en marcha también la central hidráulica de Azumel completando así un conjunto de usos energéticos. En cuanto a las instalaciones de depuración de aguas se ha construido una EDAR (Estación Depuradora de Aguas Residuales) en el interior de la antigua nave PATRIMONIO INDUSTRIAL | 25


Vista aérea del conjunto 2007.

de reparación de material, donde también se ubica una planta potabilizadora (EDAP). Una red de fibra óptica recorre todo el campus para llevar las instalaciones de telefonía y de voz y datos. El tráfico de vehículos está restringido en el interior del conjunto a servicios internos creando grandes superficies de aparcamientos en el exterior. La Fábrica de Armas no es solamente un conjunto de edificios sino que constituye una estructura urbana singular. La ciudad industrial que allí ha surgido desde finales del siglo XVIII es la “otra ciudad histórica” de Toledo, que requiere tratamientos urbanísticos cuidados y acordes con las construcciones existentes. Se han rehabilitado ya más de 38.000 metros cuadrados de edificios que han consolidado un 26 | LLÁMPARA

campus universitario con unos 4.000 alumnos que desarrollan su actividad en esta ciudad industrial rehabilitada y así conservada y mantenida como testimonio de dos siglos de historia. La Fábrica de Armas ha sido declarada conjunto histórico el 2 de marzo de 2010 (DOCM 10.03. 2010).

3. Paisajes de la Vega Baja. 3.1. El Plan Director de la Vega Baja de Toledo. En el convenio entre el Ministerio de Defensa y el Ayuntamiento de Toledo para la cesión de los terrenos de la Fábrica de Armas se recalificaban los espacios exteriores próximos a la Fábrica para construir allí 1.000 viviendas y equipamientos comerciales. Una vez consolidado

el cambio del Plan General de Ordenación Urbana, el Ayuntamiento de Toledo vuelve a comprar al Ministerio de Defensa los terrenos y elabora un nuevo planeamiento urbanístico con 1.300 viviendas. Se adjudica la ejecución de las mismas a una serie de cooperativas y promotores y se inician los trabajos previos de excavación arqueológica. La importancia de los restos arqueológicos encontrados, correspondientes a la época visigótica, y una nueva reflexión sobre el paisaje y el urbanismo de la ciudad llevan a la paralización del proyecto por parte de la Comunidad autónoma que a través de la empresa pública Toletum visigodo inicia una nueva gestión del territorio. El desarrollo de La Vega Baja debe entenderse en el contexto general de la ciudad de Toledo que ha ido ocupando el territorio de forma muy diferente y en etapas también muy diversas. Su gran superficie y su ubicación requieren una reflexión sobre cómo debe establecerse la relación de la Vega Baja con la ciudad construida en su entorno. La existencia de estructuras ciudadanas de uso actual como los conjuntos residenciales y el campus universitario requieren accesos racionales que los comuniquen con el resto de la ciudad. Y por otra parte, hay que analizar cómo se integra en la dinámica del entorno de una ciudad que ha tenido un desarrollo disperso y atomizado. Hay que articular los diferentes espacios de vida que han relacionado al hombre con su medio natural y al “incesante reinicio de la institución de su comunidad” . Para analizar el futuro de este espacio se ha elaborado un Plan Director que ha estudiado una zona de 1.5000.000 metros cuadrados que se consideran como un gran espacio verde en el que el yacimiento arqueológico tiene un papel esencial. La Fábrica de Armas, convertida en campus universitario, se establece ahora como un referente


Detalle de los mosaicos de la Villa romana de la Fábrica de Armas.

Detalle de los mosaicos de la Villa romana de la Fábrica de Armas. / FOTO DEL AUTOR

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l descubrimiento, de forma fortuita, en 1923 de los mosaicos romanos de la Fábrica de Armas da idea de la importancia arqueológica de la zona con importantes restos romanos y ahora una gran estructura de época visigoda que se mantendrá hasta el siglo X.

esencial de la dinámica de este espacio urbano. La actividad del espacio fabril rehabilitado y recuperado para la vida ciudadana es elemento prioritario del desarrollo de esta parte de la ciudad, del territorio en el que se sitúa. La Fábrica que a finales del siglo XVIII se convirtió en referente de un territorio vacio ahora es componente esencial de la dinámica

de la zona en su actividad docente e investigadora.

3.2. Paisajes de la Vega Baja. La Fábrica de Armas campus universitario como referencia. La Vega Baja de Toledo ha sido el lugar de una parte importante de la historia de la ciudad de Toledo . En la actualidad la presencia del gran yacimiento

arqueológico, testimonio de la cultura material de otros momentos puede, y debe ser, un instrumento de revitalización de esta parte de la estructura urbana. La presencia de la arqueología en su interior ofrece una oportunidad de estudio y de análisis de la interacción de elementos tan diversos como el urbanismo, el paisaje y los equipamientos urbanos para encontrar el equilibrio de todos ellos y la vitalidad que cada uno de ellos puede introducir en el conjunto. La cultura convierte el territorio en paisaje. El paisaje es esencialmente cultural. Como afirma el artículo 9 de la Carta de Cracovia: “Los paisajes como patrimonio cultural son el resultado y el reflejo de una interacción prolongada en diferentes sociedades, entre el hombre, la naturaleza y el medio ambiente físico. Son el testimonio de la relación del desarrollo de comunidades, individuos y su medio ambiente físico. En este contexto su conservación, preservación y desarrollo se centra en los aspectos humanos y naturales, integrando valores materiales e intangibles”. La integración de paisajes con valores culturales requiere el establecimiento de vínculos con el habitat construido de la ciudad próxima que en el caso de Toledo es muy diverso. Es la ciudad industrial construida desde el siglo XVIII al XX en la Fábrica de Armas, es el poblado obrero edificado como residencia de trabajadores de la misma fábrica y es el desarrollo iniciado en el siglo XX en el eje de la Avenida de la Reconquista. “La conservación integrada de paisajes arqueológicos y estáticos con el desarrollo de paisajes muy dinámicos, implica la consideración de valores sociales, culturales y estéticos”. Un conjunto de valores que deben integrarse, a pesar de su amplitud, en una unidad en la que convivan la arqueología con la actividad cotidiana de la sociedad y sus necesarios equipamientos PATRIMONIO INDUSTRIAL | 27


Plan Director de la Vega Baja de Toledo.

sociales y una dinámica cultural que vaya desde lo universitario a la presentación, estudio, investigación y divulgación del importante patrimonio histórico del lugar. La Fábrica de armas de Toledo es un elemento esencial del paisaje cultural de la Vega Baja, porque “paisaje cultural es la huella del trabajo sobre el territorio, algo así como un memorial al trabajador desconocido”. n Bibliografía y fuentes de información VÁZQUEZ GONZÁLEZ, Alfonso, y GONZÁLEZ MARTÍN, Juan Antonio,

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coord. (1992), “La meseta toledana y el valle medio del Tajo”, en VVAA, Guía de Castilla-la Mancha. Espacios naturales, Toledo, JCCM, p 373 y ss. Plano que demuestra la parte accesoria donde se han de colocar las Máquinas de afilar y lustrar las armas en la Fábrica de la ciudad de Toledo. Este plano especifica en la leyenda A: Piezas donde están las máquinas. B: Por dónde viene el agua del río. C: Casa donde están las compuertas. D: Canal para el sobrante. E: Canal que dirige el agua a la máquina. F: Ruedas de la máquina.... I: Ruedas de afilar. J: Escalera. L: Alcantarilla para devolver el agua al río. El “Plano 2º que demuestra la parte accesoria donde se han de colocar las

Máquinas de Afilar y Lustrar las Armas en la Fábrica de la ciudad de Toledo”. Y otro con los perfiles del recorrido del agua titulado: Plano de la Real Fábrica de Armas en la Vega de la ciudad de Toledo.”! RABANAL YUS, Aurora, (1988), “El reinado de Carlos III en la Arquitectura de las Reales fundiciones Españolas”, Revista Fragmentos nos. 12-13-14, Junio, 1988, pp. 103-113. ALBILLOS MOZO, Santiago, (1982), “Historia de la fábrica de armas de Toledo”, en VVAA, Fábrica Nacional de Armas de Toledo. Bicentenario de la Fábrica Nacional de Armas de Toledo 1780-1980, Toledo, p 130. MIRANDA CALVO, José, (1982), “La Real Fábrica de Espadas de Toledo en


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Los invernaderos como patrimonio industrial de Westland: la transformación del paisaje y la sociedad rural. JUAN MARCOS RODRIGUEZ DIAZ. Arquitecto en Mecanoo Architecten, Países Bajos

La Revolución Industrial neerlandesa se caracteriza por el extremo desarrollo de su sistema agrario. Las nuevas técnicas agrícolas transformaron el paisaje de polder y granjas en un campo industrializado de invernaderos con chimeneas en una de las intervenciones humanas más drásticas del país. El territorio de Westland, conocido también como Glazenstad, no es solo un conjunto de invernaderos, es el una muestra del proceso de evolución de una sociedad rural a una industrial a consecuencia de la continua adaptación del pueblo neerlandés a las condiciones climáticas y naturales del territorio que habitan. El territorio que forman los Países Bajos se encuentra separado del Mar del Norte por una gran duna a lo largo de toda la costa. Desde lo alto de esta buena atalaya se percibe y se comprende que ocurre en las tierras del delta que quedan protegidas detrás. En la zona de Westland, no lejos de La Haya y Rotterdam, la panorámica que se ofrece es especialmente impactante: a un lado el océano, al otro un mar de cristal conocido como Glazenstad, literalmente la ciudad de cristal, o ciudad de los invernaderos. Aquí se encuentra uno de los paisajes más complejos que el país puede mostrar; además de la trasformación del territorio derivada de la lucha por

Glazenstad. / J. MARCOS RODRIGUEZ

mantener el territorio y protegido del agua, también se muestra la evolución de un espacio agrario proto-industrial a un espacio agrícola intensivo, cuya apariencia asemeja más un complejo industrial compuesto de cientos de invernaderos. La imagen parece más un escenario de ciencia ficción que la típica imagen bucólica que evoca del polder holandés: aquí ya no hay vacas y los pocos molinos que quedan apenas destacan en el horizonte. En Westland los símbolos son otros; la adaptación neerlandesa al clima y al medio se hace en esta zona mucho más tangible. Además del eterno esfuerzo nacional por

< C onjunto de invernadero tipo kniekas, ketelhuis y chimenea. Poeldijk. / J. MARCOS RODRIGUEZ 2011.

conser var el terreno seco, se lucha además por conseguir una producción de fruta, verduras y flores, que por motivos de latitud y climatología serían imposibles. Aunque la actividad principal aquí no es específicamente industrial los procesos que inter vienen en la horticultura de la zona si lo son plenamente: infraestructura y medios de transporte, energía, edificaciones... Especialmente el paisaje que se muestra asemeja ser una conjunto de fábricas: los penachos de humo de las chimeneas, las grandes tuberías de agua, el continuo tráfico de camiones; incluso durante la noche la PATRIMONIO INDUSTRIAL | 31


luz artificial que emana de los invernaderos compite en magnitud con la de las refinerías e instalaciones del Europoort. Las sucesivas generaciones de habitantes de Westland han sabido adaptar la agricultura ya no solo al contexto geográfico y climatológico, sino también a las condiciones económicas y la demanda de cada período. La actividad es esencialmente la misma que hace dos siglos, pero el proceso de obtención de alimentos ha generado toda una industria que poco tiene que ver con la agricultura tradicional. Esta evolución y todos sus avances son perceptibles en un simple paseo en bicicleta: diferentes elementos históricos conviven en perfecta armonía en un espacio continuamente cambiante, que se renueva frecuentemente, activo y adaptándose a las nuevas limitaciones que el mercado impone. Hoy en día de igual modo que los molinos o las iglesias de la zona, las antiguas chimeneas de ladrillo siguen siendo un testimonio vertical de la historia, el ejemplo aún vivo y en continuo proceso de mutación que muestra el patrimonio industrial y social de sus habitantes, una seña regional de identidad que también muestra la evolución económica e industrial de los Países Bajos.

Situación de Westland. Se aprecian perfectamente los invernaderos en la imagen aérea.

el área al sur de La Haya. Esto es debido en parte a que la zona interior de la región presenta un sustrato superficial que ha sido formado por el continuo sedimento de limos depositado por los ríos Rijn y Maas, creando un terreno muy fértil que además se encuentra protegido de forma natural por un cinturón arenoso en el borde del mar. Ambos eran muy apropiados para el cultivo, pero su combinación los hacía más idóneos: el interior de Westland fue enarenado a partir de 1860 con parte del sistema dunar que fue llevado a las turberas mediante barcos, cubriendo las tierras húmedas y

creando un buen substrato para la horticultura, en una colosal tarea de transformación del territorio, de aproximadamente 1000 ha de extensión y 5 millones de metros cúbicos de arena. Este primer cambio sentó las bases de una agricultura más intensiva que con la Revolución Industrial trajo la aparición de los primeros invernaderos, los cuales tuvieron una primera incidencia relativamente discreta en el paisaje. Siempre asociados a una granja, y de pequeñas dimensiones, eran parte de la unidad agrícola junto a otros elementos tradicionales como la casa o el granero. La

1. De la granja al paisaje industrial: el proceso de transformación del campo agrícola en un actividad industrial. Existen ciertas condiciones geográficas y geológicas que determinaron desde un primer momento el desarrollo agrícola de Westland. La proximidad del mar proporciona un clima ligeramente más suave que el de las tierras interiores del país, así como un incremento en las horas de sol anuales al encontrarse barrida la zona por el viento que limpia las habituales brumas del delta holandés. Desde la Edad Media existe constancia de huertos y haciendas en Tradición, eficiencia y modernidad: las ovejas pastan en los pocos espacios no ocupados por los invernaderos. / J. MARCOS RODRIGUEZ. 2011. 32 | LLÁMPARA


escala de los mismos guardaba proporción con las construcciones propias de la hacienda, y podía ser considerado un elemento de percepción horizontal. Con el cambio de siglo su uso se generaliza y comienza a ser el elemento dominante del paisaje, tanto en extensión como en altura. Sus dimensiones verticales no han dejado de crecer a lo largo de su historia; en una zona en la que las diferencias en el terreno suelen ser de centímetros, el crecimiento en metros de las edificaciones es mucho más considerable. Pronto la granja como unidad productiva pasa a ser un elemento secundario en el paisaje, hasta el punto de que hoy en día las viviendas y los antiguos graneros parecen elementos aislados y marginales en el paisaje, ocupando los pequeños intersticios entre invernaderos. Como nuevo elemento principal de la unidad productiva es ahora el que requiere de construcciones auxiliares: balsas de almacenamiento de agua, generadores, aparatos de refrigeración, tuberías, etc... Todos ellos han sido desde sus orígenes elementos más próximos a la escala industrial y urbana que a la rural. Tanto invernadero como edificios auxiliares han perdido la relación con las construcciones y materiales tradicionales: son identificados por su carácter tecnológico y la predominancia de materiales metálicos (aluminio, acero…) así como la abundacia de vidrio, la nueva paleta de colores es la propia de un entorno industrial. Aunque el paisaje del centro de los Países Bajos se encuentra ya de pos sí altamente transformado (en referencia al paisaje de polder, tierra drenada o ganada al mar) en el caso de Westland, esta transformación presenta un índice de transformación mucho más alto. El clásico paisaje rural del Randstad (nombre del área urbana central holandesa) se compone de grandes espacios abiertos pol-

Glazenstad. Vista aérea de los invernaderos de Westland. circa 1926.

derizados, que se caracterizan por granjas aisladas y pequeños grupos de árboles. En el horizonte siempre se observa la línea del dique que marca el fin de la unidad paisajística. Tras él en ocasiones se aprecia el skyline de alguna de las ciudades principales, o en su defecto la silueta del campanario o del molino de la población más cercana. El perfil de Westland hace décadas que no responde a estos patrones. Primero fueron los fruitmuur (muros que resguardaban los árboles frutales) los que cerraban las visiones abiertas (generalmente los muros de cierre no son comunes en los Paises Bajos, los sustituyen pequeños canales limitan las parcelas, permitiendo siempre una panorámica abierta sobre el entorno) para posteriormente ser los invernaderos los que cubrían de vidrio los espacios abiertos. Las chimeneas usadas para calefactar los mismos comenzaron a destacar en el horizonte y a competir con los antiguos hitos verticales. En el primer tercio del S.XX el paisaje de Westland no parecía muy diferente del de las periferias industriales de las ciudades inglesas. Actualmente las vetustas chimeneas de ladrillo han sido sustituidas por otras más estilizadas, pero siguen siendo el elemento vertical dominante. Los diques escondidos tras el perfil quebrado de los invernaderos han perdido su predominio sobre la horizontal: a duras penas las cubiertas inclinadas de algunas casas se alzan entre el mar de cristal. Las antiguas

perspectivas abiertas del campo holandés se han transformado en estrechos corredores (a menudo cursos de agua) que focalizan las vistas hacia un horizonte que suele quedar cerrado por otro invernadero. Desde las zonas adyacentes, fuera de los límites municipales de Westland, la visión es la de un muro plano de vidrio que cierra el municipio cual muralla. En los días fríos de invierno las columnas de humo siguen siendo referente en la zona; a ello hay que sumar los haces de luz que lanzan al cielo durante la noche. No solamente el paisaje ha sido transformado, la estructura del territorio y las tramas urbanas han modificado sus hechuras tradicionales. Las vías de transporte, tanto las de nueva construccion como las que aún mantienen su trazado histórico responden desde hace décadas a las necesidades de los invernaderos; primero fueron los canales, puertos y ensenadas, ampliados y dragados para el transporte de hortalizas en barcazas; hoy en día son las autopistas y carreteras que deben dar servicio al volumen de mercancías que se mueven a diario dentro del territorio y hacia el exterior. Si la infraestructura tradicional de la región se realizaba mediante vía acuática (en los años sesenta aún el 40% de las explotaciones era accesible unicamente a pie o mediante barca) en la actualidad la red de carreteras se ha incrementado para que todos los invernaderos sean accesibles mediante tránsito rodado. Los invernaderos han transformado de tal modo el paisaje y el territorio de la región que pueden ser considerados dentro de Holanda como una unidad paisajística propia y característica de Westland: una actividad industrial que ha configurado y caracterizado tanto el paisaje físico como el humano del mismo modo que en otras regiones lo hicieron las extracciones mineras y las fábricas. El paisaje PATRIMONIO INDUSTRIAL | 33


Invernadero tipo Platglas. Circa 1930.

agrícola ha perdido aqui casi todas sus características, de forma paralela la agricultura ha ido paulatinamente perdiendo las suyas hasta transformarse en la industria de hoy en día. Se puede considerar industria al conjunto de actividades colectivas de producción de bienes a partir de materias primas con el concurso del trabajo y del capital. Agricultura es el conjunto de técnicas y conocimientos para cultivar la tierra, lo cual engloba los diferentes trabajos de tratamiento del suelo y los cultivos vegetales. Ambas actividades transforman el ambiente natural y el paisaje para adaptarlo a la producción. La agricultura de invernadero surge entre medias, se trata de una actividad agrícola adaptada a las necesidades de consumo de la era industrial. Gracias a los adelantos que ésta le ha facilitado, el cultivo de frutas y hortalizas se ha ido convirtiendo en una actividad de producción masiva, que aún no siendo una transformación directa de materias primas en productos elaborados si que se vale de los procesos típicos que caracterizan la actividad industrial. Es un proceso que puede ser considerado como complemento de la industrialización: aunque también entran en juego otros factores diferentes, la deman34 | LLÁMPARA

da de la sociedad de consumo industrial de más productos es la base de la modernización agrícola. Los invernaderos son edificios eficientes, organizados para producir un máximo de productos y donde el trabajo se encuentra completamente organizado y jerarquizado. Desde los invernaderos más primitivos existía una estricta organización del trabajo que requería de material específicamente diseñado para recolectar la cosecha de forma ordenada y seriada: esta maquinaria variaba desde escaleras mecanizadas especiales a vagonetas para el transporte entre invernaderos. Como complemento a esta mecanización

se podría añadir que la mayoría de las características que son aplicadas a establecimientos industriales se encuentran en los invernaderos: intercambiabilidad, serie y repetición (todos las construcciones responden a soluciones arquitectónicas similares, idénticas cualidades) comercio, técnica, funcionalidad, racionalidad... Existe además un complejo sistema de producción y distribución que se extiende desde la siembra hasta la subasta del producto, cada función de la cadena posee unas características propias, realizadas por diferentes personas y en edificios diseñados especialmente para éstas funciones. La producción de frutas y verduras ya no necesita de las fuentes naturales de energía: además del sol las plantas de los invernaderos han sido dependientes de la energía desprendida de diferentes combustibles, evolucionando paulatinamente del consumo de carbón y de fuel, al gas natural. Hoy en día y más que nunca quizás se hace más obvio que la frontera entre industria y agricultura ha desaparecido. Desde la introducción en los años 70 de los cultivos hidropónicos (consistente en el cultivo que cambia el suelo tradicional por soluciones minerales) las plantas ya no necesitan incluso de tierra para

Transporte fluvial de mercancías a través de la Nieuweweg camino de la subasta de Poeldijk.


poder ser cultivadas; la relación primigenia suelo-agricultura ha desaparecido completamente.

2. La adaptación del sistema agrícola a la nueva sociedad industrial: el desarrollo histórico del invernadero. El uso de invernaderos se remonta a los tiempos romanos. Fue el Emperador Tiberio (que necesitaba pepinos para comer diariamente por prescripción médica) el que sentó la base de los primeros “invernaderos”: se trataba de macetas apoyadas sobre ruedas, para que pudieran transportarse fácilmente del exterior al interior, aprovechando al máximo las horas de sol y resguardando las plantas de los rigores invernales. Mucho más tarde, en el siglo XV, aparecen las orangeries francesas. En ellas se cultivaban frutales propios de otros climas, en particular naranjas y limones debido a sus propiedades medicinales. Estos pabellones formaban parte de los jardines de los ricos mercaderes que mantenían relaciones comerciales con países de ultramar. Varios siglos más tarde, reyes y nobleza se interesaron por estas construcciones, destinándolas al cultivo de plantas exóticas recogidas en otras latitudes. Con la Revolución Industrial el concepto de cultivo de invernadero comienza a modificar la agricultura tradicional. Numerosos factores, propios de la nueva sociedad y cultura industriales motivaron que la región de Westland comenzara a desarrollar una particular industria agrícola en torno al principio del cultivo de hortalizas y frutales en espacios cubiertos que incrementasen las condiciones de soleamiento y protección del clima. La industrialización de los Países Bajos se desarrolló de forma diferente a otros países: no se tradujo en un paisaje de chimeneas humeantes de la misma forma que sus vecinos Alemania, Bélgica o Reino Unido. La particular situación so-

Paisaje casi industrial en los alrededores de De Lier. / J. MARCOS RODRIGUEZ 2011

cial, cultural y económica del país provocó que el proceso fuese más lento y tardío en el tiempo. Asimismo los primeros sectores industriales en desarrollarse fueron diferentes. A mediados del S.XVIII Amsterdam seguía siendo un floreciente centro de negocios y comercio, donde el recuerdo de la Edad de Oro aún seguía presente; en las provincias los granjeros vivían del cultivo de patatas y flores, de la fabricación de queso y leche... Durante el S.XIX las grandes empresas navieras y

astilleros ya habían encontrado sus horas bajas y las antiguas actividades textiles de ciudades como Leiden, Delft y Haarlem se encontraba particularmente sumidas en crisis. Solamente los delicados tejidos artesanales de seda podían competir en aquel momento con la dura competencia que las nuevas fábricas británicas ofrecían. A pesar de que la sociedad holandesa poseía ciertos factores que podían potenciar una pronta industrialización (un alto grado de alfabetización y de cultura o una red

Veilinggebouw en Naadlwijk, subasta de frutas. Alrededor de 1960.

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hidráulica desarrollada largamente en el tiempo que favorecía el comercio y el transporte de mercancías) ésta no dispuso de un capital suficiente para el desarrollo de nuevas fábricas e industria. Las nuevas tecnologías inglesas se expandieron de forma irregular y lenta. Los Países Bajos habían desarrollado desde hacía siglos una avanzada y sofisticada infraestructura hidráulica, basada en una red de diques y canales que junto a sistemas de bombeo mantenían seco el terreno y protegido a la vez del Mar del Norte y de los ríos que formaban su delta. Desde el S.XVI los molinos habían desarrollado un papel importante en las economías locales: producían muy diferentes bienes de consumo como harina, mostaza, papel, alcohol... Adquirieron una especial importancia para el país cuando fueron inventados los molinos capaces de serrar madera. El desarrollo del comercio holandés con las colonias de las Indias Occidentales y Orientales y su posicionamiento como potencia naval mundial no pudieron ser posibles sin la fuerza motriz de los molinos sierra que permitían cortar la madera necesaria para la construcción de barcos. Hasta mediados del S.XIX esta fuerza no fue utilizada para diferentes propósitos. El esfuerzo en el diseño e innovación en maquinaria servía siempre a fines hidrológicos, con lo cual el grueso de la inversión nacional se encontraba casi siempre destinado al mantenimiento de la infraestructura hidráulica. De forma lenta la industrialización neerlandesa comenzó su andadura en la década de 1860. Nuevas fábricas textiles fueron establecidas en las regiones de Noord Brabant y Twente. Los principales puertos fueron ampliados mejorando sus conexiones con el Mar del Norte: de esta forma Rotterdam se vió directamente beneficiado por los tráficos comerciales

Sistema de railes para el transporte interno de mercancía en un invernadero en Wateringen, años 70.

metalúrgicos procedentes de la cuenca del Rhur a través de los ríos Maas y Rijn. Aunque el ferrocarril se desarrolló principalmente en la segunda mitad del S.XIX la mayoría del transporte de bienes y mercancías continuo realizándose por agua a través de la extensa red interna de canales. A finales de siglo comenzaron también algunas extracciones mineras en la región meridional de Limburg, no obstante no fueron nunca grandes explotaciones y no conllevaron el asentamiento de grandes industrias adyacentes debido al alto coste de su extracción. La convergencia de todos estos factores implicó que la mecanización del país solo

mejorase de forma discreta. Solamente la periferia neerlandesa sufrió una tímida industrialización, el resto del país optó por otras vías, prefirió incrementar su productividad y mejorar el proceso de obtención de sus bienes agrarios. Se construyeron nuevas destilerías de alcohol, fábricas de cerveza, de azúcar y mantequilla, queso y carne que comenzaron a ser exportados a Reino Unido. Mucha s de éstas pequeñas firmas de procesado de productos fueron adquiriendo importancia y han llegado a ser grandes firmas mundiales: “Bataafsche Petroleum Maatschapij” de Rotterdam, (actual Shell) procesaba y refinaba aceite a las colonias, la firma farmacéutica Akzo Nobel resultó de la fusión de pequeñas manufactureras locales de Groningen y Phillips fue en sus inicios una modesta fábrica de bombillas en Eindhoven. Paralelo a este proceso de industrialización se produjo un moderado crecimiento poblacional y de urbanización del Randstad, las pequeñas ciudades holandesas empezaron a agrandarse (manteniéndo una pequeña escala en comparación con las grandes urbes europeas de la época) y pronto fueron necesarias nuevas infraestructuras para el suministro de bienes de consumo, entre ellos alimentos básicos como frutas y hortali-

Dársena para recepción de mercancías en la subasta de Naaldwijk. 36 | LLÁMPARA


Máquina clasificadora de fruta. Westland museum. / J. MARCOS RODRIGUEZ 2011.

zas. El incremento de la población fue bastante espectacular teniendo en cuenta las dimensiones del país (más de tres millones a lo largo del S.XIX). Al aumento de la población hay que sumar el incremento del poder adquisitivo de la nueva sociedad industrial europea que comenzó a diversificar la variedad de alimentos de la dieta básica de carbohidratos, demandando productos más diversos y frescos como carne, huevos, derivados lácteos además de otros productos como azúcar y flores. Los agricultores y granjeros holandeses supieron colocar sus empresas rápidamente en el nuevo mercado que la nueva sociedad estaba generando. Otra gran contribución al desarrollo de la agricultura por encima de otras industrias fue la liberación de los mercados europeos, comenzando con Reino Unido que desde mediados de siglo facilitaba las importaciones de productos. Los Países Bajos incrementaron sus exportaciones a medida que otros países vecinos adoptaron las mismas políticas que las islas británicas. El desarrollo de nuevas infraestructuras de transpor te también posicionó los productos

holandeses a lo largo y ancho del continente. La extensa red de canales nacional en el interior del país fue combinada con nuevas líneas marítimas regulares que permitían exportar los bienes agrícolas más efectivamente. El ferrocarril también se expandió en este período, pasando de 176 a 2160 km entre 1850 y 1890. Esta densa red de transporte combinada por tierra y agua no solamente favorecía la venta de productos hacia Reino Unido y Alemania (línea regular de ferry entre Londres y Rotterdam y conexión ferroviaria directa con el país vecino desde 1856), sino que permitía la penetración de nuevos productos (fertilizantes y abonos) y de maquinaria agrícola e industrial que favorecía a su vez un mejor desarrollo de los sistemas productivos agrícolas. Westland disponía por aquel entonces de amplias superficies cultivables, suelos fértiles y era fácilmente accesible desde ciudades (La Haya, Delft y Rotterdam) por vía fluvial, asimismo a los puertos y estaciones de ferrocarril que colocaban los productos rumbo a otros países. Las constantes nuevas necesidades de la sociedad industrial forzaron a los agricultores de la

zona a desarrollar nuevos sistemas de producción agrícola para abastecerlos. Así surgieron los primeros invernaderos de Westland. Los primeros ejemplares son adaptaciones locales y simples. La evolución de los mismos dio un salto alrededor de 1900, cuando el uso del carbón por un lado y el vidrio plano por otro, dió lugar a invernaderos más eficientes y calefactados: fueron las granjas de Maasdijk las que empezaron a incorporar calderas para calentar los invernaderos. Los sistemas de siembra, recolección y distribución fueron mejorados año a año y pronto la mayor concentración de horticultura e invernaderos del mundo se hallaba en Westland. Alrededor de 1926 la zona alcanzó su máximo esplendor con cientos de chimeneas a pleno rendimiento. Durante la Segunda Guerra Mundial los invernaderos siguieron produciendo, pero pronto la escasez de recursos y de energía, unido a los racionamientos dañaron la economía de la zona; el auge del invernadero sufrió un retroceso. Los años de posguerra introdujeron las calderas de combustible; lo cual se tradujo en una reducción de la mano de obra necesaria para mantener el invernadero calefactado. La escasez de la guerra también produjo nuevas tipologías, volviéndose los invernaderos cada vez más amplios y diáfanos, siempre gracias al avance en los materiales y a los requerimientos de la población. Las tormentas de 1972 y 1973 y la crisis del petróleo marcaron nuevos tiempos; diferentes investigaciones científico-técnicas y sistemáticas fomentaron la mejora e incremento de la producción de las explotaciones. En las últimas décadas la construcción de invernaderos no ha cesado a pesar de que la total extensión del término municipal se halla colmada de éstas construcciones; los ejemplares más antiguos son sustituídos PATRIMONIO INDUSTRIAL | 37


Ejemplo de fruitmuur recientemente deteriorado y con anuncio de próxima edificación en Monster /

J. MARCOS RODRIGUEZ 2011.

por otros más eficientes, en un contínuo proceso de mejora y modernización. De l a misma for ma que otras empresas nacidas de la revolución industrial neerlandesa, la exportación de frutas, flores y hortalizas coloca a los Países Bajos en una posición dominante a nivel mundial. La amplia especialización de los constructores de invernaderos y suministradores hace que los Países Bajos cuenten actualmente con más de 10.000 hectáreas en invernaderos, más de 150.000 empleados y beneficios anuales superiores a 4.5 billones de euros, considerándose pues como uno de los pilares económicos del país, que exporta el 80% de su producción al extranjero.

3. La evolución vertical del invernadero: arquitectura, tipología y materiales. Se pueden señalar tres momentos clave en la evolución de 38 | LLÁMPARA

los invernaderos: el abandono del muro como elemento portante, el inicio de su calefactación y el paso de la unidad individual al invernadero construido por unidades modulares. En sus orígenes cada granja disponía de un pequeño espacio de cultivo de hortalizas y frutas para uso doméstico siempre al abrigo de un pequeño muro de ladrillo que lo protegía del viento y de la orientación norte (los primeros fruitmuur). Estos muros se encontraban reforzados mediante contrafuertes para resistir el viento y el peso de los frutales, sujetos al mismo por un sistema de listones de madera oblicuos. Para proteger esta construcción de la lluvia se cubrían los muros con teja o baldosa plana. Dichos elementos fueron el primer abrigo para el cultivo de melocotones, peras, ciruelas, uva y albaricoques. El primer paso evolutivo consistió en cubrir los cultivos con pe-

queños vidrios que protegiesen los frutos de las adversidades. De este modo comenzaron a ser colocados espontáneamente los primeros schietramen, estructuras auxiliares formadas por un marco que sirve de soporte a pequeños paños de vidrio los cuales, en sus comienzos eran piezas reusadas de otras partes de la granja. Estos primeros elementos vidriados eran de carácter portátil e intercambiable ya que se apoyaban directamente en los fruitmuur. Además de incrementar el soleamiento y la temperatura, protegían los frutos de la nieve, las heladas, el viento y la lluvia, muy frecuentes en Holanda. El uso de los schietramen sientan las bases de los futuros invernaderos. La necesidad de más espacio cultivable supuso la introducción de un pequeño espacio cubierto y una pared de vidrio: esta construcción llamada muur met lessenaar ya requería de una es-


tructura más compleja y de carácter fijo, que aunque en sus orígenes era de madera, pronto fue transformada en hierro y acero importado desde Alemania. En muchas granjas existía también una versión plana de los lessenaar, los platkas o invernaderos planos, que eran pequeñas construcciones prácticamente a ras de suelo que protegían los cultivos con un pequeño muro perimetral cubierto con un paño de vidrio de un solo despiece. Agrupados en hileras estos invernaderos se encontraban siempre orientados de este a oeste para poder aprovechar más horas de luz. El limitado espacio que ambas construcciones ofrecían supuso la evolución al llamado medio-invernadero. Diferentes tipologías fueron desarrolladas, porque como proceso pre-industrial, cada uno de ellos era autoconstruido por su propietario, con diferentes medidas y dimensiones en función de los muros existentes. El muur met kopkas incorpora por primera vez ventanas que mejoran considerablemente las condiciones de ventilación del lessenaar, mucho menos permeable. La diferencia de altura en la sección propició por primera vez la incorporación de diferentes cultivos compartiendo el mismo espacio. Alrededor del cambio de siglo una nueva tipología de invernaderos fue introducida desde Bélgica, los llamada A-kas (la seccion era en forma de A). En ese punto los edificios ya se han disociado del muro y se convierten en estructuras completamente independientes, de sección triangular, fachadas y cubierta. La introducción de una estructura con ángulos intermedios transformó la sección y permitió más altura e incrementó el espacio cultivable en el interior: es el nacimiento del ijzeren kniekas (invernadero de hierro) Estas primeras construcciones completamente autoportantes pueden considerarse ya

Ejemplo de muur met kopkaas. circa 1900. Poeldijk . / J. MARCOS RODRIGUEZ 2011.

Interior de invernadero tipo A-kas. circa 1900 . / J. MARCOS RODRIGUEZ 2010.

Antiguo invernadero tipo modular. Pijnacker . / J. MARCOS RODRIGUEZ 2010.

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como primeros edificios plenamente industriales. Se trata de construcciones emparentadas con la arquitectura de hierro y vidrio del S.XIX, aunque de dimensiones y acabados mucho más modestos y vernaculares. Como arquitecturas industriales siempre han sido prácticas y funcionales, tan solo se aprecian algunos detalles en ciertos remates y elementos supletorios como puertas, cumbreras y canaletas. Es en este momento en el que la modernización de las instalaciones incluye el uso generalizado de sistemas de calefacción. Esto incorpora principalmente dos nuevos elementos auxiliares: la ketelhuis y el watertoren. La primera es una edificación exenta de similar aspecto al invernadero y que contenía la caldera. Esta caldera era alimentada mediante carbón; el trabajo de carbonero suponía alimentar las calderas de diferentes establecimientos de un área, día y noche, y con frecuencias muy reducidas. Las calderas solían ser semienterradas para mejorar su rendimiento al utilizar la capacidad aislante del terreno. De estas construcciones salían las características chimeneas de ladrillo que aún despuntan en algunos puntos de Westland. Estos elementos verticales (a diferencia de las que posteriormente las sustituyeron con secciones más esbeltas y metálicas) tuvieron cierto gusto estético en sus remates, gracias a la tradición holandesa de la construcción en ladrillo siempre atenta a la pequeña escala del detalle. En competencia vertical aparecieron los depósitos de agua: la mayoría de los sistemas de calefaccción de los invernaderos necesitaban de un depósito de agua, de fábrica metálica, de aspecto similar a los del ferrocarril. A una altura de 7 metros proveían de presión al sistema. Con el paso del tiempo y la mejora en las máquinas estos depósitos se situaron a ras de suelo, pero aumentaron consi40 | LLÁMPARA

Ketelhuis en la granja Sonnehoeck. Detalle de la caldera tipo Robin Hood. / J. MARCOS RODRIGUEZ 2010.

derablemente su superficie. El perfil de estos tres elementos configuró el primer paisaje industrial de la región. Los primeros prototipos de invernadero modular nacen con el Westland warenhuis, literalmente “gran almacén de Westland”. Esta nueva tipología se basa en la consecución de unas paredes prácticamente planas y cubiertas inclinadas a dos aguas sobre pilares. Permite una mayor altura en el interior, y un completo aprovechamiento de la superficie cultivable interna. El nombre proviene de la comparación con los grandes almacenes y pasajes de cristal que empezaban a aparecer en la época, además de la diversidad de vegetales cultivados en su interior.

Dos tipos de estructuras sostenían esta construcción, madera y hierro. Este tipo de invernadero ha sido la base de todas las tipologías posteriores que podemos encontrar en la región: breedkapkas y traliespantkas. El primero posee espacios más diáfanos debido a su estructura, que se vuelve mínima, permitiendo mayores paños vidriados y luces más largas en la estructura metálica. En un principio fueron usados para el cultivo de plantas ornamentales. Las luces de las vigas varían entre los 9 y los 16 metros, aunque existen ejemplos que alcanzan los 20; su altura sobrepasa largamente la media, alcanzando en ocasiones hasta 5 metros. El segundo tipo también conocido


Conjunto de invernadero tipo kniekas, watertoren y chimenea. Poeldijk . / J. MARCOS RODRIGUEZ 2010.

Interior de un invernadero tipo kniekas. Poeldijk. / J. MARCOS RODRIGUEZ 2011. Primitivo invernadero tipo lessenar. Poeldijk. / J. MARCOS RODRIGUEZ

Ketelhuis y chimenea en la granja Sonnehoeck . / J. MARCOS RODRIGUEZ 2010.

como tipo Venlo, consiste en un sistema de vidrio autoportante en el cual las aperturas superiores en cubierta se encuentran alternadas en su orientación: permite que el invernadero sea más transparente con un menor coste material ya que la longitud de las crujías varía de los 3 a 16 metros; en altura alcanzan alrededor de 4 metros. Intentando minimizar las pérdidas energéticas o los excesos de soleamiento, estos modelos empezaron a incorporar paredes opacas: la reminiscencia de los primeros muros de fruta sigue reflejado en esta medianera cerrada. También son los invernaderos Venlo los que primero incorporan los sistemas de iluminación artificial nocturna.

Muur met schietglas (abrikozenmuur, omstreeks 1800)

Muur met lessenaar

Kniekas

Muur met brede lessenaar

Muur met kopkas

Loosduinse komkommerkas

A-kas- druivenkas

Warenhuis

Evolución cronología de la tipología de invernaderos holandeses. / WESTLAND MUSEUM

La evolución cronológica del invernadero es paralela a su crecimiento en dimensiones, no solamente en superficie, sino también en altura. Los avances

industriales en materiales y técnicas constructivas, convirtieron los primitivos muros frutales en las inmensas explotaciones industriales de hoy en día. PATRIMONIO INDUSTRIAL | 41


4. Glazenstad: la sociedad fruto del invernadero. Westl and mantenía desde sus orígenes agrícolas una estructura de productores muy local, las explotaciones eran de carácter familiar y pasaban de generación en generación, siendo los propios familiares los encargados de la producción. Esta estructura socio-rural de pequeños productores fue evolucionando paulatinamente en favor del cooperativismo. Las importaciones de productos a Reino Unido ya eran muy importantes desde 1850, momento en el que surgen los primeros movimientos asociacionistas favoreciendo y protegiendo a los productores de todos los intermediarios. La figura de la subasta surge en 1890 en la población de Honselersdijk. Durante mucho tiempo las veilinggebouw o edificios de subastas eran de carácter local y gestionaban la producción de los invernaderos cercanos. La necesidad de crear un negocio más grande centralizó todas las actividades y servicios en Flora Holland Honselersdijk, un gigantesco complejo sede de la cooperativa situado a las afueras de Naaldwijk. Este proceso de asociación profesional puede verse a lo largo y ancho del país; si en 1946 había en todo Holanda 162 subastas de frutas, hortalizas y flores, el número ha descendido a 23 en el cambio de siglo. Flora Holland hoy en día es una ciudad dentro de la ciudad de cristal: tiene su propio cuerpo de bomberos, su propio banco, su sistema de seguridad, su propia gasolinera… por supuesto es la mayor compañia de la zona, y con su rascacielos en medio del mar de invernaderos marca no solo su posición geográfica sino su dominio y presencia en la sociedad de Westland. Las comunidades y entidades de población holandesas tradicionalmente se fueron formado en torno a la necesidad de mantener el territorio. De esta forma desde la Edad Media el drenaje 42 | LLÁMPARA

Paisaje típico del Randstad. Rotterdam al fondo . / J. MARCOS RODRIGUEZ 2010

Vista de Westland desde lo alto del sistema dunar. / J. MARCOS RODRIGUEZ 2010

Carácter urbano industrial del paisaje: pistas deportivas entre invernaderos. / J. MARCOS RODRIGUEZ 2010


del terreno y su mantenimiento unía diversas poblaciones en un mismo esfuerzo: construcción de diques, drenajes, etc… A pesar de la cercanía geográfica, estas poblaciones mantenían sus identidades propias y no es hasta el S.XX que comienzan a fusionar sus esfuerzos a una escala más grande. La denominación geográfica de Westland tradicionalmente hace referencia a la zona entre las dunas marítimas y el estuario del río Maas; no obstante es extensible a otras zonas fuera de los actuales límites municipales. La identidad asociada a los invernaderos ha sido un vínculo tan fuerte en la región durante todo el S.XX que a nivel nacional la zona ha conocido diversos sobrenombres como Glazenstad, Druivenland o huerto de Holanda. Estos englobaban a varias entidades de población que hasta 2004 (año de fusión de todas ellas en un nuevo municipio de nombre Westland) eran independientes: De Lier, ‘sGravenzande, Monster, Naaldwijk y Wateringen. La ciudad de cristal y el invernadero son la seña de identidad de la zona, y los productos locales (los diferentes tipos y variedades de tomates y pepinos) posicionan el nombre de Westland en los más diversos puntos del mundo. En su tiempo fue el cultivo de la uva, a través de famosos festivales, cuya reina, la Druivenkoningin era la autoridad y embajadora de la zona. Una época reflejada en la serie de televisión (llamada como no Glazenstad) que en los años 60 reflejaba la sociedad de los invernaderos: “Dat is het Westland, Glazen stad, Europa’s tuin” (Esto es Westland, la ciudad de cristal, el huerto de Europa). Estas entre otras muchas manifestaciones culturales y sociales (que se muestran al exterior en festivales como Kom in de Kas donde se exhiben y se abren al público los diferentes tipos de explotaciones) hablan de una comunidad construída en torno a la actividad que de forma

Más información:

Chimeneas y ketelhuis en deterioro cerca de Monster. / J. MARCOS RODRIGUEZ 2011

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estland es accesible fácilmente desde Rotterdam, La Haya y Delft, principales estaciones de ferrocarril. Los aeropuertos de Schiphol (Amsterdam) y el de RotterdamDen Haag se encuentran a 50 y 30 minutos respectivamente. Diversas líneas de autobuses locales sirven la zona desde estas estaciones. Por carretera los principales accesos son la A20 y la N464. La zona también es accesible en ferry desde Harwich (UK) que enlaza Hoek van Holland con la ciudad británica. Desafortunadamente no existe mucha información en castellano acerca de la materia; del mismo modo los textos en inglés generalmente aportan una visión general. Sin embargo la documentación gráfica es más accesible. A destacar cuatro vídeos (en neerlandés) relacionados con el tema: Westland met de schuit naar de veiling (acerca del proceso de distribución de las hortalizas del campo a la subasta en barca, muestra imágenes que describen perfectamente el ambiente de la época) http://www.youtube.com/watch?v=BQ_ZyOjUZwQ&feature=related De Glazenstad (pequeño documental con entrevistas a personas relacionadas con las actividades en los invernaderos. Continene numerosas imágenes antiguas y actuales) http://www.youtube.com/watch?v=XNSBhyXQXyo Tuinen Westland 1920 (se muestran varios de los invernaderos mencionados en el texto y su funcionamiento) http://www.youtube.com/watch?v=JqtrQ0IMMUQ&playnext= 1&list=PL9397533B0CEB4331 Honselersdijk in 1970 (un vídeo casero que muestra diferentes escenas de la vida cotidiana de la localidad, muchas de ellas en relación con los invernaderos. En los últimos fotogramas se aprecia que muchas de las chimeneas de ladrillo aún eran visibles en la época) http://www.youtube.com/watch?v=M5FA3DOmzfY&feature= related. n

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Desaparición de cualquier referencia al paisaje natural . / J. MARCOS RODRIGUEZ 2011

directa o indirecta relaciona a todos los habitantes de la región. Un lugar en donde todos presumen de conocer a todos y donde las sucesivas generaciones han compartido con el resto de sus convecinos las diferentes etapas marcadas por los invernaderos: los cambios derivados de los cultivos, las crisis energéticas o las catástrofes como inundaciones o guerras. Como patrimonio industrial los invernaderos de Westland son el exponente más visible de la transformación de la sociedad industrial en la zona. Son una respuesta industrial a una actividad agrícola que evolucionó y se adaptó a las necesidades y requerimientos del momento y que se valió de los avances industriales para, en continua lucha con el clima, el territorio y los recursos naturales del lugar, transformar de forma radical el paisaje, las 44 | LLÁMPARA

Una de las antiguas carreteras de la zona, proximidades de Kwintsheul. / J. MARCOS RODRIGUEZ 2010

costumbres y la sociedad de la región. Estos valores los hacen valiosos más allá de la arquitectura y la importancia histórica:

en definitiva representan no solo el carácter de los habitantes de Westland sino también del pueblo neerlandés. n


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Familia retratada con la cosecha de uvas dentro del invernadero. circa 1900. / AUTOR DESCONOCIDO.

Niños jugando en el entorno de Flora Holland. / J. MARCOS RODRIGUEZ 2011

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Mujer y trabajo en la industria conservera de Molina de Segura (Murcia). Apuntes desde su memoria Mª Dolores Palazón Botella, Doctora en Historia del Arte, especialista en Patrimonio Industrial.

El siglo XX abarcó el inicio, auge y declive de la industria conservera en la Región de Murcia. Con su caída en sus años finales se abrió un período de incertidumbre económica que dio paso a la sustitución de sus espacios y al mantenimiento de gran parte de sus chimeneas, vistas como los únicos elementos significativos a preservar y que hoy componen el grueso del patrimonio industrial de este sector. Al margen de su sustrato material, en gran parte perdido, ha quedado un legado inmaterial de gran importancia representado en la memoria laboral de sus trabajadoras. Mujeres que dieron sentido y razón de ser a unas fábricas de las que hoy poco queda y que trabajaron en unas condiciones laborales propias que precisan de un mayor conocimiento.

1. La mujer: Mano de obra de la industria conservera La historia industrial es una sucesión de avances y retrocesos. En un momento determinado las condiciones son favorables para hacer emerger y desarrollar un sector determinado. Y pasado un tiempo un declive, matizado por multitud de variables, puede hacer que lo que antes era referencia y auge se convierta en un mero episodio industrial relegado. Así se adentra en la espera, buscando un nuevo impulso que lo haga resurgir o directamente

comienza diluirse antes de caer en el olvido. Esto fue lo que le ocurrió al sector conservero en la Región de Murcia. Una actividad que fue adquiriendo auge de mano de las primeras factorías que se abrieron entre finales del XIX y principios del XX en varios de sus municipios, aprovechando que las conservas vegetales comenzaban a ser cada vez más demandadas y que el lugar reunía una excelente materia prima y una mano de trabajo adecuada para desarrollar sus labores, representada en las mujeres que eran, y son, el trabajador por excelencia de estos centros de trabajo. La actividad, tras momentos de incertidumbre derivados de los conflictos bélicos y las fluctuaciones económicas de esos años, comenzó a repuntar con fuerza en la década de los 50, un auge que se mantendría hasta la de los 80 cuando la actividad comenzó a dar síntomas de agotamiento. Los años posteriores derivarían en la falta de medidas eficaces para atajar la situación lo que llevó al cierre y despido masivo de sus plantillas de trabajadoras. Tras esto sus espacios, privilegiadamente ubicados en los centros urbanos de las ciudades, comenzaron a ser pasto de las nuevas actuaciones inmobiliarias y constructivas, y a tener cierta consideración por parte

< V isión general de un centro de trabajo (Fragmento). / ARCHIVO GENERAL DE LA REGIÓN DE MURCIA. Fondos Centro Histórico Fotográfico de la Región de Murcia. GL-001-001799.

de las nuevas políticas patrimoniales en donde el patrimonio industrial despuntaba. Fue así como de ellas sobrevivió el testimonio vertical del elemento que simbolizó esta actividad: su chimenea de ladrillo. Pero al margen de estos vestigios materiales había un referente cargado de inmaterialidad que seguía presente. Ese no era otro que el sustrato que el proceso había generado en las mujeres que habían participado en el mismo. Y más concretamente dejar constancia de las condiciones laborales que les había tocado protagonizar. La mujer copó el mundo laboral de este sector. El grueso de la plantilla lo conformaban centenas de trabajadoras frente a una escasa presencia masculina. Ellas se encargaban de realizar todas las operaciones manuales que permitían transformar la materia prima en conser va. Mientras que ellos, un reducido grupo de hombres, desempeñaban las funciones de vigilancia, reparación de maquinaria y cuestiones auxiliares que servían para mantener el trabajo de las mujeres. Y es que no hay que perder de vista que la mujer era la que mejor se adaptaba a las necesidades derivadas de esta actividad, puesto que su género se asociaba con la pericia necesaria para realizar sus tareas. Tareas que suele conocer de anPATRIMONIO INDUSTRIAL | 47


temano por su vinculación con el mundo agrícola, era la que mejor se adaptaba a su eventualidad al considerarse que era un mero complemento económico del sustento familiar, aunque en algunos casos es ella la que mantiene el hogar, era menos reivindicativo socialmente, más dócil y era una mano de obra barata. Sin embargo, aproximarse a sus experiencias, a esas vivencias en primera persona, tenía algunos inconvenientes que iban relegando esta cuestión. Pues si bien su situación laboral era conocida se temía la repercusión que la proyección de las mismas pudiera tener cuando todavía, pese a que han pasado más de dos décadas desde su caída, no se ha superado del todo el traume de su cierre. Por eso realizamos una primera incursión en esta materia tomando contacto con un grupo de mujeres próximas a nosotros, agrupadas en franjas de edad diversas, ya que así fue la manera que tuvimos de contrastar la situación de las que vivieron sus primeros años con las de la época final; y de procedencia distinta, recogiendo las de las autóctonas pero también las de las forasteras, apelativo que recibieron las gentes que vinieron de otros lugares a trabajar a esta localidad, para tratar de recomponer de una manera ordenada y clara sus condiciones y experiencias laborales.

2. El trabajo: Condiciones laborales en el sector conservero La mujer que se convertía en mano de obra de una industria conser vera se adentraba en este mundo a una edad temprana. Era normal que las niñas acompañaran a sus madres a los centros de trabajo y que allí mezclaran juegos con trabajo sin separar los límites de unos y otro: “[…] era pequeñica; iba con mi madre […] y cogía los cortes del suelo. Entonces dejaban a las madres llevar a los críos. Me 48 | LLÁMPARA

Viñeta alusiva a la situación laboral de la localidad. Programa de Fiestas de 1980.

acuerdo de aquello. Me metía debajo de las mesas a recoger los cortes que se caían de albaricoque. Y después ya empecé a trabajar sobre los 12 ó 14 años” (Testimonio de LPÑ). Así aprendían el oficio y así, también, pronto comenzaban a enrolarse en las campañas conserveras e iban buscando un trabajo por las fábricas de la localidad, como las de otras próximas, que les permitiera obtener una remuneración fija frente a las labores del campo. Ante la eventualidad que predominaba en el mismo, donde inicialmente sólo se trabajaba en las campañas de primavera-verano, no era una labor que se desempeñara de una manera continuada por eso las mujeres tenían ciclos de trabajo, muy marcados, y paros forzados. Algunas acudían a él en momentos de necesidad; era normal que las adolescentes buscaran de este modo la manera de com-

“ Era normal que las niñas acompañaran a sus madres a los centros de trabajo y que allí mezclaran juegos con trabajo sin separar los límites de unos y otro: “[…] era pequeñica; iba con mi madre […] y cogía los cortes del suelo. Entonces dejaban a las madres llevar a los críos. Me acuerdo de aquello. Me metía debajo de las mesas a recoger los cortes que se caían de albaricoque.”.

pletar su ajuar y obtener un alivio económico para su boda, y otras los compaginaban con su vida familiar enrolándose en el mismo cuando les era posible. Y por eso mismo era un trabajo apreciado por la mano de obra foránea que comenzó a llegar llamada por los industriales o atraída simplemente por los relatos que hablaban de Molina como un lugar próspero donde abundaban las ofertas de trabajo a partir de la década de los 50. Así numerosos grupos de mujeres, tanto de la provincia de Murcia como de sus provincias colindantes, se trasladaban hasta la localidad buscando un puesto en una conservera. Mujeres que inicialmente venían de un modo eventual pero que conforme el sector fue ampliando los productos a elaborar e implantando nuevas campañas de producción, derivó que esa eventualidad fuera sustituida por una continuidad que les hizo asentarse de un modo definitivo en este lugar. Algo a lo que también contribuyó el desarrollo de industrias auxiliares que comenzaron a surgir (fábricas de envases metálicos, de cartonajes, de reparación de maquinaria, etc.) y del auge constructivo que se comenzó a vivir en la localidad. Actividades industriales adaptadas al género masculino. Su situación laboral tuvo deficiencias desde sus inicios hasta su época final. Entre los puntos negativos que se convirtieron en aspectos crónicos de esta actividad destacó siempre la falta de transparencia


administrativa con respecto a los contratos y afiliaciones a la seguridad social, pues la clase industrial nunca cuidó este aspecto como se debiera. Así lo usual, hasta los años 70, e incluso en años posteriores, era que el personal no era contratado tal y como hoy en día se entiende esta función, es decir, un vínculo que une al patrón y al obrero mediante la firma de unas cláusulas que obligan al obrero a cumplir unos objetivos que le serán remunerados por el patrón quien a su vez se compromete a velar por su trabajo en unas condiciones laborales, sociales, sanitarias y legales óptimas. Sino que eran simplemente reclutadas, para trabajar durante el tiempo que duraba la campaña. De tal modo, que lo normal, era acudir a una fábrica cuando se daba la voz por la gente que acudía a ella de que se necesitaban más mujeres. Una vez seleccionadas procedían a dar sus datos, algo que consistía en

aportar el nombre, el cual quedaba registrado en una lista que diariamente se pasaba, siendo este el modo que tenían de computar los días trabajados. En otros casos se disponían de vales que acreditaban la asistencia al centro de trabajo algo que era vital puesto que del cómputo de días trabajados dependía el sueldo, ya que no se costeaban las horas extras al no estar separadas de las normales. Así lo recuerdan ellas: “[…] entonces pasaban lista. Luego ya llevabas vale que el portero los cogía y luego por orden los iba dando cuando salíamos nombrando […] Salían con una libreta: Fulana de tal-Servidora y te apuntaban en la lista” (Testimonio de MPC). La ausencia de un contrato derivaba en la ausencia de reconocimiento oficial del trabajo y por lo tanto dejaba sin prestaciones de desempleo, asistencia sanitaria propia y sin cotización a las trabajadoras. Es más, en algunos casos lo que se hacía era derivar los derechos de la

trabajadora a miembros ajenos cercanos al núcleo familiar del empresario, es decir, sus cotizaciones les eran computadas a otras personas, algo que las tr abajadores han asimil ado con el tiempo: “Tú sabes lo que pasa, lo pienso yo, porque a mí nadie me lo ha dicho, que todas las que no trabajaron por parte de la familia de ellos todas han cobrado. Lo que tenían que darme a mí se lo han dado a otra” (Testimonio de MPC). Esta situación sería la más perjudicial de todas puesto que llegado el momento de la jubilación gran parte de ellas no pudieron acceder a la pensión que les correspondía, quedando en una penosa situación económica que les hizo acogerse a pensiones no contributivas. La jornada laboral no tenía límites fijados. Dependía de la producción, de la entrada de la materia prima de ese día y del desarrollo de la cadena de elaboración. Así, era tan variable como inestable pues se podía

Mujeres trabajando en una conservera. / ARCHIVO GENERAL DE LA REGIÓN DE MURCIA. Fondos Centro Histórico Fotográfico de la Región de Murcia. GL-001-001989.

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dar el caso de iniciar la tarea a primera hora de la mañana y concluirla al final del día o darla por terminada poco tiempo después. De tal modo que cada día a la salida se avisaba de la hora de entrada del día siguiente. Y conforme avanzaba el día el personal era avisado de la hora de la salida. Así la jornada podía durar 18 horas o apenas un par, incluso ser convocadas para no trabajar. Esto causaba gran desconcierto porque se vivía pendiente del trabajo: “Yo salía a lo mejor esta noche a las 12 y decían ¡Hasta qué se avise! Y a otro día a las 9 de la mañana te llamaban” (Testimonio de CPP). Además, la salida del personal se obstruía encargándole tareas de limpieza y ordenación de la fábrica, era lo que se conocía como la “chorrá”, haciendo que la salida, ya de por si retrasada, se retrasara aún más. Esta no repercutía en el sueldo, pues como se ha dicho, se cobraba por día trabajado. Aunque a partir de 1976 la situación comenzó a cambiar, lo veremos a continuación, y se impuso un horario basado en turnos que se iban sucediendo, pese a todo la variabilidad horaria fue otra de sus características. El trabajo se hacía siempre de pie pese a que parte del mismo se podía realizar estando sentadas, aunque sorprende saber cómo esta medida se tomó tras años de poder ejercitarlo en posición de reposo. Durante décadas ellas mismas tuvieron que proveerse de los utensilios necesarios para su trabajo, cuchillos, peladores, y de la ropa de trabajo, ya que de la posesión de los mismos dependía su trabajo. Y durante demasiado tiempo tuvieron que aguantar el trato duro por parte de algunos encargados en determinados centros laborales, pues no en todos se dio esta tónica. Estos tenían la función de supervisar las tareas laborales de las mujeres y no dudaban en hacerlo con verdadera imposición. Su vigilan50 | LLÁMPARA

cia continua se realizaba con la proyección continuada de gritos e incluso insultos que buscaban atemorizar al personal y lograr un mejor rendimiento, para ello se servían de micrófonos y del apoyo de ciertos elementos arquitectónicos, como podían ser un propio púlpito, que a modo de los religiosos, se ubicaba en un pilar de la nave, desde donde daba sus arengas, hasta una pasarela elevada en tiempos más modernos, aprovechando su posición sobrelevada “no quitaba ojo a las trabajadoras”. Las obreras recuerdan estos episodios con gran realismo así lo plasmaron en sus relatos: “[…] el tío no se bajaba del púlpito. ¡Encargado fulano mira a la fulana! ¡Nena qué haces! ¡Nena mira el bote! ¡Nena mira ese bote va falto! […] Allí llegabas y sí estabas llenando botes nada mas […] no podías mirar para ningún sitio” (Testimonio de MPC). Esta postura, permitida por los industriales, contrastaba con la per vivencia de ciertos elementos religiosos pues no era extraño que en algunos centros se rezara el ángelus y el rosario. A estas características de su trabajo se sumaba las propias de su vida fuera de la fábrica. La ubicación de los centros de trabajo, establecidos en el casco urbano como se ha indicado, obligaba a las obreras a tener que desplazarse a pie hasta ellos. Aquellas que vivían en los barrios más apartados del centro, lugares que estaban creciendo en estos años al amparo del boom industrial, no podían volver a casa en la hora de des-

“ Durante décadas ellas mismas tuvieron que proveerse de los utensilios necesarios para su trabajo, cuchillos, peladores, y de la ropa de trabajo, ya que de la posesión de los mismos dependía su trabajo. ”

canso que solía haber para comer, motivo por el que comían en la puerta de la fábrica, no había comedores, la comida que ellas mismas llevaban y que, en el mejor de los casos, dejaban en un horno para que se la calentaran. La situación era peor para las forasteras. Si éstas vivían cerca de la localidad se trasladaban diariamente en camiones y autobuses, cuyo importe a veces tenían que costear, y cuando la distancia no se podía salvar en un día alquilaban habitaciones y viviendas. En algunos casos los propios industriales buscaban el alojamiento a éstas y en otros proveían espacios amplios en las que ellas tenían que aportar la cama: “Primero nos dieron un sótano. Nosotras poníamos los colchones y las camas. Luego vivimos en casas” (Testimonio de AN). L a vida en estos lugares comunitarios tenía dificultades pues ellas mismas tenían que encargarse de las tareas de limpieza, preparar su propia comida y organizar sus turnos de lavado en unos espacios que tenían que compartir: “[…] en las casas teníamos una cocina pero para coger una cocina de noches pues tenías que madrugar para cogerla la primera para hacerte algo. Tampoco te daba tiempo. Y el domingo, si no trabajábamos, había que dedicarlo a lavar corriendo y teníamos que madrugar porque teníamos que coger una pila” (Testimonio de AN). En otros casos la picaresca no faltó y fueron muchos los que dieron cobijo en espacios infames a estas gentes. Y otros muchos fueron los que vieron en los alquileres un negocio al que sacar el máximo rendimiento llegando a alquilar dependencias de sus casas y a crear piezas de donde no las había: “Si venían muchas no había camas para todas, ellas decían que dormían en el suelo en sacos de dormir” (Testimonio de MPC). Los industriales trataron de mejorar esta situación promo-


Visión general de un centro de trabajo. / ARCHIVO GENERAL DE LA REGIÓN DE MURCIA. Fondos Centro Histórico Fotográfico de la Región de Murcia. GL-001-001799.

viendo la construcción de residencias para obreras, e iniciándose en la promoción inmobiliaria, apoyándose en la normativa sobre viviendas de renta limitada que estuvo vigente durante la época franquista. De esta manera construyeron viviendas individuales que acabarían por llegar a configurar barrios enteros de la localidad. Durante años las reclamaciones de estas obreras, quienes pese a necesitar su puesto de trabajo eran conscientes de los abusos que con ellas se cometían, estuvieron en manos del Sindicato Vertical y la Iglesia, quienes trataron por todos los medios de hacer ver a la clase obrera que era preciso mejorar las condiciones laborales de sus plantillas. También, en los años 50, comenzaron a tomar partida los grupos de Juventud Obrera Cristiana y la Hermandad Obrera de Acción Católica. Estos grupos, a través de reuniones y de la puesta en marcha de escuelas nocturnas, adoctrinaban en

sus derechos a la clase obrera quien poco a poco fue teniendo conciencia de éstos. Pero nada de ello fue productivo. Pues el poder de los industriales parecía estar por encima de todas las ansias de mejora. L a situación comenzó a cambiar a partir de 1976. Aprovechando el clima de inestabilidad política que vivía el país y la sucesión de huelgas de otros sectores la industria conservera inicia en Molina en junio de ese año una huelga indefinida que se propagó por el resto de municipios conserveros logrando paralizar la actividad. A raíz de este hecho los trabajadores tomaron la calle con sus pro-

“ A raíz de este hecho los trabajadores tomaron la calle con sus proclamas de mejora e hicieron de las iglesias de la localidad sus lugares de reunión.”.

clamas de mejora e hicieron de las iglesias de la localidad sus lugares de reunión. Así fue como reclamaron derechos tan elementales como básicos: contar con un contrato de trabajo, establecer una jornada de ocho horas, pagar las horas extras, fijar las horas de entrada y salida y respetarlas, cotizar a la seguridad social, no tener que costear el material de trabajo, trabajar sentadas o recibir sus nóminas junto al sueldo. La presión fue tal que los conserveros acataron estas peticiones apenas unos días después de iniciar la huelga, aunque bien es cierto que algunos con más interés que otros. Estas mejoras, en el mejor de los casos, en aquellos en los que si tuvieron efecto, se acometieron demasiado tarde porque en los 80 los síntomas de crisis y agotamiento comenzaron a surgir. Las industrias comenzaron a rescindir de personal al automatizar algunos procesos o reducir su producPATRIMONIO INDUSTRIAL | 51


ción. Pese a todo su personal tuvo que seguir aguantando situaciones tales como ser despedidas al casarse, pelear por su momento de descanso o seguir aguatando los improperios de los encargados. En los 90 se ratificó la crisis. Las conserveras entraron en crisis motivadas por sus problemas internos, eran empresas familiares que habían caído en las manos de la tercera generación, a ellos se sumó la crisis económica y la entrada en el mercado común europeo que llevó implícita la entrada de productos nuevos con los que no podían competir. La solución a este problema no fue otra que el cierre y los despidos masivos producidos entre 1992 y 1994, años en los que el municipio fue un auténtico polvorín de huelgas y manifestaciones protagonizadas por unos trabajadores que se negaban a perder su trabajo y a ver como apenas tenían derechos reconocidos. Las principales afectadas de todo ello fueron las mujeres de sus plantillas, sobre todo las de mayor edad. Mujeres que no conocían otro trabajo. Y que tuvieron que reclamar en penosos juicios el cobro de sus indemnizaciones, las cuales acabaron siendo abonadas por la administración central.

3. La memoria del trabajo contra el olvido Pese a que han pasado ya años desde que las conserveras de la localidad cerraron, y pese a que en la actualidad su pervivencia es mínima, todavía su sustrato sigue estando presente. Somos muchos los que todavía recuerdan a los grupos de mujeres que con sus risas y cantos marchaban camino del trabajo con sus característicos babis. Cuando grupos de trabajadoras cruzaban a pie la localidad con una alegría que contrastaba con lo que acontecía de las puertas para adentro de la fábrica. Guardan en la memoria sus historias y relatos. Y creen, 52 | LLÁMPARA

Relato de las condiciones laborales. / ARCHIVO MUNICIPAL DE MURCIA. Hemeroteca digital. Diario La Verdad, 26-8-1991. p. 11.

como nosotros, que su vida laboral merece de un mayor reconocimiento. Pero este trabajo está incompleto. Para completarlo falta la otra parte. Contrastar este sistema laboral, esta manera de entenderlo, con los dirigentes que estaban al otro lado. Aspecto en el que, hasta el momento, no nos ha sido posible adentrarnos. La clase industrial de la localidad fue pionera en

“ L a clase industrial de la localidad fue pionera en abordar un proceso industrial de este tipo en una zona que hasta entonces vivía únicamente de las tareas agrícolas.”.

abordar un proceso industrial de este tipo en una zona que hasta entonces vivía únicamente de las tareas agrícolas. Con su empeño y ansias de superación lograron formar un núcleo industrial sólido capaz de pervivir durante un siglo. De su mano se llevaron a cabo importantes mejoras y reformas en el panorama urbano de la villa y promovieron un paternalismo industrial que les llevó a procurar empleos al mayor número de trabajadores. A menudo estos dirigentes suelen ver este tipo de trabajos como una manera de atacarlos puesto que suelen estar predominados por sectores determinados, algunos muy reivindicativos, como mineros y ferroviarios, o por grupos sociales cuyas características laborales suelen destacar por lo peyorativo de las


mismas; mujeres y niños. Quizá si accedieran a colaborar en los mismos, a dar su visión, a explicar el por qué de todo ello, estos trabajos no serían vistos como reclamaciones o una manera de tratar de sacar lo más subversivo de sus centros de trabajo, sino como lo que realmente son: el testimonio de una manera de entender y enfrentarse a los nuevos sistemas laborales y, ante todo, una manera de recordar lo que una vez se fue. Porque a menudo cuando se visita un centro de trabajo, abandonado, vacío, recuperado, sea cual sea su estado pero en el cual ya no se desempeña las tareas laborales que le dieron cobijo, el silencio y la falta de elementos que recreen la manera de trabajar hacen que a veces se olvide lo que aquello una vez fue. Esta situación se magnifica todavía más cuando lo que han quedado son elementos parciales. Pues si de esta industria en la localidad han quedado cinco chimeneas, ninguna de ellas cuenta con elementos identificativos que las asocien a su actividad. Y la actividad ahora mismo apenas tiene incidencia dentro de su tejido industrial. De tal modo que ya no es un sector con el que se asocie a la localidad.

No es una actividad próxima a sus preceptos laborales, con lo cual está cayendo lentamente en el olvido. Por eso dentro de poco quizás nadie recuerde que uso tenían las chimeneas, para qué servían, de qué dependían. Por eso la memoria de sus trabajadoras debe servir para reclamar el espacio que este patrimonio industrial todavía tiene. Y es que convertir la experiencia de estas trabajadoras en un ejercicio contra el olvido sirve para recordar lo que una vez se fue, cuando la conserva sustentó a toda una ciudad. Ellas, pese a sus penalidades todavía lo tienen presente y siguen hablando con ansias de futuro de sus años de trabajo: “[…] Y no hay noche que no sueñe que estoy embotando. Que estoy yéndome a trabajar ¡Es qué no hay noche que pase!” (Testimonio de LPÑ). n Bibliografía y fuentes de información Fuentes orales Por expreso deseo de las trabajadoras que colaboraron en nuestro estudio mantenemos sólo las iniciales de sus nombres. Fuentes documentales A A. V V. (2001), Condiciones de trabajo en el sector agroalimentario de la Región de Murcia, Murcia, CICES. V V. A A. (1996), El trabajo de las

mujeres. Pasado y presente. Seminario de Estudios interdisciplinarios de la Mujer. Universidad de Málaga. María Dolores Ramos y Teresa Vera (Eds), Málaga, Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga, Servicio de Publicaciones. AA.VV., Presente y futuro en Molina de Segura. Recomendaciones e instrumentos para su desarrollo local (1992), Molina de Segura, Ayuntamiento de Molina de Segura. AA. VV., El trabajo de las mujeres a través de la historia (1985), Centro feminista de estudios y documentación, Madrid, Instituto de la Mujer. FERRE ABELLÁN, Lola (2002), La industria conservera en Molina de Segura. Cuaderno del Centro de Estudios Molinenses, Nº 7. IGLESIAS PAGEO, Mª José (1994), Historia de Molina en letra pequeña, Molina de Segura, Ayuntamiento de Molina de Segura. PALAZÓN BOTELLA, Mª Dolores (2008), Organización y condiciones laborales de la mujer en la industria conser vera molinense (1890-1994), Trabajo inédito de doctorado. P E DR E ÑO C A NÓ VA S , A n dr é s (1999), Del jornalero agrícola al obrero en las factorías vegetales: Estrategias familiares y nomadismo laboral en la ruralidad murciana, Madrid, Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. V ICE N T E S E R R A NO, D ol or e s (2008), Cómo hemos cambiado. Molina de Segura, Ayuntamiento Molina de Segura.

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El patrimonio de la ingeniería y las infraestructuras lineales históricas. El puerto de la Vallejera FRANCISCO JAVIER RODRÍGUEZ LÁZARO, JOSÉ MARÍA CORONADO TORDESILLAS, y RITA RUIZ FERNÁNDEZ / ETSI de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad de Castilla-La Mancha

Frente a la consideración convencional del patrimonio de la ingeniería desde la escala monumental, las aproximaciones de escala territorial plantean la necesidad de identificar, analizar y valorar dicho patrimonio desde la lógica de las redes. Se plantean aquí, en tal sentido, algunos de los rasgos específicos de las infraestructuras lineales históricas, analizando someramente la construcción del eje carretero del corredor histórico de la Vía de la Plata en el tramo correspondiente al puerto de la Vallejera.

1. Presentación La extensión de la idea de patrimonio a la escala territorial ha propiciado una reflexión de la que derivan nuevos modos de enfrentarse tanto al proyecto de ingeniería como a la valoración de las antiguas obras públicas. Por una parte, y a la vez que la Arqueología Industrial ha advertido la necesidad de acometer el análisis y recuperación de las infraestructuras vinculadas al transporte y la producción y distribución de bienes, la consideración de las obras públicas como parte sustancial del patrimonio industrial ha permitido articular un productivo debate sobre la singular dimensión patrimonial de la Ingeniería Civil. Por otra, la atención a la historia del territorio, entendido como artefacto cultural, ha planteado lúcidamente la conveniencia

de reconsiderar el patrimonio de las obras públicas desde la escala que le es propia. Como consecuencia de tales inflexiones, y frente al tipo de orientación que circunscribe la valoración patrimonial de las obras públicas a inmuebles tales como puentes, presas, acueductos o estaciones ferroviarias, las aproximaciones de carácter territorial inciden sobre la necesidad de entender las infraestructuras lineales históricas en cuanto ejes y redes que configuran y definen semejante patrimonio. La consideración patrimonial de las infraestructuras lineales, y de las redes de caminos históricos en particular, implica concretar conceptos tales como vía, corredor o itinerario histórico, definiendo metodologías que permitan valorar y catalogar adecuadamente tales infraestructuras y ensayar estrategias de restauración, conservación, refuncionalización y gestión que sustenten su uso en cuanto bienes patrimoniales.

2. Las obras públicas y la Arqueología Industrial Tanto desde las instancias científica y académica, como en lo que toca a los organismos e instituciones vinculados a la salvaguarda del patrimonio, la puesta en valor del patrimonio de la Ingeniería se ha consolidado, paulatinamente, a partir de la

< Puerto de la Vallejera. Restos del trazado decimonónico y, al fondo, rectificación de 1930. / FOTOGRAFÍA DE LOS AUTORES.

consideración más genérica del patrimonio técnico e industrial (López García y Sánchez Lázaro, 1997). En 1985, el Consejo de Europa impulsó el Convenio para la salvaguarda del Patrimonio Arquitectónico de Europa y, en las mismas fechas, planteó líneas de trabajo con objeto de definir y proteger el patrimonio técnico e industrial europeo. Los informes que, en torno a tal cuestión, elaboraron José Antonio Fernández Ordóñez y Manfred Wehdorn a petición del propio Consejo, se presentaron en el Coloquio Internacional sobre “Políticas para el Patrimonio industrial europeo”, celebrado en 1985 en Vauen-Velin, Lyon. Se insistió entonces, entre otros asuntos, sobre la necesidad de considerar la dimensión patrimonial de las antiguas obras públicas europeas, traduciéndose el trabajo de Fernández Ordóñez y su equipo en la primera preocupación explícita orientada a la valoración y definición de criterios y estrategias para la protección del patrimonio de la Ingeniería Civil española (Fernández Ordóñez, 1985, AA.VV., 1986, Martínez Vázquez de Parga, 2001). Planteado el problema, siguieron al de Lyon otros coloquios internacionales organizados por el Consejo: el celebrado en Madrid, en 1986, bajo el título “Las obras públicas, una nueva dimensión del patrimonio”, PATRIMONIO INDUSTRIAL | 55


el que tuvo lugar en Bochum (Alemania), en 1987, sobre “Los monumentos técnicos de la minería”, y el celebrado en Durham (Reino Unido), en 1989, con el título “El Patrimonio industrial, instrumento de la memoria”. La reflexión lanzada por el Consejo de Europa a través de estos coloquios culminó en la Recomendación (90)20, de 13/09/1990, de su Comité de Ministros, relativa a la protección y conservación del Patrimonio Técnico, Industrial y de las Obras Públicas en Europa (Ballester, 1997). Así, y desde la segunda mitad de la década de los años ochenta, el patrimonio de las obras públicas quedó estrechamente vinculado al patrimonio industrial y técnico y, por ende, a la propia Arqueología Industrial. Ciertamente, y bien se consideren los restos materiales industriales sin restricciones temporales y espaciales, bien los productos asociados a la producción, distribución y consumo de bienes por parte de las sociedades capitalistas en particular, las obras públicas reclaman un lugar central en cuanto objeto de análisis de la Arqueología Industrial (Lalana y Santos, 2009). Por otra parte, y al definir su ámbito de estudio, la propia Arqueología Industrial ha incidido sobre la necesidad de entender los restos industriales desde una perspectiva territorial, identificando, entre otros, los paisajes industriales lineales -“linear landscapes”- vertebrados por corrientes de agua, canales o trazados ferroviarios (Palmer y Neaverson, 1998). Así, y al igual que las máquinas, estructuras y construcciones, las infraestructuras, redes de servicios y medios de transporte han ocupado progresivamente a los arqueólogos industriales desde que la disciplina comenzó a configurarse como tal durante la década los años sesenta. Que el análisis y conservación del patrimonio de la Ingeniería Civil aconseje formular hoy conceptos y metodologías 56 | LLÁMPARA

específicas al modo en que ha ocurrido respecto a la Arquitectura para la Industria, o que su valoración mantenga adecuado acomodo en el seno de la Arqueología Industrial y el patrimonio que le es propio, es asunto que exige una reflexión inexcusable pero todavía pendiente. Sea como fuere, cabe avanzar que, a menudo, y frente a lo que sería deseable, las infraestructuras lineales históricas no están siendo explícitamente contempladas al abordar la recuperación del patrimonio técnico e industrial. Siguiendo una tendencia generalizada, y si bien ha estimado oportuna la protección de infraestructuras como el Canal de Isabel II y el Canal de Castilla, el vigente Plan Nacional de Patrimonio Industrial únicamente ha considerado la existencia de “elementos aislados”, “conjuntos industriales” y “paisajes industriales”, señalando además, como ejemplo orientativo de lo que deben entenderse como elementos aislados, los puentes. Cuestionar ésta y otras clasificaciones no obedece a un simple prurito de orden terminológico, puesto que únicamente desde el reconocimiento de la singularidad del patrimonio viario será posible su adecuada identificación, recuperación y puesta en valor.

3. Del nodo a la red. Las infraestructuras lineales históricas En la mayor parte de los casos, la atención a la dimensión patrimonial de la Ingeniería Civil sigue traduciéndose en la consideración de las obras públicas como monumentos singulares. Es el caso de los puentes y viaductos, de los acueductos, de las

“ En la mayor parte de los casos, la atención a la dimensión patrimonial de la Ingeniería Civil sigue traduciéndose en la consideración de las obras públicas como monumentos singulares”.

estaciones ferroviarias, de las presas y azudes o de los faros. No por casualidad, y remitiendo a semejante enfoque, buena parte de los esfuerzos de inventario y catalogación se han centrado, hasta la fecha, en ámbitos como las presas (Fernández Ordóñez et al., 1984), los puentes (véanse, entre otros, los excelentes trabajos de Fernández Ordóñez et al., 1988, y Arrúe y Moya, coord., 1998) etc. Como contrapartida, la consideración de las infraestructuras lineales históricas, entendidas como ejes, corredores y redes que definen y vertebran el patrimonio territorial, ha permanecido generalmente desatendida o prácticamente ignorada. De hecho, y si bien la reflexión teórica relativa a la consideración patrimonial de las infraestructuras lineales, y de los caminos históricos en particular, se ha traducido ya en lúcidas aportaciones conceptuales y metodológicas (Menéndez de Luarca y Soria, 1994, Nárdiz, 1997 y 2001, Soria, 1997a y 1997b, Sánchez Lázaro, 1997, Coronado, 2003), los únicos consensos de entidad existentes hoy restringen la valoración patrimonial de tales infraestructuras a aquellas calzadas o tramos de calzadas romanas mejor conservadas, a los itinerarios que configuran el Camino de Santiago y la Vía de la Plata, a algunos canales, como el de Castilla, y a la red de cañadas ganaderas. Se trata de un pequeñísimo número de obras, sin duda singulares, cuyos planes especiales de recuperación constituyen desiguales excepciones a una situación generalizada de abandono. Frente al tipo de orientación convencional que pudiéramos denominar monumental, parece oportuno un enfoque que considere el patrimonio de la Ingeniería Civil desde la escala territorial. Así, “el mismo puente románico que cabe examinar como monumento aislado o como obra de arte que, además, ha transformado decisivamente su contorno, es también un pun-


to singular de un camino que, a su vez, forma siempre parte de una red viaria característica de una determinada civilización” (Soria, 1997a). Tal aproximación supone entender el territorio como artefacto cultural en continuo proceso de proyecto, construcción, transformación y reconfiguración (Menéndez de Luarca y Soria, 1994, Ortega Valcárcel, 1998), y aquellos elementos singulares como rótulas, soldaduras o nodos de los arcos, corredores y redes que confieren estructura al territorio. Por lo demás, la consideración patrimonial de las infraestructuras lineales históricas deberá efectuarse desde un enfoque que corrija el excesivo peso habitualmente concedido al valor de antigüedad, reconsiderando la dimensión patrimonial de las carreteras construidas desde los años centrales del siglo XVIII (Nárdiz, 1997, Sánchez Lázaro, 1997). Desde un enfoque como el esbozado, el patrimonio de la Ingeniería Civil cifrará su lógica en la propia lógica de las redes de infraestructuras, reclamando sus arcos, sean caminos, cauces hidráulicos o tendidos ferroviarios, una singular valoración patrimonial en ningún caso menor que aquella asociada a sus nodos. Tal es, por otra parte, el contexto en que cobra sentido la valoración patrimonial de las infraestructuras lineales. En consecuencia, y cuando ello resulte posible, dicha valoración permitirá afrontar conjuntamente la identificación y conservación de: • el trazado geométrico de la infraestructura, tanto en planta como en alzado. • los elementos que materializan la infraestructura: firmes y pavimentos, muros de sostenimiento, soleras y taludes, etc. • sus elementos singulares o monumentales: puentes y viaductos, túneles, acueductos... • otros elementos menores o auxiliares, que configuran

igualmente la vía: pontones y tajeas, elementos de señalización vertical, casillas de peones camineros, etc. Más o menos intervenida a lo largo del tiempo, la obra de ingeniería podrá recuperarse así según fue proyectada, construida y sucesivamente reconstruida, en atención a su integridad y escala, y no considerando únicamente sus fragmentos. Por lo demás, la consideración de las infraestructuras lineales desde la escala que les es propia contribuirá a una adecuada reconstrucción de las estrategias de apropiación del territorio que las diversas sociedades han establecido a lo largo de la historia. Y ello, al menos, tanto por lo que respecta a las posibilidades derivadas de determinado contexto tecnológico, como en lo que se refiere a las relaciones entre las propias dinámicas tecnológicas y las expectativas de movilidad, ocupación y explotación del territorio planteadas en cada momento.

4. La protección de las infraestructuras lineales históricas. El contexto español Desde la atención a trabajos como los anteriormente citados, queda planteada la necesidad de acotar conceptos tales como vía, corredor o itinerario histórico, dotándolos, además, de consistencia legal (Soria, 1997b). No sin razón, y al inventariar el patrimonio de obra pública del Camino Real de Reinosa a Santander, Martínez Domingo, Sánchez Rivera y González Fraile señalaron la dificultad de “imaginar en qué categoría de bien inmueble recogida por la legislación podemos englobar al-

“ L a consideración patrimonial de las infraestructuras lineales históricas deberá efectuarse desde un enfoque que corrija el excesivo peso habitualmente concedido al valor de antigüedad.”

gún tramo de camino o carretera que atraviesa, modificándola, una franja territorial determinada, adaptándose a los condicionantes geográficos, marcando el paso de los ríos en puntos determinados y que servirá de soporte a los asentamientos humanos” (1999). Ciertamente, la idea de vía o corredor histórico no encaja adecuadamente en la legislación estatal actual. Ocurre por ello que algunos tramos de calzadas romanas han sido inadecuadamente catalogados como sitios históricos o zonas arqueológicas -es el caso de la calzada romana del Valle del Besaya, o de la Vía de la Plata en Extremadura- y otros, asociados a puentes, como monumentos -así sucede en el caso de la calzada romana de Cirauqui, en Navarra-. Por su parte, corredores e infraestructuras lineales como el Camino de Santiago, el Camino Real de Reinosa a Santander en la zona de Las Hoces, el Canal de Castilla o el Canal Imperial de Aragón se han catalogado, de manera igualmente inapropiada, como conjuntos históricos o monumentos. En ocasiones, y mostrando una mayor sensibilidad hacia el patrimonio viario, las leyes de rango autonómico han reconocido la singularidad de las infraestructuras lineales históricas. Así, la Ley 1/2001, de 6 de marzo, del Patrimonio Cultural de Asturias, contempla entre sus bienes inmuebles la categoría de “vía histórica”, y entiende que pueden clasificarse como tales “las vías de comunicación de significado valor cultural, ya se trate de caminos de peregrinación, antiguas vías romanas, cañadas y vías de trashumancia, caminos de herradura, vías férreas o de otra naturaleza”. Según semejante planteamiento, la Ley 12/2002, de 11 de julio, de Patrimonio Cultural de CastillaLeón, contempla entre sus bienes inmuebles la categoría de “vía histórica”, entendiendo que pueden clasificarse como tales aquellas “vías de comunicación de reconocido valor histórico o PATRIMONIO INDUSTRIAL | 57


cultural, cualquiera que sea su naturaleza”. El enfoque adoptado en disposiciones como las citadas traduce un alentador cambio de sensibilidad y, al margen de que puedan considerarse oportunos concretos reajustes conceptuales o terminológicos, la consideración y reconocimiento legal del patrimonio de las infraestructuras lineales históricas en la legislación de rango autonómico puede constituir un adecuado punto de partida para extender la categoría de corredor, vía o infraestructura lineal histórica a la totalidad del Estado.

5. Las carreteras históricas Si bien se acepta hoy de manera prácticamente unánime que la idea de patrimonio debe plantearse desde un enfoque que supere el enorme peso tradicionalmente concedido al valor de antigüedad, la conciencia relativa a la preservación de las calzadas romanas, los itinerarios de peregrinación o las vías pecuarias no se ha extendido en España a las carreteras construidas en el país desde las décadas centrales del siglo XVIII. Aunque más próximo en el tiempo, es éste un patrimonio especialmente vulnerable, apenas protegido y escasamente valorado, sujeto a intervenciones y agresiones al seguir formando parte, salvo en casos excepcionales, de la red de carreteras en uso. Como es sabido, entre 1749 y 1752 quedaron concluidos los 16 kilómetros que salvaban el Puerto del León, entre Guadarrama y las proximidades de El Espinar, y los 71 kilómetros que separaban Reinosa y Santander. Fueron los primeros caminos pavimentados de la Edad Moderna española, y su construcción anunció la sustancial inflexión que, tanto por lo que respecta a la planificación de infraestructuras como en lo relativo a las técnicas de trazado y construcción de carreteras, tuvo lugar en el país a partir del reinado de los primeros Borbones. Como en el caso de las calzadas 58 | LLÁMPARA

romanas, los caminos pavimentados que se habilitaron al tráfico a partir de 1750 fueron quedando materialmente encajados en el territorio. No se trataba, ya, de sendas o caminos térreos de trazado variable o eventual y, salvo en casos excepcionales, su identificación resulta inequívoca. En todo caso, y al margen de la construcción de nuevos tramos, la aparición y posterior consolidación del automóvil derivó en un progresivo y sustancial proceso de transformación de las redes de carreteras de los siglos XVIII y XIX: el Circuito Nacional de Firmes Especiales (1926/1939), el Plan de Modernización de la Red de Carreteras Españolas (1950/1960), el programa de la Red de Itinerarios Asfálticos (REDIA, 1967/1971) y el Plan General de Carreteras 1984/91 constituyeron, al respecto, jalones fundamentales de la secuencia de modificación de pavimentos, secciones transversales y trazados que tuvo lugar en el último siglo. El análisis y valoración de las carreteras históricas deberá tener en cuenta los procesos de transformación a que se alude, puesto que algunas de las intervenciones a las que quedaron sometidos aquellos trazados -piénsese en los adoquinados, hormigones, riegos y otros firmes extendidos sistemáticamente durante las décadas de los años veinte y treinta, o en la introducción de dispositivos de señalización vertical a partir de aquellos mismos años- han configurado un patrimonio viario igualmente valioso.

" L as mejoras de trazado suponen la supresión de tramos que suelen corresponder al proyecto original de la carretera y resultan especialmente relevantes en relación con los usos constructivos y las técnicas de trazado anteriores a la consolidación del automóvil."

Por lo demás, el tipo de evolución e intervenciones que han sufrido las carreteras históricas aconseja plantear metodologías de identificación y documentación de tramos que se apoyen, precisamente, en el análisis de las lógicas que explican su pervivencia (Rodríguez et al., 2007, Rodríguez, Coronado y Ruiz, 2009). Baste señalar, por lo que a estas páginas interesa, que, en muchos casos, las mejoras de trazado suponen la supresión de tramos que suelen corresponder al proyecto original de la carretera y resultan especialmente relevantes en relación con los usos constructivos y las técnicas de trazado anteriores a la consolidación del automóvil. Salvo si pueden ser útiles al tráfico local o como vías de servicio, en cuyo caso se reconectan al nuevo trazado, los tramos rectificados suelen dejar de conservarse y resultan inaccesibles desde la carretera en servicio.

6. La carretera de Cáceres a Salamanca y el puerto de la Vallejera La carretera de segundo orden de Cáceres a Salamanca, incluida en los planes generales de carreteras de 1860 y 1864, se construyó en fecha tardía. Como en el caso de otros corredores transversales, y hasta que ello ocurrió, el transporte de personas y mercancías se efectuó sin seguir un trazado preciso, utilizando rutas de origen romano o medieval, que cambiaron conforme determinadas poblaciones adquirieron mayor peso en el corredor. El Itinerario de Escribano (1760) registra un “camino de ruedas de Mérida para Salamanca” que, desde Cáceres, seguía por Casar de Cáceres, Cañaveral, Holguera, Galisteo, Valdeobispo, Caparra, Abadía, Montemayor del Río, La Calzada de Béjar y Valdelacasa. También, un camino de herradura “de Béjar para Salamanca” por Navalmoral de Béjar, Peromingo, Guijuelo y Fuenterroble, cuya conexión con el anterior no queda, en todo


Puerto de la Vallejera. Trazado decimonónico. / OLIVER, 1937

caso, claramente indicada. Años más tarde, y si bien López (1809) y Freire (1835) mantienen los itinerarios descritos por Escribano, la Guía de Cabanes (1830) presenta una ruta que, frente a la primera, discurría por Casar de Cáceres, Talaván y Mirabel hasta Plasencia y, desde aquella localidad, hacia Salamanca, por Villar de Plasencia, Aldeanueva del Camino, Baños de Montemayor, Béjar, Peromingo y Fuenterroble. Se refiere de hecho Cabanes a la comunicación “de Plasencia con Béjar y Salamanca”, ignorando el paso por Montemayor y La Calzada, e incidiendo sobre la relevancia de aquellos núcleos en la articulación del corredor durante las primeras décadas del siglo XIX. No es, pues, extraño que la Real Orden de 8 de febrero de 1848 por la que se dispuso la elaboración del proyecto y presupuesto de la carretera transversal de Salamanca a Huelva se establecieran, como puntos obligados de paso, Béjar, Plasencia, Cáceres y Los Santos. El trazado contemplado en los proyectos de los distintos tramos de la carretera se ciñó tan solo en parte al itinerario descrito por Cabanes y, a partir de Béjar, definía un tercer corredor por Vallejera de Riofrío, Nava de Béjar y Guijuelo, para seguir desde allí hasta Salamanca por Be-

leña y Mozárbez. Por lo demás, y aprobados los proyectos, las obras del tramo de Cáceres a Salamanca se desarrollaron a un ritmo extraordinariamente lento: al finalizar 1855 únicamente se habían habilitado los 4,9 kilómetros que separaban Béjar y Vallejera de Riofrío (Dirección General de Obras Públicas, 1856), y entre aquella fecha y 1860 tan solo se abrieron al tráfico 25 kilómetros más (Dirección General de Obras Públicas, 1861). A lo largo de la primera mitad de la década de los años sesenta, y una vez acometidas las obras en los extremos de la línea y en las prolongaciones de su parte central, se completaron los tramos de Cáceres a Cañaveral, Aldeanueva del Camino a Guijuelo y Mozárbez a Salamanca. Hacia 1864, el tramo de Cañaveral a Aldeanueva se encontraba todavía en construcción, y el de Guijuelo a Mozárbez sin construir (Depósito de la Guerra, 1866). La descripción que, del tramo de Béjar a Guijuelo, recoge el volumen V del Itinerario descriptivo y militar de España (1866), ofrece una sucinta noticia de la solución adoptada en la estribación de la Vallejera: “Desde Béjar continúa la carretera por las descendencias de la sierra, por terreno quebrado, pero no tan áspero como el que ha recorrido.

A la salida del arrabal se pasa por un puente de piedra, de un arco, el río Cuerpo de Hombre, y empalma, por la izquierda, el camino de Villariño. A 3 k. se pasa por otro puente el río Frío, que afluye en el anterior en Béjar; a 1 k. después de este puente se separa, por la derecha, el camino al Barco de Ávila. En el puente sobre el río Frío abandona la carretera la orilla izquierda, que ha remontado desde Béjar, y se aproxima a la del arroyo Moro, por la cual asciende con bastante desarrollo, para atravesar, a 2,5 k. de Vallejera, una derivación de la sierra por el puerto de aquel nombre, del que desciende con marcadas ondulaciones. A 4,5 k. de Vallejera se separa, por la derecha, la carretera a Ávila. A 6 k. de Nava de Béjar se pasa, por un puente de piedra, con cinco arcos, el regato de la Mula, de bastante caudal en época de lluvias. En Guijuelo termina la carretera, de la que nada hay construido hasta Mozárvez; el tránsito se hace por un regular camino de herradura, que permite el de carros en algunos trozos”. Siguiendo la solución más habitual, el trazado del puerto de la Vallejera se resolvió mediante alineaciones rectas de fuerte rasante y curvas circulares de pequeño radio dispuestas en tePATRIMONIO INDUSTRIAL | 59


≥ Puerto de la Vallejera. Trazado decimonónico. Muros de sostenimiento. / FOTOGRAFÍA DE LOS AUTORES.

Puerto de la Vallejera. Trazado decimonónico. Tajea. / FOTOGRAFÍA DE LOS AUTORES.

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rraplén y apoyadas en muros de contención de mampostería. No existiendo cursos de agua de entidad, únicamente fue necesario construir media docena de tajeas formadas por arcos escarzanos de fábrica de pequeña luz y contrafuertes laterales en talud. En la parte más alta del puerto se construyó una casilla de peones camineros. El tramo no sufrió variaciones de entidad hasta que, en la década de los años veinte del siguiente siglo, y si bien la carretera de Cáceres a Salamanca no llegó a formar parte de los itinerarios del Circuito Nacional de Firmes Especiales, se planteó la necesidad de adecuar la infraestructura al tráfico automóvil. El proyecto de mejora, debido al ingeniero de caminos Bienvenido Oliver y Román, consistió en un nuevo trazado que, desde los extremos del puerto decimonónico, se desarrollaba mediante alineaciones curvas de mayor radio y una única revuelta. En este caso, y frente a la solución comúnmente adoptada en carreteras, Oliver desechó el empleo de acuerdos circulares y resolvió el trazado en planta mediante curvas de transición -concretamente lemniscatas de Bernouilli- sin tramos circulares intermedios. La revuelta intermedia constaba de dos lemniscatas de idénticas características, con sobreanchos de 4,5 m -la sección transversal en recta era de 7 m-, y peraltes del 7% en los centros de las curvas. El proyecto había sido elaborado en 1927, y las obras se llevaron a cabo en 1930. Materializaron la primera propuesta de empleo de curvas de transición en carreteras en España, y permitieron suprimir el paso por el puerto decimonónico, que quedó desde entonces desafectado de uso. En lo teórico, Oliver publicó dos artículos (1929 y 1934) y un librito en dos volúmenes (1937) que constituyó la primera monografía española dedicada específicamente al problema de las curvas de transición en carreteras.

Puerto de la Vallejera. Trazado decimonónico y proyecto de rectificación de trazado de 1927. / OLIVER, 1934.

Puerto de la Vallejera. Proyecto de rectificación de trazado de 1927. Trazado del zigzag en planta. / OLIVER, 1934.

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Puerto de la Vallejera y trazado de la variante construida entre Puerto de Béjar y Sorihuela. / Hoja 553-I de la serie 1:25.000 del IGN. Obsérvese que, en esta edición, el puerto decimonónico no fue cartografiado.

El nuevo trazado del puerto de la Vallejera formó parte de la N-630 hasta que, en 1994, entró en servicio la variante construida entre Puerto de Béjar y Sorihuela. Años más tarde, el trazado de la A-66 se ha apoyado aquí, precisamente, en dicha variante. Perviven, pues, en la Vallejera, tres soluciones que remiten a otras tantas estrategias de proyecto y construcción de carreteras. Si cada uno de los trazados responde a concretas expectativas de movilidad y específicos contextos tecnológicos, es al ser considerados secuencialmente -no es en este caso el territorio un palimpsesto, puesto que cada traza remite a la anterior en el contexto de un mismo discurso- cuando revelan las lógicas relativas a la propia construcción histórica del corredor. Y es, en consecuencia, el hecho de que cada una de las sucesivas mejoras se haya efectuado sin alterar la configuración de los trazados preexistentes, lo que otorga singular valor patrimonial al tramo descrito. La recuperación del puerto decimonónico para el tráfico de peatones y ciclistas no exige, por lo demás, operaciones de entidad. Bastará con regularizar la 62 | LLÁMPARA

plataforma, limpiar los muros de sostenimiento, recuperar y reubicar los antiguos hitos kilométricos que se conservan apilados junta a la casilla de peones camineros y reconectar los extremos del tramo al trazado del puerto que se mantiene en servicio. Pero la rehabilitación y señalización del tramo deberá plantearse atendiendo a otros períodos y trazados -desde los correspondientes a época romana hasta los ejes ferroviarios-, en el contexto de un proyecto de mayor envergadura orientado a la identificación, recuperación y gestión patrimonial del corredor histórico de la Vía de la Plata. n Bibliografía y fuentes de información AA.VV. (1986) La Obra pública, patrimonio cultural. Madrid, CEHOPU. ARRÚE, Begoña, y MOYA, José Gabriel, coord. (1998) Catálogo de puentes anteriores a 1800. La Rioja. Zaragoza, Instituto de Estudios Riojanos/CEDEXCEHOPU, 2 volúmenes. BALLESTER, José María (1997) “El patrimonio industrial y técnico, memoria de Europa. Políticas y prácticas del Consejo de Europa”, OP, 41, pp. 4-9. CABANES, Francisco Xavier (1830) Guía general de correos, postas y caminos del Reino de España, con un Mapa itinerario de la Península. Por el Brigadier de infantería de los Reales ejércitos D. … Madrid, Imprenta de D. Miguel de Burgos.

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Peregrinaje de Embutidos Araú para convertirse en espacio cultural JAVIER REVILLA CASADO. Becario de Investigación en el Departamento de Historia de la Universidad de León

Emplazada en Trobajo del Camino (León, España), junto al mismo Camino de Santiago en su ruta más transitada –el llamado “camino francés”–, la antigua fábrica de embutidos Araú parece sufrir desde hace años un lento y tortuoso peregrinaje cuya meta será, deseamos, su transformación en centro cultural que integre espacios para auditorio, biblioteca, salas de exposiciones y oficina de turismo. Un tránsito no carente de obstáculos y problemas, entre los que destacan la solicitud de derribo en 1997 o el derrumbe parcial sufrido en 2009 durante las propias obras de rehabilitación. Desde hace años, décadas, las instalaciones de Embutidos Araú son objeto de las miradas por parte de la prensa, los políticos y la ciudadanía leonesa en general, en busca de una solución que resuelva su futuro. Tras el traslado de la actividad industrial a una nueva factoría en la cercana localidad de San Miguel del Camino, durante la década de los noventa del pasado siglo se debatió entre la conservación o no de estos viejos edificios. El espectacular desarrollo urbanístico de la zona, otrora extrarradio no sólo de la ciudad de León –en cuyo alfoz se localiza– sino del propio casco urbano de Trobajo del Camino – término al que pertenece–, hizo temer por la desaparición de la antigua fábrica chacinera, a pe-

Vivienda y fábrica en el año 1920, una vez completada la ampliación de la inicial fábrica de Adriano Alcorta. / SUSANA BARBEITO PÉREZ

sar de su singularidad e interés arquitectónico. Finalmente, la salvaguarda de Araú no vino dada por su propia valía como bien patrimonial industrial, sino paradójicamente por algo que en principio nada tenía que ver con la factoría cárnica: su emplazamiento en pleno Camino de Santiago, entorno protegido desde la década de 1960. Ayudó, sin duda, la magnificencia de la obra arquitectónica de la embutidora, pero creemos que, de haberse localizado algunos metros más alejada de la histórica ruta de peregrinación, a buen seguro hoy sólo tendríamos su anhelado recuerdo gráfico y descriptivo. Afortunadamente, la concienciación a favor de la con-

< Perspectiva general del macelo y la fábrica. / ARCHIVO

servación del patrimonio ha ido calando progresivamente en nuestra sociedad y, si bien el industrial ha sido uno de los últimos en ser considerado como tal en nuestro país, actualmente su valorización y defensa está consolidándose cada vez más. La provincia de León es buen reflejo de ello, pues ha sabido proteger o lo está haciendo elementos tan interesantes como la química Abelló en la ciudad de León, la ferrería de San Blas en Sabero, las harineras en La Bañeza, Gordoncillo y Astorga o las centrales térmicas de la MSP y Compostilla I en Ponferrada, entre otras iniciativas como la que nos ocupa. De todas ellas, hemos querido escribir en esta ocasión PATRIMONIO INDUSTRIAL | 65


sobre Embutidos Araú pues su experiencia constituye quizás el mejor ejemplo de las dificultades que todavía encuentran en la actualidad los bienes considerados como patrimonio industrial: las dudas sobre su propio valor, el fuerte interés especulativo por el suelo que ocupan, la falta de estudios rigurosos sobre el bien, la favorable decisión indubitada para mutilar o alterar el elemento original o la inexperiencia a la hora de intervenir en edificios de este tipo. Todos ellos factores de riesgo que, como vamos a ver a continuación, han afectado a esta fábrica y que en general constituyen serios peligros presentes y futuros para el patrimonio industrial.

1. Acercamiento histórico y biográfico. Según un artículo publicado en 1920 1, el origen de esta industria cárnica se remontaría a la segunda mitad de la década de 1840, cuando por iniciativa del empresario Adriano Alcorta se habría fundado esta fábrica de embutidos. Esta fecha inicial de 1845 se ha repetido desde entonces en numerosos reportajes de prensa e incluso en libros sobre patrimonio industrial, aunque por nuestra parte la consideramos errónea. No ponemos en duda que la fundación empresarial debió corresponder a la figura de Adriano Alcorta Cambas, pero es imposible que lo hiciese ya en el año 1845 pues fue entonces precisamente cuando nació. Lo deducimos por su esquela y lo corroboramos, por ejemplo, en el testamento que hizo su padre Juan Alcorta el 18 de febrero de 1858, donde menciona que sus seis hijos (María, Nicolasa, Adriano, Cesáreo, Juan y Benito) eran entonces menores de edad por lo que dejaba como curadora de los mismos a su esposa Petra Cambas Blanco 2. Por el momento, pocos datos más conocemos sobre la vida 66 | LLÁMPARA

Esta vieja fotografía nos muestra en todo su esplendor la industria de Embutidos Araú desde el Sur, destacando la gran logia del macelo. / ARCHIVO

de Adriano Alcorta Cambas y de su actividad industrial. Sabemos que era vecino de León a la muerte de su madre en 1879 3 y de Trobajo del Camino al óbito de su hermano Benito en 1897, este último relojero de profesión4 . Anteriormente, a finales de la década de 1870 Adriano había causado baja en el censo electoral del municipio de Villasabariego 5 , donde tenemos constancia que era contribuyente en 18776. Las referencias anteriores, aunque no nos sirven para con-

cretar la fecha del establecimiento de su fábrica de embutidos, circunscriben dicho momento a las últimas décadas del siglo XIX. Ante ello, quizá debamos estimar como válida una fecha que aparece en otro artículo de prensa todavía más tardío al inicialmente mencionado, que sitúa la industria chacinera de Trobajo del Camino en el año 18767. Es posible que tampoco esa sea la fecha correcta o exacta, pues aunque no sea una condición sine qua non sabemos que

La espectacular galería acristalada, hoy casi imperceptible, tenía esta visión en origen, completando la gran belleza del conjunto edificado. / ARCHIVO


hasta una década después los integrantes del matrimonio no fueron empadronados en Trobajo del Camino, como recogen los libros de la Junta Vecinal: (...) a treinta y uno de enero del año de mil ochocientos ochenta y seis, se le admitió por vecino de este pueblo a Don Adriano Alcorta y a su mujer Petra González, los que pagaron los derechos de costumbre (...)8 . Lo cierto es que la fábrica de Adriano Alcorta Cambas estaba plenamente operativa en el cambio de siglo, gozando de una gran fama en buena parte del territorio español donde tenía una amplia clientela dada la elevada calidad de sus productos. Ello favoreció la sucesiva ampliación de las instalaciones industriales, cuya huella puede seguirse en la actualidad haciendo un somero estudio de los estilos y materiales constructivos del conjunto fabril. E sp ecial mente not able s fueron las innovaciones introducidas por el sobrino de Alcorta, Eusebio Araú González, heredero de la industria tras la muerte del primero acaecida el 5 de marzo de 1910 9. Bajo la di-

rección de Araú, la fábrica de embutidos adquirió nuevas máquinas y construyó anejos para mejorar los procesos –como el amplio matadero paralelo a la carretera, hoy avenida Párroco Pablo Díez–, destacando especialmente un laboratorio para el reconocimiento microscópico de carnes10. El éxito empresarial de Eusebio Araú fue importante, hasta el punto que conocemos que en 1920 su industria elaboraba ciertos embutidos en conserva que se exportaban al continente americano en “latas con manteca”11. Los años veinte vieron como la familia Araú participaba en la vida social de la tímida burguesía leonesa, apoyando la construcción del Casino Leonés o la visita del rey Alfonso XIII en 1927, entre otros hechos. Eusebio Ar aú González concluyó sus días el 20 de diciembre de 1935, a la temprana edad de 59 años. Fue sucedido en la dirección de la fábrica de embutidos por su esposa, Sira Sampedro Manrique, una maestra ovetense residente en tierras leonesas desde los 17 años, cuando tomó matrimonio con Araú. Sira Sampedro es recordada, además de por su gestión empresarial, por la labor caritativa desarrollada durante la posguerra, motivos por los que tiene una calle dedicada en la localidad de Trobajo del Camino, en la cual falleció en octubre de 196512. Desde entonces, Embutidos Araú fue dirigida por Mariano Suárez Gutiérrez y posteriormente por José González Morán, siguiendo su actividad

" El éxito empresarial de Eusebio Araú fue importante, hasta el punto que conocemos que en 1920 su industria elaboraba ciertos embutidos en conserva que se exportaban al continente americano…".

actualmente en San Miguel del Camino.

2. Descripción arquitectónica y estilística. El conjunto edificado muestra a primera vista una gran homogeneidad, pese a que un análisis más detallado rápidamente nos advierte de distintos estilos y añadidos a lo largo de la historia fabril de la embutidora. Trataremos de analizarlo observando las diferentes partes en que se divide el antiguo complejo industrial. 2.1. Edificio principal. Se sitúa en la parte central y mide aproximadamente 21 m de largo por 7 m de ancho. Posee tres alturas hacia la carretera y una más hacia el interior de la parcela debido a la topografía del terreno donde se sitúa; además, esta fachada Sur no es recta sino retranqueada. Se techa a dos aguas, en origen con teja cerámica últimamente sustituida por planchas onduladas de fibrocemento para aligerar peso. Destaca su profusa decoración con ladrillo macizo: cornisas, marcos de vanos, remates almenados, hastiales escalonados y las cuatro torrecillas angulares, elementos, los tres últimos especialmente, que otorgan a la obra una definición estilística neogótica, aunque el eclecticismo es manifiesto. Cierto paralelismo lo encontramos en el Molino Sova de Praga (República Checa), emplazado en la isla Kampa del río Moldava, al menos en cuanto al volumen y la silueta de los hastiales y torrecillas. Volviendo a Araú, sus muros están parcialmente revocados, ocultando las diferentes fábricas y las ampliaciones realizadas. En este edificio principal se partió de una construcción con una altura inferior a la actual y edificada “a la leonesa”, es decir, con muros de carga que alternan el ladrillo tejero y los cajones de cantos de río cogidos con argamasa de cal y arena. PATRIMONIO INDUSTRIAL | 67


Esta primera fase (bien visible en la fachada Sur) tiene los vanos rematados con arcos escarzanos. El acrecentamiento en este volumen se realizó con dobles ventanas de arcos de medio punto, utilizándose, además del ladrillo, el adobe para buena parte de los muros. Sobre el remate almenado al que ya hemos aludido, debemos añadir que en 1920 presentaba una especie de frontón curvo en la fachada principal que mira hacia la carretera o Camino de Santiago (Norte). Este elemento, cuya presencia hemos constatado en otras fotografías de los años treinta o cuarenta, seguramente servía como letrero anunciador de la fábrica. El espacio interior se destinaba a los principales procesos industriales: picado y envasado de los productos cárnicos, así como especialmente las zonas de secadero. También se situaba aquí una tienda comercial.

2.2. Vivienda. El segundo gran edificio del conjunto se sitúa en el extremo Este de la parcela y es perpendicular al anterior y a la carretera, puesto que su frontal se disponía hacia el naciente para aprovechar la luz mediante una cristalera con magnífica carpintería. Constituye un amplio volumen de 21 por 11 metros, con tres alturas sobre semisótano. Tiene tejado a cuatro aguas, en el cual sobresalía una amplia y airosa buhardilla o mansarda actualmente eliminada. Funcionalmente el edificio albergaba la vivienda y los despachos principales, entre otros usos. E n él d e s t a c a l a g a l e ría acristalada antes mencionada. En cuanto a su estilo se ha escrito y repetido sobre su influencia modernista, aunque consideramos que mejor debería clasificarse como neomudéjar. Lamentablemente, la espectacularidad y la funcionalidad de esta cristalera de madera y vidrio está hoy completamente 68 | LLÁMPARA

" …la obra (tiene) una definición estilística neogótica, aunque el eclecticismo es manifiesto. Cierto paralelismo lo encontramos en el Molino Sova de Praga (…), al menos en cuanto a la silueta de los hastiales y torrecillas.".

limitada por la edificación inmediata de un bloque de viviendas, que la deja prácticamente oculta.

2.3. Laboratorios y oficinas. Entre los edificios fabril y residencial que acabamos de describir (por generalizar atendiendo a sus funciones) se en-

cuentra una pequeña construcción de unos 7 por 7 metros. En este volumen, de una única altura, destaca el colorismo en su fachada Norte, pues está casi totalmente revestida con azulejos13 . También tiene vidriadas o esmaltadas en color verde algunas líneas de tejas en una de las dos aguas de su cubierta. La fachada Sur muestra una sencilla galería. Las funciones de este espacio eran administrativas y técnicas, destacando el laboratorio o “sala destinada al reconocimiento microscópico de carnes” según una fotografía publicada en 1920.

2.4. Nave macelo. Al extremo Oeste de la parcela se conserva parte de una gran nave alargada y dispuesta paralelamente a la avenida Párroco Pablo Díez, el macelo o matadero, tercer gran edificio del conjunto. Tiene actualmente

Vista aérea de la población de Trobajo del Camino en el año 1935, con la fábrica de embutidos en la esquina inferior derecha. / WWW.TROBAJODELCAMINO.NET


ban una espléndida logia, todo en ladrillo. Casi en el extremo Oeste del macelo, sobre una de las aguas de la cubierta se levantaba una especie de chimenea o elemento elevado (¿depósito?). Al no haber llegado a nuestros días no podemos estudiarlo, aunque por una fotografía observamos que su ejecución en ladrillo seguía la magnificencia y espectacularidad del conjunto.

Interior de la “sala destinada al reconocimiento microscópico de carnes” según muestra una imagen publicada también en 1920. / ARCHIVO

8 m de anchura por unos 25 m de largo, aunque sólo se conserva menos de la mitad del original de esta construcción que debía superar los 60 metros de

longitud. De hecho, por viejas fotografías hemos podido contar los vanos que se abrían hacia el Sur, un total de 17, siendo solamente 7 los que actualmente quedan. Esto es así porque el macelo fue mutilado parcialmente con motivo del convenio urbanístico que afectó a la zona, para abrir un vial y construir un bloque de viviendas. Esta acción, ciertamente, fue una aberración desde nuestro punto de vista. Sólo tiene explicación y cierta justificación al ver que gracias a ello desaparecieron las iniciales intenciones de derribar todo el conjunto fabril. Sin embargo, la espectacularidad de la construcción ha quedado notablemente aminorada. Así pues, en lo que queda del matadero original se observan en sus fachadas una serie de grandes vanos enmarcados por arcos de medio punto, siendo 3 hacia el Norte y 7 hacia el Sur. Están realizados con ladrillo visto, al igual que las cornisas y pilastras. Nuevamente aprovechando el desnivel topográfico el espacio cuenta con semisótano, que se abre hacia la fachada meridional, mostrando hacia allí una magnífica sucesión de arcos carpaneles que apoyados en pilares forma-

3. Entre el derribo y la rehabilitación. A pesar de su impor tancia y singularidad, la fábrica de embutidos dirigida por Alcorta, Araú y Sampedro estuvo a punto de desaparecer fruto del desarrollo urbanístico de la zona en que se ubica durante la década de 1990. Se salvó, afortunadamente, por su localización en pleno Camino de Santiago, entorno protegido por la declaración de conjunto histórico-artístico (actual BIC) dada el 5 de septiembre de 196214 . Gracias a ello, el 17 de abril de 1997 la Comisión Provincial de Patrimonio desestimó el expediente de solicitud de derribo, que contaba en aquel tiempo con el apoyo del Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo pues días antes había declarado al edificio parcialmente en ruina, según recogió la prensa provincial15. A partir de entonces, tras el cambio en la presidencia municipal se iniciaron los pasos para recuperar el conjunto industrial. Un camino lleno de dificultades, que partió de la firma en 1998 del convenio urbanístico por el cual los inmuebles pasaron a propiedad del Ayuntamiento, tras lo cual se trató de buscar la financiación necesaria para realizar la intervención. En los albores del nuevo milenio, el arquitecto Juan Manuel Alonso Velasco firmó un primer proyecto de rehabilitación valorado en casi 700 millones de pesetas. Pretendía transformar la vieja fábrica en un centro PATRIMONIO INDUSTRIAL | 69


Fachada Sur de la nave matadero, observándose el corte practicado en el mismo y su espléndida sucesión de arquerías y vanos. / S. BARBEITO

socio-cultural que contase con espacios museísticos y zona de albergue para los peregrinos del Camino de Santiago, además de un auditorio y escuela de música. Pero fue tras el concurso de ideas convocado por el Ministerio de Vivienda en 2005 cuando se adjudicó la intervención definitiva a ALF arquitectos asociados SLP en mayo de 2006. Su proyecto propone, de manera muy resumida, dar los siguientes nuevos usos a los espacios disponibles: • Biblioteca, archivo y salas de lectura en la vivienda. • Oficina de turismo en los antiguos despachos y laboratorios. • Salas de exposiciones en la fábrica y macelo. Además de ello, en el interior de la parcela se construirá un auditorio semienterrado con un aforo aproximado de 300 butacas. Su arquitectura marcará una clara diferenciación con la fábrica existente, estará subordinado a ella y vinculado a la topografía, resultando un elemento de “apariencia masiva y poco

construida. Entendido como un accidente del terreno más que como construcción añadida” según palabras extraídas del propio proyecto de rehabilitación16.

4. Estado actual. A finales del año 2008 se iniciaron los trabajos de intervención en el edificio, adjudicados a la empresa Teconsa por 4.508.910 euros y con un plazo de ejecución de 18 meses. El

coste lo asumió el Ministerio de Vivienda en un 80%, mientras que el Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo sufragaría el 20% restante, conforme al “Protocolo de Rehabilitación de Araú para Centro Cultural” firmado entre ambas administraciones el 20 de mayo de 2006. Lamentablemente, en la tarde del jueves 19 de febrero de 2009 las obras sufrieron un serio percance al producirse un des-

Alzado del edificio central en la que podemos observar la ampliación histórica. / S. BARBEITO 70 | LLÁMPARA


Detalle de la magnífica carpintería que conforma la galería de la vivienda. / SUSANA BARBEITO PÉREZ

plome que afectó al edificio principal y que obligó a la eliminación de su fachada y hastial Oeste. La intención de la empresa adjudicataria fue reintegrar estos elementos, lo que exigió la consolidación y un proyecto reformado para continuar con los trabajos. Sin embargo la crisis económica hizo caer a la propia constructora, que meses después presentó concurso voluntario de acreedores. Por ello, las obras de rehabilitación de Embutidos Araú quedaron paralizadas. Así continúan en la fecha en que estamos escribiendo este artículo. Los edificios de la vieja embutidora se encuentran actualmente sin cubierta, protegidos por lonas de plástico y fuertemente apuntalados para evitar mayores derrumbes, fruto de una actuación de urgencia por parte de la Dirección General de Arquitectura y Política de Vivienda que destinó para ello una partida de unos 342.000 euros. A finales de abril de 2011 se ha anunciado públicamente una nueva adjudicación de las obras de rehabilitación, en esta ocasión a la empresa Corsán-Corviam, que tendrá 16 meses de plazo para concluir los trabajos, licitados por 4.478.095,22 euros. El 16 de mayo pasado, diferentes autoridades comunicaron

Rehabilitación de los edificios Araú. / ALF ARQUITECTOS ASOCIADOS. Madrid mayo 2007.

el reinicio del desarrollo del proyecto de rehabilitación del conjunto industrial de Trobajo del Camino durante el próximo mes de junio. A las funciones culturales y turísticas del futuro espacio, anteriormente citadas, se ha sumado recientemente la localización de un vivero de empresas. Ojalá estemos ya ante la solución definitiva. Como hemos demostrado, por su calidad y magnificencia este histórico edificio industrial merece ser conservado y puesto en valor. n 1

V V A A, (1920), León artístico y monumental gráfico y descriptivo en el centenario de sus fueros: álbum gráfico: 1020-1920, Madrid: Artes Gráficas Mateu, p. 47. 2 Archivo Histórico Provincial de León (en adelante AHPL), Protocolos Notariales, caja 1333, signatura 2265, ff. 23r-24v. 3 AHPL, Protocolos Notariales, caja 11704, signatura 2419, f. 1733r y ss. 4 AHPL, Protocolos Notariales, caja 12555, f. 2125r y ss. 5 Boletín Oficial de la Provincia de León del 1 de diciembre de 1879, p. 4. Adriano Alcorta Cambas causa baja en la sección 20 (Villasabariego) del distrito electoral de León, “por haber perdido legalmente su domicilio” en Villarente. 6 Boletín Oficial de la Provincia de León del 10 de octubre de 1877, p. 2.

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Diario Proa del 31 de octubre de 1965: “(…) fabricante de embutidos establecido ahí en Trobajo desde el año mil ochocientos setenta y seis (…)”. 8 Libro II de actas de la Junta Vecinal de Trobajo del Camino (años 1843 a 1924), p. 58. Transcripción realizada por Juan Martínez, disponible en http://w w w. trobajodelcamino.net/ 9 La viuda de Adriano Alcorta, Petra González y González, fallecía pocos años después, el 13 de agosto de 1913. 10 Curiosamente, la empresa de Eusebio Araú fue sancionada por las autoridades competentes al no someter a la inspección sanitaria los cerdos que sacrificaban, aclarando Araú que dichos reconocimientos los realizaba con personal veterinario, lo cual no le evitó la multa según dice el Diario de León del 9 de febrero de 1925. 11 V V A A (1920), León artístico y monumental gráfico y descriptivo en el centenario de sus fueros : álbum gráfico: 1020-1920, Madrid: Artes Gráficas Mateu, p. 47. 12 Diario Proa del 31 de octubre de 1965. 13 J. A. Balboa de Paz en su artículo de opinión titulado “La fábrica Araú”, publicado en el Diario de León del 19 de abril de 1997, p. 2, sugiere la posibilidad de que tal azulejería provenga de los talleres de Zuloaga. 14 Decreto 2224/1962, publicado en el BOE del 7 de septiembre de 1962. 15 Véase por ejemplo el Diario de León del 17, 18 y 19 de abril de 1997. 16 http://www.aytosanandres.es/ver_ documento.php?id=985

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Fundición La Tortilla y Distrito Minero de Linares, Jaén. / FERNANDO ALDA.

1. Datos del proyecto • Título: Nuevos paisajes culturales. Acciones conceptuales en el paisaje industrial andaluz en su tratamiento como paisaje cultural. • Equipo investigador: |PSJ.exe| Laboratorio del Paisaje Industrial Andaluz. • Investigador responsable: María Isabel Alba Dorado. • Investigadores: María Araceli Alba Dorado, Jose Antonio Alba Dorado y Ana Mª Blanco Monzú. • Financiación: Junta de Andalucía. Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio. Dirección General de Vivienda y Arquitectura. • Resolución de concesión: BOJA nº 235 de fecha 2 de diciembre de 2009. • Duración: 2 años (04/12/2009 - 03/12/2011) • Importe subvencionado: 56.400 euros.

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Nuevos paisajes culturales Acciones conceptuales en el paisaje industrial andaluz en su tratamiento como paisaje cultural. MARÍA ISABEL ALBA DORADO. Doctora Arquitecta. Profesora del Departamento de Ingeniería Gráfica de la Universidad de Sevilla. Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Edificación.

En la actualidad observamos como muchos de los territorios y arquitecturas creadas y manipuladas durante un pasado industrial ha dado como resultado unos paisajes con un alto contenido cultural. Hoy estos territorios, en su mayor parte, obsoletos y abandonados de usos anteriores, configuran un paisaje que comienza a ser habitual y que contiene las huellas de un pasado industrial al que, sin embargo, se le ha prestado escasa atención, lo que hace que nos encontremos con un patrimonio frágil, con unos paisajes culturales que registran un estado de urgencia ante un proceso de desmantelamiento y abandono.

El presente artículo pretende analizar el contenido cultural de estos paisajes generados por la decadencia industrial y dar a conocer un proyecto de investigación que en la actualidad se encuentra en su fase de desarrollo y que tiene como objetivo plantear una revitalización de estos paisajes desde la potenciación de su interés cultural. 2. Introducción La acción del hombre sobre el territorio, como consecuencia del desarrollo de actividades productivas o de consumo a lo largo del tiempo, ha dado como resultado una realidad, física, social y cultural que se refleja en su historia pero, también, en los terri-


torios y arquitecturas específicas creados y manipulados durante su pasado industrial, ejerciendo, de este modo, una enorme influencia en la configuración de nuevos paisajes. El legado que ésta nos ha dejado de un pasado reciente es el elemento más representativo de una rica cultura de la producción que debe ser conservada y recuperada como realidad patrimonial. En este sentido, los paisajes de la industria constituyen un hecho al que necesariamente se le debe prestar especial atención. Una aproximación a estos paisajes hace necesario un acercamiento a éstos desde su concepción como paisajes culturales, de modo que contemple su entendimiento como memoria del territorio y, al mismo tiempo, como expresión de la cultura de un pueblo. Esto, sin duda, incide en ese desdibujamiento, que en los últimos años estamos asistiendo, de los límites que separan el patrimonio cultural del patrimonio natural y que enlaza con esa ampliación progresiva de lo patrimonial que hace que éste se identifique hoy no sólo con lo monumental o con lo que tiene un determinado valor histórico artístico, sino con aquello que contribuye a la identidad de las personas. Como consecuencia de ésto, el concepto de lo patrimonial ha evolucionado hasta contener la idea de paisaje y se ha ampliado hasta extenderse a un patrimonio que, hasta fechas recientes, no se le había prestado la adecuada atención como es el patrimonio industrial. A lo largo de la historia, la industria ha ejercido un papel importante en la construcción de nuevos paisajes y en la conformación de escenas culturales. Muchos de los paisajes que hoy nos rodean tan sólo es posible explicarlos a partir de un pasado industrial, a través de la impronta dejada por la industria en el territorio. Quizá por ello, una aproximación al fenómeno de la industrialización a través del análisis del paisaje no sólo

es posible sino que, además, sería deseable pues, esta aproximación nos ofrecería una visión integradora que comprendería el conjunto de manifestaciones y de elementos muebles e inmuebles fruto de una actividad industrial a una escala idónea para comprender la envergadura y complejidad de estos fenómenos productivos. Infraestructuras, ferrocarriles, viales, viaductos, poblados, construcciones, cortas…, todos ellos con una clara presencia en el paisaje, han ido modificando a lo largo del tiempo la orografía de muchos de nuestros territorios estructurándolos, marcándolos y de-

finiendo un paisaje específico como resultado de una actividad industrial. De modo que la industria, ya sea a través de su enorme capacidad transformadora, como ocurre con muchas de las actividades extractivas, o a través de sutiles, selectivas y puntuales intervenciones, como sucede con molinos, cabrias, castilletes, chimeneas…, configura las pautas de muchos de los paisajes culturales más valiosos, imponiéndose en el paisaje y apropiándose de su identidad. De modo que, muchos de estos efectos de la industria sobre el territorio surgen como importantes agentes culturales del paisaje.

Minas de Oro de Rodalquilar, Almería. / MARINA DEL MAR

Minas de Riotinto, Huelva. /JOSÉ MANUEL NAVIA.

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Asimismo, podríamos afirmar que muchos de los paisajes que hoy nos rodean tienen una clara ascendencia industrial. Es difícil encontrar entre los espacios que nos movemos cotidianamente lugares que hayan permanecido al margen de los procesos industriales de este último siglo. Nos encontramos hoy con una enorme variedad de paisajes industriales debido a la extensión territorial a la que afectó el fenómeno de la industrialización pero, también, a la dilatación en el tiempo de este proceso. La definición de estos paisajes industriales no responde, en la mayoría de los casos, a un diseño consciente o a una lógica preestablecida sino que, más bien, éstos son el resultado de un proceso en el que la necesidad, la contingencia o el azar han guiado su diseño y marcado el territorio a partir del trabajo anónimo de miles de hombres y mujeres. Asimismo, este concepto de paisaje industrial no está ligado a una noción estática, sino dinámica. La obsolescencia de procedimientos y maquinarias obliga continuamente a la reutilización o sustitución de elementos o de estructuras por otros que respondan a las nuevas necesidades funcionales y productivas. Es por ello que sólo nos sería posible entender estos paisajes en una evolución permanente, en una constante mutación que hace que elementos pertenecientes a momentos históricos distintos se superpongan. De modo que el territorio se convierte en un complicado palimpsesto en el que podemos leer cómo el rastro de paisajes, hoy día ya desaparecidos, convive con la presencia de otros actuales. Pero no sólo nos es posible apreciar la huella de la industria en la impronta que ésta ha dejado sobre el territorio sino, también, en la sociedad y en la cultura. Estos paisajes de la industria son partícipes de la cultura de un pueblo, configuran un territorio cultural en sentido amplio. 74 | LLÁMPARA

Minas de hierro de Alquife, Granada. / JOSÉ MORÓN

Fundición La Tortilla y Distrito Minero de Linares, Jaén. / FERNANDO ALDA

Estos paisajes de la industria adquieren valores de paisaje cultural ya que, éstos han contribuido de una forma decisiva a la construcción de nuestras señas de identidad cultural. Son concebidos como expresión de los rasgos de identidad de un pueblo, de aquellos lugares en los que la industrialización ha marcado unas formas de vida y de trabajo que, con el tiempo, han quedado grabadas en el paisaje y en la memoria colectiva. De tal forma que éstos, a modo de palimpsesto, contienen las huellas marcadas o borradas de la actuación del hombre sobre el territorio, lo

que les convierte en reflejo de la cultura de un pueblo y en poseedores de una gran significación cultural. Hoy estos lugares, en su mayor parte, obsoletos y abandonados de usos anteriores, configuran un paisaje que comienza a ser habitual y que contiene las huellas de un pasado industrial, todavía reciente, al que sin embargo, se le ha prestado escasa atención. Esto hace que nos encontremos con un patrimonio frágil, en evolución, con unos paisajes culturales que registran un estado de urgencia ante un proceso de desmantelamien-


Laboratorio del paisaje industrial andaluz

E

l grupo de investigación |PSJ.exe| Laboratorio del Paisaje Industrial Andaluz, coordinado por la investigadora responsable María Isabel Alba Dorado (Doctora Arquitecta) y compuesto por los investigadores: María Araceli Alba Dorado (Arquitecta), Jose Antonio Alba Dorado (Arquitecto) y Ana Mª Blanco Monzú (Arquitecta), se crea con el objetivo de estudiar, investigar y establecer los parámetros desde los que poder entender e interpretar los paisajes industriales andaluces desde nuestra contemporaneidad, atendiendo a las nuevas dimensiones del paisaje industrial en su definición como paisaje cultural, y con una intencionada determinación para la innovación y la investigación de nuevos modos de intervención en ellos encaminados a su integración como paisaje cultural contemporáneo.

El Laboratorio del Paisaje Industrial Andaluz surge como un laboratorio de ideas abierto a una multiplicidad de miradas en torno al paisaje industrial y como un lugar de encuentro en el que investigaciones, ideas, experiencias, proyectos,... relacionados de una forma amplia con esta temática confluyen y, de algún modo, se enriquecen unos de otros. La labor investigadora desarrollada por este equipo se encuadra en las siguientes líneas de investigación: - Línea de investigación 1: Estudio, identificación e interpretación de los paisajes industriales. - Línea de investigación 2: Puesta en valor de aquellos paisajes fruto de un pasado industrial. - Línea de investigación 3: Nuevas dimensiones culturales de los paisajes industriales. - Línea de investigación 4: Acciones conceptuales en el paisaje industrial en su tratamiento como paisaje cultural. - Línea de investigación 5: Proyectos de intervención en el paisaje industrial.

Entre los proyectos de investigación desarrollados por este grupo cabría destacar el que lleva por título: “Nuevos Paisajes Culturales. Acciones conceptuales en el paisaje industrial andaluz en su tratamiento como paisaje cultural”. Este proyecto fue seleccionado en diciembre del 2009 en una convocatoria pública con concurrencia competitiva por la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía para su subvención como proyecto de investigación en materia de paisaje industrial. Este proyecto se encuentra en su última fase de realización y sus resultados se pretenden dar a conocer en el I Congreso de Investigación sobre Paisaje Industrial que tendrá lugar en Sevilla los días 2, 3 y 4 de noviembre. Este congreso organizado por el grupo de investigación |PSJ.exe| Laborato-

rio del Paisaje Industrial Andaluz en colaboración con el grupo HUM-666 Ciudad, Arquitectura y Patrimonio Contemporáneos de la Universidad de Sevilla se articula en torno a un foro abierto de debate en relación al estudio, la investigación y la intervención en el paisaje industrial. El Congreso se estructura en diferentes Mesas de Trabajo, cada una de las cuales contará con la exposición de una ponencia marco y con la lectura de comunicaciones y pósters. Las distintas Mesas de Trabajo atienden a las siguientes áreas temáticas: - Mesa de Trabajo 1: Nuevas aproximaciones al paisaje industrial desde una lectura multidisciplinar. - Mesa de Trabajo 2: Dimensión cultural de los paisajes industriales. - Mesa de Trabajo 3: Acciones, propuestas y proyectos de intervención en el paisaje industrial. - Mesa de Trabajo 4: El paisaje industrial en los procesos de planeamiento urbano y regeneración social. El plazo para el envío de los textos definitivos de las comunicaciones aceptadas finaliza el próximo 10 de octubre y la fecha límite para formalizar la inscripción al Congreso concluye el 20 de octubre. n

PARA MÁS INFORMACIÓN relacionada con este grupo de investigación o con el I Congreso de Investigación sobre Paisaje Industrial os recomendamos visitar la página web del Laboratorio del Paisaje Industrial Andaluz (http://www.laboratoriodelpaisajeindustrial.com) y su blog: (http://laboratoriopaisajeindustrialandaluz.blogspot.com)

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to, degradación y abandono. La fragilidad de estos paisajes industriales se ve, además, particularmente afectada por las nuevas formas de producción o de consumo que provoca la obsolescencia de éstos en un breve periodo de tiempo y en un contexto en el que continuamente se están definiendo nuevas ciudades y nuevos paisajes. 3. Memoria del proyecto Hoy nos enfrentamos a la tarea de integrar aquellos paisajes generados por la decadencia industrial en el paisaje cultural contemporáneo. Una labor, ésta, que debe hacer suya la idea de vincular paisaje, memoria e industria en un ámbito de estudio en el que el paisaje industrial se va a revelar como un nuevo territorio para la investigación. En este sentido, esta investigación reclama, fundamentalmente, una manera de entender y proponer el paisaje industrial andaluz hacia una dirección que conlleve a la recuperación y puesta en valor de éste como paisaje cultural, planteando su significación en la cultura del territorio andaluz. Este proyecto encuentra respaldo en la aprobación de la Ley del Patrimonio Histórico de Andalucía (noviembre del 2007) que en su artículo 65 define el Patrimonio Industrial como: “[…] el conjunto de bienes vinculado a la actividad productiva, tecnológica, fabril, y de la ingeniería de la Comunidad Autónoma de Andalucía, en cuanto que son exponentes de la historia social, técnica y económica de esta comunidad. […] El paisaje asociado a las actividades productivas tecnológicas, fabriles o de la ingeniería es parte integrante del Patrimonio Industrial”. Asimismo, la ratificación por el Parlamento Español del Convenio del Paisaje Europeo (marzo del 2008), promovido por el Consejo de Europa supone el asentamiento de una nueva manera de entender el paisaje que 76 | LLÁMPARA

Mina El Soldado. Villanueva del Duque, Córdoba. / JOSÉ MORÓN

engloba aspectos medioambientales y culturales y lo entiende como resultado de las acciones que a lo largo del tiempo las diferentes sociedades han realizado sobre el medio: “paisaje designa cualquier parte del territorio tal como es percibida por las poblaciones, cuyo carácter resulta de la acción de factores naturales y/o humanos y de la interacción de ambos”. La firma del Convenio Europeo del Paisaje supone el compromiso de inclusión del paisaje como figura que aporta coherencia al gobierno del territorio dentro de la normativa administrativa a nivel autonómico, local y, por supuesto, nacional. En Andalucía se vienen dando pasos en la dirección de considerar el paisaje como un bien vital que debe estar ordenado y considerado en los planeamientos territoriales y urbanos, como lo hace el Plan de Ordenación Territorial de Andalucía en el que se establecen principios y programas específicos dentro del previsto Sistema Regional de protección del Territorio, en el que se incluye el paisaje entre los recursos del espacio a conservar, mejorar y poner en valor.

3.1. Objetivos En este contexto, este proyecto de investigación tiene como objetivo principal establecer los parámetros desde los que poder entender el paisaje industrial andaluz y estudiar los modos de intervención en ellos encaminados a su incorporación dentro del marco europeo del Paisaje Cultural Contemporáneo. Así pues, de forma más detallada, los objetivos que esta investigación contempla son los siguientes: 3.1.1. Definir una metodología de trabajo a seguir en el estudio, identificación e interpretación de aquellos paisajes fruto de un pasado industrial. Una metodología que contemple una visión integradora que aborde estos paisajes a través de lecturas transdisciplinares y multiescalares con el objetivo de poder explicar la complejidad y, al mismo tiempo, la especificidad y la identidad propia de éstos. Para ello es necesario definir nuevos modos de leer estos paisajes en desuso y, hasta ahora, entendidos como residuales a través de una mirada que se dirija hacia éstos con la intención de ver


pero más aún, de ver lo no visto. Una mirada capaz de advertir en estos paisajes otras realidades latentes y próximas que participan de esa belleza inerte que existe bajo su aparente estado de ruina y que hacen referencia a una naturaleza diferente de estos territorios que se esconde detrás de su estética, su escala espacial y temporal. 3.1.2. Establecer un modelo de trabajo a seguir en el estudio de la intervención de estos paisajes de la memoria industrial que contemple la recuperación, rehabilitación y protección de éstos como nuevos paisajes desde la potenciación, no sólo de los territorios y arquitecturas específicas creadas y manipuladas durante un pasado industrial sino, también, del interés cultural que estos paisajes ya poseen como depositarios de una memoria colectiva y como marco cultural de referencia. Esto plantea la necesidad de abrirnos camino hacia un entendimiento, una interpretación y una proposición del término paisaje hacia una dirección todavía por explorar y que esconde un enorme potencial como ya apun-

tó aquella nueva mirada hacia el paisaje y al territorio que desvelaron muchos de los pioneros del land art, los cuales nunca permanecieron al margen del hecho industrial estableciendo una relación mucho más importante de lo que habitualmente se conoce entre naturaleza, paisaje e industria. 3.1.3. Estudiar una metodología de trabajo a seguir en el estudio de la integración de todos estos paisajes generados por la decadencia industrial en el paisaje cultural contemporáneo con el objetivo de preservar y potenciar sus cualidades desde un ámbito más global que el puramente urbanístico o arquitectónico. Una labor, ésta, que debe hacer suya no sólo la idea de vincular industria, paisaje y memoria en un ámbito de estudio en el que el paisaje industrial se revela como un nuevo territorio para la investigación sino que, además, debe hacer frente a los numerosos retos que estos paisajes, a diferencia de otros, ofrecen en cuanto a su reincorporación como paisajes aceptados. 3.2. Metodología Como metodología de trabajo en el desarrollo de esta investigación se propone el estudio de una serie de enclaves industriales, explotaciones en desuso dentro de la geografía andaluza, desde las escalas más reducidas a las más amplias, que contemple la recuperación de una sensibilidad, una manera de mirar profunda capaz de encontrar en cada escala aproximaciones diversas que desvelen nuevas dimensiones o aspectos implícitos en éstos que construyen una identidad cultural y que permiten abordar su estudio desde su entendimiento como una realidad compleja. Así pues, en una primera fase de la investigación se propone la selección para su estudio de una serie de enclaves de extracción mineral. El hecho de que esta investigación se centre en el estudio de estos pai-

sajes se debe a la proximidad de éstos con la acción realizada sobre el territorio, por su consideración como paisajes con un alto grado de entropización y en los que se ha producido una mayor alteración de su superficie modificando profundamente la orografía. La selección de estos enclaves se realizará atendiendo a la diversidad de localización geográfica, tipo de explotación, características territoriales, topográficas... El estudio de éstos no deberá ser entendido como el objetivo de esta investigación sino, más bien, como el pretexto para más tarde pronunciarnos, a un nivel conceptual y trasladable a otros ejemplos, acerca de aspectos a considerar en relación al estudio, interpretación, intervención e integración del paisaje industrial en el paisaje cultural contemporáneo. En esta primera fase de estudio se propone el acercamiento a estos paisajes desde diversas escalas, dimensiones, modos de aproximación... que respondan, en un primer momento de la investigación, a una percepción más objetiva, realizada a través del conocimiento que nos proporciona la geografía, la historia, la ecología... para más tarde definir una aproximación a éstos desde una visión mucho más amplia, independiente de aquella que ofrece las ciencias más clásicas, desde una mirada despojada de ideas preconcebidas y con una predisposición a la experimentación como modo de establecer nuevos diálogos con el territorio que nos lleven a traducir estos paisajes. En una segunda fase de la investigación, más conceptual, se procederá al análisis y comprensión de estos paisajes a partir de un estudio comparativo que nos permita descubrir las distintas dimensiones que atraviesan éstos, aprehenderlos en su entera corporeidad y enfocar la mirada en torno a las posibilidades, todavía inadvertidas, que estos ámbitos deteriorados poseen y las dificultades de su PATRIMONIO INDUSTRIAL | 77


integración en el paisaje cultural contemporáneo. En una tercera fase de la investigación se estudiará la posibilidad de extrapolar unas pautas de conducta y modos de leer el paisaje industrial en desuso, a partir de las cuales poder operar, ante y en estos nuevos territorios. De modo que el objeto de este estudio, que se propone como un laboratorio de ensayo, será obtener una serie de apreciaciones a partir de las cuales ampliar esta investigación a través de una reflexión conceptual que aborde los aspectos recogidos en los apartados anteriores y que establezca una metodología de trabajo encaminada a definir acciones conceptuales específicas sobre el paisaje industrial en relación con su integración en el paisaje cultural contemporáneo, de forma que estas acciones conceptuales constituyan un punto de partida para futuros trabajos e investigaciones referidas a acciones concretas sobre un paisaje industrial específico. 4. Conclusiones sobre el estado del proyecto Hoy nos enfrentamos a la tarea de integrar los paisajes generados por la decadencia industrial en el paisaje cultural contemporáneo. Para ello se precisa de la elaboración de pautas y estrategias de integración que sustituyan las actuales acciones de abandono por una recontextualización que replantee una nueva relación de estos espacios, fruto de un pasado industrial, con su entorno actual desde una multiplicidad de perspectivas, con el fin de recuperar una nueva identidad de estos paisajes y de proponer prácticas de intervención en éstos de mayor calidad que mejoren esta relación que, en la actualidad, percibimos deteriorada. En la definición de estos proyectos de intervención y estrategias de integración se halla el desarrollo del presente proyecto de investigación. 78 | LLÁMPARA

El interés y la oportunidad de éstos radica en los márgenes de actualidad y urgencia en los que se encuentran estos emplazamientos y en la necesidad de plantear nuevos parámetros de acción que partan de un entendimiento de éstos como paisajes culturales alternativos. La definición de estos proyectos de intervención hace necesario imaginar nuevos posicionamientos ante estos paisajes que contemplen una intencionada determinación para la innovación y la investigación de nuevas posibilidades de intervención en ellos. Mirar hacia el futuro, desde la reconsideración y la mirada al pasado. Definir acciones que permitan re-programar espacios que han entrado en decadencia y re-activar lugares que han perdido su relevancia social y económica. Arrojar nuevos enfoques en la intervención de estos paisajes que persigan una acción no convencional, que nos lleve a reinventarlos, a definir propuestas capaces de sugerir diferentes formas de experimentarlos, sentirlos e identificarnos con ellos. Sin duda, todo ello requiere altas dosis de imaginación. Para ello es preciso generar una nueva mirada, una manera alternativa de observar y experimentar estos paisajes. Es necesario volver la mirada y, con ella, todos nuestros sentidos hacia estos territorios preconcebidos como productos obsoletos de una acción desmesurada del hombre sobre el territorio, a través de una percepción que desestime lo superficial de las miradas hasta ahora dirigidas al paisaje industrial; una percepción libre de ataduras y abierta a nuevas dimensiones de diálogo y de aproximación con el territorio que posibiliten el establecimiento de nuevos vínculos e identidades de modo que genere una manera alternativa de mirar, observar y experimentar estos paisajes. Se precisa, además, de una mirada que se dirija hacia estos territorios de la industria con el objetivo no sólo de mirar por mi-

rar sino el de ver, el de ver para conocer, el de tomar conciencia de éstos desde un punto de vista físico, emocional, intelectual, cultural, social, ético y estético. De modo que se produzca un cambio en la consideración que tenemos de estos paisajes industriales que nos permita alcanzar nuevas cotas de percepción a través de una mirada capaz de profundizar en las apariencias con el fin de trascenderlas para así conocer mejor lo que en esencia son estos paisajes, aquello que éstos muestran y, al mismo tiempo, esconden. Se precisa de una aproximación a estos paisajes que nos lleve a desvelar nuevas dimensiones que trasciendan una lectura superficial y nos permita descubrir otras posibilidades de estos ámbitos deteriorados, todavía inadvertidas. Para ello es necesario ver más y de forma diferente. Crear esa tensión, de la que Walter Benjamín hablaba acerca de la producción de Baudelaire, entre una sensibilidad sumamente aguda y una contemplación sumamente concentrada. Lanzar la mirada y, con ella, la mente más allá de lo visible. En definitiva, se reclama un re-posicionamiento en la manera de mirar que, sin embargo y, por el momento, no se ha producido. Todavía son muchos los ojos que, aún permanecen cegados, bloqueados por la complejidad de estos paisajes, imposibilitados para ver la radicalidad de lo sencillo, la belleza de estos territorios contenida en lo sobrio, en lo funcional, en el paisajismo inconsciente que nos ha legado la industria y en los espacios cargados de sensibilidad estética que han dado forma a una obra colectiva y, en muchos casos inconsciente y azarosa. Una ceguera, ésta, que esperamos que con el tiempo desaparezca por una mirada que retorne al lugar y potencie el valor cultural que estos paisajes de la memoria industrial poseen. Pues, como ya vaticinó Robert Smithson en su ensayo sobre el nuevo pintoresquismo:


“Las huellas de lo industrial acabarán siendo apreciadas por la mirada que al cabo del tiempo retorna al lugar, igual que lo fueron los viejos molinos en la pintura del paisaje del XVII o las ruinas de castillos y abadías en el romanticismo.”1. n Citas bibliográficas 1 ALBELDA, José (2006), “Sobre las formas, ritmos y miradas en la antropización del territorio”, en ARRIBAS, Diego (coord.), Arte, industria y territorio: Minas de Ojos Negros (Teruel) [2], Teruel, Artejiloca, p. 120.

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Mirat S.A. 160 años de publicidad fabril Una exposición temporal en el Museo del Comercio y la Industria de Salamanca MIGUEL GARCÍA-FIGUEROLA Director del Museo del Comercio y la Industria de Salamanca

El Museo del Comercio y la Industria de Salamanca programó, durante el último trimestre de 2010, una exposición dedicada a Mirat S.A., la empresa fabril más conocida y posiblemente la más longeva de las industrias salmantinas. Concebida con la intención de mostrar el discurrir histórico de la citada fábrica, la muestra se centró en la evolución de su publicidad durante los últimos 160 años. Esta empresa surge en la primera mitad del siglo XIX dedicada a la elaboración de almidones y pastas. Con toda probabilidad, a mediados de esa centuria, la familia Mirat se encuentra ya en la élite de la sociedad salmantina y la proyección de su fábrica, ubicada ahora junto al Tormes, en un antiguo convento desamortizado que fundara la orden de los jerónimos, es patente. Pronto comenzará su dedicación al mundo de los abonos, cuya producción mantienen hasta la actualidad, aunque Mirat se haya diversificado enormemente a lo largo de los años. En una fecha aún difícil de precisar la empresa pasará a denominarse Mirat é Hijo, pues don Gregorio asocia en el negocio a su hijo Juan Casimiro, quien le dará el impulso definitivo antes del cambio de siglo. A su muerte, en 1908, los negocios pasarán a sus hijos varones y la nueva 80 | LLÁMPARA

Catálogo de la exposición. La portada muestra un cartel publicitario de la fábrica fechado en la década de los treinta. / ARCHIVO

firma, Mirat e Hijos, subsistirá hasta 1933 en que se convierte en Sociedad Anónima. Mirat tuvo fábricas, minas, almacenes, talleres de automóviles, líneas de viajeros y fue concesionaria de varios productos que la convertirían en un referente empresarial en la zona oeste de la península. Aunque los salmantinos consideren esta firma

netamente provincial, su sección extremeña, fundamentalmente la que se levantara en la provincia de Cáceres, pudo ser tan importante como la meseteña durante gran parte del siglo XX. La exposición pretendió realizar un repaso por la historia de esta empresa a través de la publicidad generada. La muestra organizada por el Museo del


Comercio recogía más de ciento treinta objetos y documentos relacionados con este tema: cartelería, calendarios, fotografías, impresos comerciales y objetos de reclamo litografiados o fabricados para anunciar la factoría salmantina y sus productos. Su título, 160 años de publicidad fabril, atiende a la prueba más antigua que hemos recogido de la publicidad practicada por la empresa: la utilización, para esos fines, de los trofeos conseguidos en la Exposición de la Industria Española celebrada en Madrid a mediados del siglo XIX. A lo largo de todo ese tiempo concurre una serie de rasgos que define la estética publicitaria de Mirat. Por un lado se ciñe a los cánones estilísticos vigentes en cada momento, pues encontramos papelería de estética romántica, objetos y calendarios modernistas, a principios del siglo XX, y una serie de impresos pertenecientes al art déco. Por otra parte, cabe destacar que su interés por la calidad determinó la elección de ciertos artistas o imprentas de prestigio que jalonan la secuencia temporal que abarca la muestra expositiva. En efecto, a través de estos objetos y documentos se constata la proyección internacional de Mirat: el arte que recorre Europa desde el siglo XIX está presente

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en la elección que hace la empresa de la cartelería, la tipografía o la imaginería de sus impresos. La elección de imprentas y artistas rebasa los límites provinciales e incluso nacionales. Así, es fácil encontrar en sus campañas

la elección de buenos dibujantes como J. Martra (autor del cartel publicitario más conocido de Gallina Blanca. c. 1940) o C. Sáenz de Tejada (1897-1954) y de fotógrafos de prestigio, pues llegaría a contar para la elaboración en

Cartel exterior de la exposición. El motivo central es una imagen litografiada de la fábrica, fechada c. 1920. / ARCHIVO

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“ Aunque los salmantinos consideren esta firma netamente provincial, su sección extremeña, fundamentalmente la que se levantara en la provincia de Cáceres, pudo ser tan importante como la meseteña durante gran parte del siglo XX.” PATRIMONIO INDUSTRIAL | 81


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Sala 1, detalle. Carteles y portacalendarios anteriores a 1908. / ARCHIVO

alguno de sus calendarios con José Suárez Fernández (19021974). También se preocupó, en esa búsqueda de calidad, por imprentas litográficas de reputación internacional, acudiendo frecuentemente a empresas europeas como Prager & Lodja y Heymann & Schmidt, A.-G., (Berlín), o el Istituto Italiano d´Arti Grafiche, Bergamo (Italia). Pero también interesa destacar que Salamanca ha ido siempre de la mano de Mirat en su publicidad, ocupando en ella 82 | LLÁMPARA

un lugar destacado. El nombre de la ciudad, la imagen de sus monumentos, fundamentalmente el puente romano y la catedral, “el perfil de Salamanca”, se repite una y otra vez en los carteles publicitarios de la empresa Su larga trayectoria empresarial la hace testigo de la historia de Salamanca desde principios del XIX. Además ha influido en ella no solo aportando inversiones y trabajo sino también trayendo aires europeos, pues

aunque estemos hablando de una gran empresa en el oeste peninsular, Mirat tuvo una proyección nacional e internacional que resulta sorprendente en algunos momentos de su historia. Addenda: El Museo del Comercio y la Industria de Salamanca, situado en unos antiguos aljibes de la ciudad, es de titularidad municipal. Abre al público de martes a sábado (10-14 h y 17-20 h) y el domingo de 11 a 15 h. El lunes cierra sus puertas. La entrada es gratuita. n


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Postal publicitaria fechada a finales de la década de los veinte. / FOTOGRAFÍA DE ANSEDE Y JUANES


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SOBRE NUEVOS USOS DEL PATRIMONIO INDUSTRIAL

PORTUGAL Espacio Robinson: la realidad de un proyecto cada vez más real. Mª DOLORES PALAZÓN BOTELLA, Dra. Hª del Arte CÉLIA GONÇALVES TAVARES, Fundación Robinson JORGE MAROCO ALBERTO, Fundación Robinson Ubicación: Portalegre (Portugal) UTM. 39.28894, -7.42785 (aprox.) Año de Apertura: 1840 Año de Cierre: 2009


El “Espacio Robinson” sigue estando de actualidad. La concesión del premio Pritzker al arquitecto Souto Moura ha supuesto un respaldo para este lugar que conjuga las nuevas intervenciones arquitectónicas con el respeto por su patrimonio industrial. Los premios que esta inter vención va recopilando se suman a las aportaciones que sobre el mismo están haciendo los nuevos creadores. De tal modo que la “Robinson” es un espacio cada vez más vivo. En 2009 el complejo industrial que la “Fábrica Robinson” (Por talegre-Por tugal) había configurado durante sus más de 100 años de hegemonía sobre el sector del corcho, cerraba sus puertas al mundo laboral y las abría a las de la cultura. Desde entonces este complejo fabril original con una extensión tan abrumadora como cifrada en más de 7 hectáreas, ha comenzado a remodelar sus espacios, adecuándolos a unos fines culturales, siguiendo el plan desarrollado por los arquitectos Eduardo Souto Moura y Graça Correia. Ese mismo año los arquitectos recibían una distinción de la “Università Iuav di Venezia”, dentro del área de “Arquitectura y Arqueología” por su proyecto para esta fábrica. Y hace apenas unos meses, en marzo de 2011, Souto Moura, obtuvo el premio Pritzker. Un galardón que llevaba implícito un reconocimiento para el patrimonio industrial ejemplificado en el “Espacio Robinson”, la nueva denominación que recibe el lugar, en donde sus ideas se van proyectando diariamente logrando que lo pensado se convierta en una realidad. Actualmente este espacio alberga dos edificios de obra nueva que siguen las pautas del diseño arquitectónico de sus ideólogos representados en la “Escuela de Hostelería” (2009) y en un “Auditorio” (2010) que se asemeja en sus formas y materiales a una de las má-

Hornos y vagonetas de la sección de aglomerado blanco. / Mª. DOLORES PALAZÓN BOTELLA

quinas de la industria. Mientras que dos complejos de la antigua fábrica han sido recuperados convirtiéndose en un espacio audiovisual denominado “International Center for Technology in Virtual Reality” (2009) y un aparcamiento (2010) que en breve estará abierto. Estos nuevos espacios, al contrario que los anteriores, mantienen sus formas y volúmenes originales, demostrando así respeto y sensibilidad hacia las apreciaciones arquitectónicas derivadas de las necesidades laborales del lugar. Las siguientes fases comenzarán en breve y mientras se sigue con la reforma arquitectónica, su espacio, sus complejos y sus referentes se han convertido en un testimonio patrimonial de primer orden con una gran capacidad de atracción. Porque a sus espacios hoy silenciosos, vacíos de uso, con máquinas mantenidas en su lugar de origen y con otras arrancadas que han dejado su huella en los heridos muros, es fácil aproximarse y sentir los olores que todavía guarda de su proceso industrial, ver la patina del tiempo que reposa en sus elementos y sentir la vitalidad de una labor que se ha dejado de practicar pero que sigue viva en la memoria de las gentes del lugar.

< V ista del tejado de uno de los edificios. / Mª. DOLORES PALAZÓN BOTELLA

Quizás por eso los artistas han visto en esta fábrica un foco de atracción capaz de dar cabida a sus nuevos proyectos, no ya sólo como un marco escenográfico de los mismos, sino como un elemento activo, algo en lo que ha trabajado el músico Bernardo Sassetti quien la ha empleado como referente visual para una de sus piezas musicales. Y ha sido fotografiada por numerosos fotógrafos contemporáneos tales como Fernando Guerra, Glória Aguiam, Luís Leite Rio, António Cunha, Nuno Fevereiro y Raul Ladeira, entre otros, estando previsto organizar una exposición con sus imágenes en breve. Y es que el lugar no sólo cautiva por lo que fue o puede llegar a ser, sino simplemente por lo que es ahora mismo. n Bibliografía y fuentes de información MAROCO ALBERTO, Jorge, GONÇÁLVES TAVARES, Célia (2010): “La Fábrica Robinson de Portalegre (Portugal). Rehabilitación y preservación del patrimonio industrial”, Llámpara Nº 3/2010, pp. 18-27. VV.AA (2007). “Olhar de Fotógrafos”. Publicações da Fundação Robinson 1. S.l: Fundação Robinson. VV.AA (2008). “Olhar de Fotógrafos”. Publicações da Fundação Robinson 12. S.l: Fundação Robinson

PATRIMONIO INDUSTRIAL | 85


NUEVOS USOS DEL PATRIMONIO INDUSTRIAL

ESPAÑA

Térmica, ¡Sí!

FERNANDO TAMAYO CABALLERO y ÉRICA RUIZ DE LA TORRE MIGUEL / ETSASS y ETSAB

Ubicación: Badalona, Barcelonés, Cataluña. Uso: Abandonado, Propiedad de Fecsa Endesa Año de Apertura: 1970 Año de Cierre: 2007


Conscientes de la importancia que tiene la divulgación de proyectos en favor de la rehabilitación de espacios industriales abandonados, tomamos la propuesta como una oportunidad excepcional para dar a conocer el caso de la central térmica de Sant Adrià del Besòs, situada en la desembocadura del Besòs; entre la localidad arriba mencionada y Badalona, a escasos kilómetros de Barcelona. El objetivo del trabajo es presentar el debate y proyectos para la rehabilitación de la antigua central térmica, y para ello iniciamos hablando de la renovación del Frente Litoral del Besòs, la cual supone la finalización de tres intervenciones realizadas durante los ‘90: • la prolongación de la Diagonal, • la reconversión del tramo final de los lechos del río Besós en un parque fluvial, • la recuperación del litoral entre el Besós y el Frente Marítimo. El proyecto en torno a la antigua centr al tér mica del Besòs forma parte del planeamiento urbanístico del frente marítimo, convirtiéndose en un ejemplo de gestión inteligente del patrimonio, puesto que su futuro atraerá “(…) turismo e inversiones, generará actividades y puestos de trabajo y, fundamentalmente, reforzará la autoestima de la comunidad”. En definitiva, se trata de rescatar el valor que toma el inmueble dentro de un contexto territorial y de renovación del frente marítimo, subrayando la participación ciudadana (demostrable en el referéndum de noviembre de 2008) y la caracterización de nuevos usos del patrimonio industrial. Los 60.000 m2 que componen el recinto industrial son la baza económica y urbanística del conjunto, además de su ubicación (en el frente marítimo, en una clara continuación visual con Diagonal Mar). Este hecho, ha sido uno de los motivos por los cuales se ha

Vista de la central, con dos de las tres chimeneas que se conservan en la actualidad. / ARXIU MUNICIPAL DE SANT ADRIÀ DE BESÒS. FONDO MUNICIPAL

retrasado el proyecto, y que se ha hablado de ideas tan variopintas como una nueva Tate Gallery o un hotel de lujo. Algo evidente, si tenemos en cuenta la relevancia que ha tenido la prolongación de la Diagonal, y el potencial que podrá tener la suma del frente marítimo desde Montgat a Castelldefels. Todo ello traducido en intereses urbanísticos, de vivienda, turismo, etc. En este caso nos interesa subrayar no tanto el plan o proyecto, como el papel que la ciudadanía ha tenido en el mantenimiento de las tres chimeneas de la térmica. Poner en manifiesto cómo el propio municipio se hace apego de un edificio como parte de su patri-

< V ista de la térmica desde la playa. / FERNANDO TAMAYO CABALLERO, 2011.

monio, que sin ser patrimonio evidente (una iglesia, un yacimiento…) cobra el mismo significado. El Ayuntamiento de la localidad, ante el cierre de la central, y su futuro traslado, convoca un referéndum abierto a todos aquellos empadronados que deseen participar, en el que se pide el voto a favor o en contra del derrumbe de las Tres Chimeneas. De los votos emitidos por los ciudadanos de Sant Adrà de Besòs en el referéndum, 2.135, que suponen el 82’2% de los votantes, lo hicieron a favor de mantener el edificio de las Chimeneas. 406 votaron en contra, 18 en blanco y 38 nulos. Sin duda, el mejor Sí para el futuro de la térmica. n PATRIMONIO INDUSTRIAL | 87


NUEVOS USOS DEL PATRIMONIO INDUSTRIAL

ESPAÑA

El gestor cultural y la gestión del patrimonio

ROBERTO BERNAL CONDE / Gestor Cultural


Este artículo pretende dar una visión sobre uno de los aspectos del patrimonio cultural que no es tan conocido y que está fuera de los ámbitos propiamente académicos y de investigación como es la gestión cultural. Se trata de destacar y realizar una mirada breve sobre la gestión del patrimonio cultural en general y del industrial en particular, la labor que desempeña la figura del gestor cultural como profesional imprescindible en la concepción y desarrollo de cualquier proyecto de patrimonio cultural, así como los desafíos y dificultades a los que se enfrenta en la actualidad Hoy en día no se debería realizar ningún proyecto de patrimonio cultural, si no es a través de un equipo multidisciplinar que reúna a una diversidad de profesionales para poner en común su trabajo. Uno de estos profesionales debe ser el gestor cultural, figura menos conocida en estos ámbitos, pero con una función capital. El gestor debe coordinar el equipo, pues su labor es armar la maquinaria con el resto de profesionales y la gestión de todos los elementos que conforman un proyecto en sus diferentes etapas. Partiendo del hecho inicial que toda inter vención sobre un bien de patrimonio cultural va dirigida a su propia conservación y a la de los diferentes valores que transmite, no obstante tenemos que convertir estos bienes en recurso cultural, social y económico, cuyo destino final pueda ser el turismo u otro uso distinto para el que fue concebido en origen. Y es aquí donde la propia gestión juega un papel determinante. Se suscitan por ello diferentes cuestiones: ¿Cómo hacemos para que un bien no pierda sus valores, los transmita a la sociedad y despierte interés en las personas?, ¿cómo hacemos que un proyecto sea viable económicamente?, ¿de dónde sacamos < Alhóndiga Bilbao. / ARCHIVO

Antiguo Matadero. Ahora Museo de la Minería del País Vasco (Gallarta-Vizcaya). / ARCHIVO

el dinero necesario?. Si bien las labores de sensibilización y educación son básicas para la valorización de este tipo de bienes, quizá las cuestiones más difíciles a las que nos enfrentamos, sean la financiación y la transformación de un recurso patrimonial en un producto, y su comercialización. Por tanto, se necesita poner más empeño en la comercialización del patrimonio, y esto no es mercantilizarlo, pues estamos en una sociedad de consumo con un mercado diverso, en el que el patrimonio cultural es un bien más, que compite con otros, por lo que habrá que intentar aplicar métodos de gestión del mundo empresarial si queremos tener éxito, dada la gran oportunidad de viabilidad para muchos bienes patrimoniales, y en especial para los inmuebles de patrimonio industrial, dado que sus características normalmente los hacen muy versátiles para distintos usos. Un ejemplo interesante de conservación de patrimonio industrial y destinado a nuevos usos, ha sido la antigua Alhóndiga de Bilbao. De ser un almacén de vinos de principios del siglo XX de arquitectura modernista, ha pasado a ser un centro de ocio y cultura en pleno centro

de la ciudad. El resultado es un proyecto innovador entorno al patrimonio, con beneficio social incluido y seguramente económico, por los flujos que proyecta con su nueva actividad en la ciudad. Por último, incidir sobre el mayor problema a la hora de desarrollar proyectos de patrimonio cultural: la captación de recursos económicos. Hasta ahora dependíamos en gran medida del dinero público para la realización de proyectos culturales. Debido a la crisis económica actual y el recorte presente y futuro de la financiación pública, vamos a tener que buscar y reformular los modelos de captación de dinero, tener más imaginación y gestionar más eficientemente los recursos existentes, y necesariamente conseguir que se implique considerablemente el sector privado: es clave hacerlo. Así, el gestor tendrá que continuar como intermediario entre los distintos intereses sociales y gestionar de forma más original y eficaz el patrimonio cultural, y en especial el industrial dadas las oportunidades que brinda por ser un patrimonio más reciente y cercano, aunque menos valorado por ello, pero sí más flexible en su utilización para nuevos usos. n PATRIMONIO INDUSTRIAL | 89


Móviles

miradas DESDE LA RED

Xacogeo > Una herramienta digital para redescubrir el Camino de Santiago

Autores: DIEGO RUIZ DE LA PEÑA RUIZ y HENAR TURRADO FERNÁNDEZ. LLUME. Estudios & Proyectos Culturales. Inicio proyecto: 2010

El Camino de Santiago ha sido durante más de diez siglos un itinerario cultural que ha permitido la difusión de conocimientos y valores a los largo del continente europeo; un referente básico, igualmente, para la conformación de una red comercial que ha propiciado el desarrollo económico y social de los pueblos comunicados por él. El reciente proyecto impulsado por la Asociación de Arqueología Industrial INCUNA, nos invita a acercarnos de una manera alternativa a la ruta jacobea: a través del patrimonio industrial y por medio de nuestro teléfono móvil, es el Xacogeo. En el marco de la ayudas a la promoción del Turismo Cultural de Ministerio de Cultura, la Asociación de Arqueología Industrial INCUNA (Industria, Cultura y Naturaleza) promovió, en 2010, el proyecto Xacogeo con el fin de dar a conocer los bienes patrimoniales situados en los márgenes cercanos al Camino del Norte y sus variantes y ofrecer una nueva orientación de turismo cultural e industrial siguiendo el marco establecido por la red de Rutas Europeas de Patrimonio Industrial (ERIH). Se trata de una mirada complementaria a la vez que innovadora, ya que utiliza el patrimonio industrial como argumento diferenciador y protagonista de la 90 | LLÁMPARA

Fábrica de Albo en Santoña, Cantabria.

Molino de mareas de Santa Olaja en Isla, Cantabria. / ARCHIVO

ruta jacobea. Bajo la dirección de INCUNA se formó un equipo multidisciplinar que contó, entre otras, con la empresa asturiana Llume. Estudios y Proyectos Culturales para la ejecución de los trabajos. Además, la dimensión y alcance territorial del proyecto favoreció la colaboración con agentes e instituciones de las diferentes comunidades autónomas implicadas como la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública (AVIPOP), el Grupo de Investigación “Geografía Histórica del Paisaje” de la Universidad de Cantabria, la Fundación Ciudad de la Energía, el Instituto de Estudios Bercianos o Buxa Asociación Galega do Patrimonio Industrial, entre otros. El resultado de este trabajo ha sido el Xacogeo, una herramienta para dispositivos móviles que permite a sus usuarios acceder a un completo inventario de bienes de interés relativos al patrimonio industrial, pero también al etnográfico y natural, así como a equipamientos culturales que complementan y enriquecen la temática industrial. Así, actualmente la aplicación se distribuye gratuitamente a


Taller y depósito de locomotoras de Cajo, Santander. / ARCHIVO

través de App Store de Apple y Android Market. En total estamos hablando de cerca de 225 bienes diseminados en torno al Camino de Santiago en su trazado por la cornisa cantábrica y tierras leonesas, sobre los que el usuario podrá obtener información tanto descriptiva y valorativa como de carácter práctico. La información de los diferentes ítems viene recogida en una ficha individual cuyo diseño pretende satisfacer las necesidades propias del peregrino o usuario. De esta manera, se incluyen los datos de localización, descripción histórica, horarios, accesibilidad, servicios, tarifas, datos de contacto y otros puntos de interés. Este último apartado permite, junto con el mapa general del trazado que incluye los diferentes elementos debidamente georreferenciados, la posibilidad de que el usuario genere sus propios recorridos en función de sus intereses. La herramienta se ha concebido de manera abierta, de tal forma que puedan seguir incorporándose elementos de interés que nutran el valor patrimonial del recorrido. Asimismo, el proyecto también contempló la realización de varias jornadas de geocaching en diferentes puntos del trazado.

Grúa Carola, perteneciente a los antiguos astilleros Euskalduna en Bilbao. / ARCHIVO

“ Xacogeo es una herramienta para dispositivos móviles que permite a sus usuarios acceder a un completo inventario de bienes de interés relativos al patrimonio industrial, pero también al etnográfico y natural, así como a equipamientos culturales que complementan y enriquecen la temática industrial”.

En definitiva, tanto desde la Asociación INCUNA como desde el equipo de trabajo de Llume, hemos querido ofrecer un punto de vista diferente y alternativo del Camino de Santiago, ayudando a redescubrir y sensibilizarse con otros patrimonios que se alejan de los itinerarios turísticos al uso, y lo hemos hecho a través de la búsqueda de nuevos canales de difusión que permitan acceder de manera ágil y sencilla a los valores de nuestro patrimonio cultural. Pero este proyecto también pretende servir para crear una red y fomentar el asociacionismo y la participación en proyectos territoriales de promoción cultural en el ámbito del Norte de España, estableciendo un marco de cooperación para el intercambio de la información y su difusión. Por último, pensamos que proyectos como este pueden estimular al sector del Turismo para comprometerse en la promoción y puesta en valor del patrimonio industrial. En este sentido, consideramos que la herencia industrial constituye un recurso turístico con un considerable potencial de atracción y, consecuentemente, de dinamización económica y social de los territorios en los que se inserta. El Xacogeo puede ser buena muestra de ello. n PATRIMONIO INDUSTRIAL | 91


Blogs

miradas DESDE LA RED

Patrimonio Industrial Harinero > www.harineras.blogspot.com

Autor: JAVIER REVILLA CASADO Becario de Investigación Departamento de Historia Universidad de León Apertura: 13 de marzo de 2008

¿Qué es tu blog? Seguramente el fruto de un estadio transitorio de enajenación mental. Lo cierto es que tiempo atrás había creado en mi cuenta de Google una alerta sobre “fábricas de harinas” y cada vez con más frecuencia me llegaban noticias relativas al tema, unas buenas (rehabilitaciones, proyectos) y otras desastrosas (incendios, demoliciones). Pensé que podía reunirlas en un espacio donde además los lectores pudiesen hacer sus aportaciones. ¿Cómo surge la idea? Desde hace años recopilaba imágenes, reseñas, enlaces... sobre los molinos y las fábricas de harinas, para uso personal debido a mi interés por este tipo de edificaciones industriales. Una tarde, clasificando estos datos en mi ordenador, pensé en crear un espacio en la red dedicado a este contenido, pues no lo había encontrado como tal. Ya tenía un blog personal y conocía el procedimiento para crearlo, así que me lancé a ello, pues consideré que una página web era demasiado estática para lo que pretendía: no sólo colgar fotos, noticias... sino permitir a los lectores que hiciesen sus aportaciones mediante comentarios e incluso enviándome sus propias entradas, fotos, referencias... 92 | LLÁMPARA

Autor del blog en la harinera de Valencia de Don Juan. León. / ARCHIVO

¿Por qué esa temática? Cuando comencé a oír hablar de patrimonio industrial observé la tendencia a identificarlo con grandes plantas fabriles e infraestructuras, vinculadas al hierro, al carbón, al textil... Por

mi lugar de nacimiento conocía bien otras fábricas menores pero que sin duda habían aportado productos indispensables para el ser humano: las industrias agroalimentarias, en especial, las productoras de harina


y pan. Poco a poco fui ampliando horizontes y comprobé que su dominio en cuanto a número no era exclusivo de mi comarca, la Tierra de Campos, sino que también se daba por otros muchos territorios de España y de otros países. Mi interés fue creciendo a la par que el conocimiento del deterioro y pérdida de muchos elementos fruto del decaimiento actual del sector. ¿Cuál es el objetivo? Enlazando con lo que acabo de decir, el fin principal del blog sería hacer visible este patrimonio. No se valora lo que no se conoce, y para muchas personas las harineras y los molinos pasan desapercibidos, lo cual favorece su deterioro y pérdida ante la falta de concienciación. La descripción con que inicié el blog hace ya tres años, y que mantengo, lo define como un espacio en la red dedicado a la arqueología industrial y al patrimonio etnográfico relacionado con la molinería, desde sus orígenes hasta la actualidad, donde tienen cabida denuncias sobre el abandono o la destrucción de estos inmuebles, referencias sobre proyectos de rehabilitación y puesta en valor así como otras noticias relacionadas, de todo el mundo, en español. ¿A quién pretendes llegar? Internet llega cada vez más a todos los grupos sociales, sin diferenciar por edades o territorios. Sólo he puesto límites en el idioma, que exclusivamente es el español puesto que pienso que ello contribuye a aumentar cada vez más los contenidos en castellano presentes en la red. Lógicamente esto determina que la mayoría de referencias aludan a territorios de habla hispana, pero también solemos traducir o adaptar datos de otros países. Por cercanía, evidentemente, priman las noticias de ámbito nacional, pero lo cierto es que cada vez más recibo correos de fuera

Reportaje de TV a un trabajador de la harinera Alfageme, Armunia (León). / ARCHIVO

y sobre todo me apasiona la incorporación de personas jubiladas, que realizan aportaciones en primera persona tremendamente valiosas para documentar muchos aspectos sin cuya ayuda difícilmente podríamos llegar a conocer. ¿Qué te ha aportado la iniciativa? Muchísimo. Por un l ado respaldo “moral ” al evidenciar que, al contrario de lo que egoístamente pensaba, no estaba ni mucho menos sólo en este mundo obsesionado por las harineras y los molinos. El blog ha significado un esfuerzo pero ha estado sobradamente recompensado por las muestras de apoyo, las aportaciones, las correcciones... He conocido a mucha gente, muchos proyectos y muchos sueños relacionados con estos edificios. Y por supuesto, también he aprendido no sólo aspectos históricos, técnicos y sociales, sino también a valorar diferentes puntos de vista y alternativas a este tipo de patrimonio. Una reflexión después del tiempo que llevas con el tema Que internet es una herramienta indispensable en nuestros días, tanto para difundir como para conocer y aprender. Gracias a la red no sólo podemos compartir dinámicamente mu-

cha información, sino que ofrece grandes posibilidades para relacionarse con gente que de otro modo sería mucho más complejo. ¿Tienes otros blogs, Facebook, canal YouTube, etc. Relacionados con P.I.? Creé un grupo en Facebook ll amado “patr imonio industrial” pero no ha dado tanto juego como yo esperaba –apenas tenemos 65 miembros– aunque tampoco le he dedicado el tiempo suficiente. Recientemente he incorporado a él a otras personas como administradores que le están dando un gran revulsivo. Recomiéndame otro blog/etc. nacional o internacional de PI, ¿Por qué recomiendas ese en concreto? Afortunadamente cada vez hay más y mejores blogs, pero entre todos me voy a quedar con dos, uno dedicado a las magníficas fotografías realizadas por Frank Gómez en Cataluña: Residuos Industriales, y otro de reciente creación pero en el que la arquitecta Diana Sánchez Mustieles está desarrollando una actividad y entusiasmo realmente encomiable: Patrimonio Industrial Arquitectónico. n Enlaces citados: http://passatindustrial.blogspot.com/ http://patrindustrialquitectonico. blogspot.com/

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miradas DESDE LA RED

Blogs

Patrimonio Industrial Arquitectónico > http://patrindustrialquitectonico.blogspot.com/

Autor: DIANA SÁNCHEZ MUSTIELES. Arquitecta especializada en patologías de la edificación. Apertura: 8 de febrero de 2011

¿Qué es tu blog? Intenta ser una ventana al mundo del patrimonio industrial arquitectónico, haciendo hincapié en tres conceptos básicos: Su historia, su mantenimiento y protección, y por último su reutilización y recuperación. Mediante la presentación de noticias, ejemplos de patrimonio industrial, artículos de opinión, experiencias personales y concursos que se licitan. También pretende ser un medio donde mostrar el estado de abandono de muchas antiguas edificaciones industriales, presentando además webs y asociaciones que buscan protegerlo y mantenerlo.. ¿Cómo surge la idea? Como arquitecta siempre me he visto más atraída por el patrimonio arquitectónico que por la construcción nueva y durante el proceso de elaboración de mi tesis el tema ha llegado a apasionarme, lo que me ha conducido irremediablemente a tratar de compartir mi pasión con, espero, más apasionados. Y que mejor medio para comunicarse hoy en día que internet. ¿Por qué esa temática? Guiada tanto por el estudio, como por 94 | LLÁMPARA

Foto de perfil. / ARCHIVO

la pasión que en mi despierta este tema he llegado a la siguiente conclusión: El patrimonio arquitectónico industrial es el gran desconocido y desprotegido de nuestra arquitectura y necesita de todo el apoyo que podamos reunir para que quede incluido de manera activa en las políticas urbanísticas y culturales ¿Cuál es el objetivo? Enlazando con lo que acabo de dDos son los objetivos de

este blog; Servir de plataforma para dar a conocer el patrimonio industrial arquitectónico, su pasado, presente y futuro; E intentar aunar personas con los mismos intereses para compartir experiencias, conocimientos e ideas. ¿A quién pretendes llegar? Este blog va dirigido tanto a aquellas personas para las que el patrimonio industrial se encuentra entre sus pasiones, como para todo aquel que quiera conocerlo o sencillamente pasaba por allí. ¿Qué te ha aportado la iniciativa? En el poco tiempo que llevo me he dado cuenta que hay mucha más gente como yo ahí fuera. Hay que tener en cuenta que cuando las pasiones de uno distan mucho de ser mayoritarias es difícil encontrar gente que las comparta y mucho más


La Lanera-Valencia. / ARCHIVO

tener un medio a través de cual poder compartirlas. Este blog se ha convertido en una herramienta maravillosa para mostrar mis experiencias y conocer gente con mis mismos intereses y compartirlos, con todo lo que ello conlleva. Otro blog, twitter, etc, relacionado con el Patrimonio Industrial He creado una cuenta Twitter asociada al blog: @Patrindustrial http://twitter.com/#!/Patrindustrial. (@Patrindustrial) Página de Facebook creada vinculada el blog: Patrimonio Industrial Arquitectónico Grupos del Facebook de los que me he hecho miembro y me han nombrado uno de los administradores: Patrimonio Industrial. Recomendación de otro blog o web: harineras.blogspot.com blogcyl. patrimoniocastillayleon.org www.arqueologiaypatrimonioindustrial.com www.incuna.org Llevo bastante tiempo siguiendo estas páginas y me gusta mucho como están hechos,

Fondo del Blog. / ARCHIVO

son buenas fuentes de información y me han servido de referencia para el mio. Reflexión después del tiempo que llevas con el tema: Creo que hay mucho por hacer con respecto a este patrimonio, y que hay que intentar divulgarlo más a la gente a pie de calle para que puedan aprender a apreciarlo y valo-

rarlo más. Se deberían plantear más políticas de gestión de este tipo de patrimonio, planteando reutilizaciones adecuadas de estos edificios, sin que pierdan su memoria industrial, y favorecer el turismo industrial, pues creo que cada vez hay más gente interesada en visitar fábricas, molinos, antiguas zonas mineras, vías verdes, etc.. n PATRIMONIO INDUSTRIAL | 95


miradas DESDE LA RED

Perfiles

Joaquín Cárcamo Martínez > http://es-es.facebook.com/joacarcamo Autor: JOAQUÍN CÁRCAMO MARTÍNEZ. Aparejador por la Universidad de Burgos. Profesión: ejercida como asalariado, liberal y profesor de formación profesional. En la actualidad jubilado. Miembro fundador, en 1988, de la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública, AVPIOP Apertura perfil: desde septiembre de 2010

Mi perfil en Facebook es la primera incursión personal en la red; no tengo ni he tenido nunca un blog, aun cuando no lo descarto en el futuro. Y sin embargo me interesan sobremanera los medios de transmisión de la cultura: desde 1974 he ejercido como editor para el Colegio de Aparejadores de Bizkaia y desde 2001 participo en el mantenimiento de la web de la AVPIOP. Pero, como digo en mi perfil de Facebook, me considero sobre todo un activista en pro de la cultura técnica y el patrimonio industrial y por razones de pura efectividad he primado siempre la acción colectiva sobre la individual. ¿Por qué entonces un perfil en Facebook? Sencillamente porque ahora, con más tiempo libre –y también con más años– he sentido la necesidad de encontrar una expresión de lo personal compatible con la continuación del trabajo en equipo. Facebook me permite realizar pequeñas anotaciones en un diario público, hechas al hilo de los aconteceres y libres de las limitaciones y responsabilidades que requieren los pronunciamientos colectivos. En definitiva: pensar en el yo, sin dejar de lado el nosotros. 96 | LLÁMPARA

Monumento al ingeniero Evaristo de Churruca (1939) en Las Arenas (Getxo). / ARCHIVO

La imagen de mi perfil son unas acogedoras manos que recogen y ofrecen agua, como metáfora de la vida, a la Ciudad de México. Están dibujadas por Diego Rivera en un cárcamo –a la vez mi apellido y una construcción hidráulica en español mexicano– y forman parte de una obra

total que reúne pintura, escultura y arquitectura y que remata una gran empresa de ingeniería que contribuyó a mejorar la vida de miles de mexicanos. Son las manos del dios Tláloc y se encuentran en Chapultepec, lugar sagrado de los mexicas por sus manantiales. Creo que es un lu-


“Benedicta”, la ría de Bilbao desde el Muelle de la Benedicta en Sestao. / ALEX ETXEBARRIA

gar único en el que conviven del modo más natural y armónico artes plásticas, historia, ciencia, técnica, sociedad… PATRIMONIO. El cárcamo de Chapultepec guía mi perfil. No estoy preocupado por el número de mis amigos; no los busco, los voy encontrando en el camino. Algunos lo son de siempre y a otros los acabo de conocer y procuro, en justa reciprocidad con su atención, interesarme también por lo que les concierne. Desconozco la repercusión de mis anotaciones aunque las veo como pequeñas gotas en el inmenso océano de las redes sociales; alguna caerá sobre alguien que, por un instante, levantará la vista… De cualquier modo, a mí me resulta gratificante. El encargo de estas líneas venía con la solicitud de algún blog o perfil por el que me interese. Además del blog del proyecto que acoge esta revista, de amplia visión y formalización exquisita, y del de

Muelle de Hierro, obra del ingeniero Evaristo de Churruca, obra de ingeniería que posibilitó la navegabilidad portuaria de Bilbao. / ARCHIVO

AVPIOP en el que colaboro, me remito a los tres en español que más leo. El primero, porque me parece el más interesante de los especializados temáticamente;

el segundo por el fondo documental que ha logrado crear, con una apreciable constancia, desde marzo de 2007 y el tercero por su carácter de pionero en Facebook desde hace ya tres años y la diversidad de su mirada sobre el patrimonio industrial. n

Enlaces citados: http://harineras.blogspot.com/ http://blogcyl.patrimoniocastillayleon. org/patrimonioindustrial http://www.facebook.com/ARBEYU. Patrimonio.Industrial

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Actividades de Llámpara en 2010

1. Colaboración y participación en la II Sesión de Trabajo de Jóvenes Vinculados al Patrimonio Industrial En esta ocasión, Valladolid fue el marco que acogió el pasado mes de diciembre la segunda edición de este encuentro internacional, apoyado en esta ocasión por la Universidad de Murcia, el proyecto de investigación OEPE de la Universidad de Valladolid y Llámpara. La novedad que propuso esta edición fue el cambio de formato y de metodología. Además de una puesta en común de los trabajos e iniciativas de los participantes, se desarrollaron tres de talleres prácticos (investigación y documentación, sensibilización y didáctica, y productos turísticos) entorno a un estudio de caso hipotético. Este formato resultó muy productivo puesto que permitió la puesta en común y el trabajo en equipo entre profesionales de muy diversas procedencias y ámbitos de trabajo. Con esa propuesta se dio respuesta a los objetivos básicos: innovar en el campo del estudio del patrimonio industrial y dar cabida a propuestas e inquietudes que están surgiendo desde todas la vertientes que confluyen en el patrimonio industrial. Llámpara colaboró en la logística y en el taller sobre sensibilización.

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2. II Semana de Patrimonio Industrial Activo Entre el 9 y el 13 de noviembre, tras el éxito obtenido en el año 2009, esta iniciativa ha pretendido consolidar la semana del Patrimonio Activo, como una de las actividad central de la Asociación con el fin de acercar el conocimiento y las iniciativas llevadas a cabo en la ciudad de Valladolid sobre el Patrimonio Industrial. Las actividades de esta semana estuvieron articuladas en torno a dos bloques: • Taller de Fotografía: Impartido por Juan Carlos Quindós. • Rally Fotográfico de Patrimonio Industrial. Un año mas agradecemos el apoyo recibido del Espacio Joven del Ayuntamiento de Valladolid.

3. Hacia la creación de una red de turismo industrial Bajo este título, TURESPAÑA en colaboración con la Cámara de Toledo, la Diputación de A Coruña y la Xarxa de Turisme Industrial de Catalunya XATIC (Red de Turismo Industrial de Cataluña), organizaron el pasado mes de febrero una jornada de debate en Talavera de la Reina en la que se planteó la creación de una red de ámbito estatal de turismo industrial, integrada por aquellas iniciativas de las distintas CCAA que intervengan en la oferta de turismo industrial de un territorio, de forma agrupada y estructurada. Con esta iniciativa se busca la creación de una red que permita la aparición de sinergias, coordinar esfuerzos, compartir recursos e impulsar proyectos conjuntos que contribuyan al posicionamiento de ese segmento turístico cultural emergente que es el turismo industrial. A dicho encuentro se convoca también a personas e instituciones que, de una manera u otra, también intervienen en determinados aspectos del turismo industrial y cuya aportación de criterio y experiencia puede ser de sumo interés para el proyecto. Llámpara fue invitada a dicha jornada, a la que asistió y donde se integró en el grupo de trabajo que actualmente está desarrollando dicha iniciativa.

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4. Participacion en el inventario del patrimonio industrial de la provincia de León Algunos miembros de Llámpara han participado en el Inventario del Patrimonio Histórico Industrial de la provincia de León. Esta iniciativa es diseñada e impulsada y financiada por la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Castilla y León en el marco del Plan PAHIS 2004-2012.

5. Sierra de Bejar con Ojanco El 11 de Diciembre, en coordinación con el Club de Montaña Ojanco, Llámpara propuso combinar la montaña y el Patrimonio Industrial. De este modo organizó la subida a la peña de Francia desde la Alberca, paraje situado en la Sierra de Francia, junto a Béjar. Durante la subida observamos numerosos vestigios de la actividad extractiva de Wolframio que proliferó en la zona durante los años 40 y que hizo de esta área una de las más prósperas de todo el territorio. Por la tarde visitamos la Ruta de Fábricas Textiles en Béjar, núcleo clave del Patrimonio Industrial castellanoleonés. Más información: http://clubojanco.blogspot.com/

6. Presentacion de la revista Llámpara en Sabero El pasado 16 de octubre se presentó el tercer número de la Revista Llámpara en el marco de las “I Jornada de expertos en Patrimonio Industrial: presente y perspectivas de futuro”, organizada por Fundación Hullera Vasco-Leonesa y el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, celebradas en la localidades leonesas de la Robla y Sabero. Desde este foro queremos agradecer a los organizadores tanto la invitación como la buena acogida de la publicación, y felicitarles por el éxito de la Jornada.

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7. ARPA 2010 Llámpara participo el dia 11 de Noviembre en la VII Bienal de Arte y Patrimonio ARPA en la programación de Arpa Iniciativas a traves de una charla sobre sensibilización y difusión del Patrimonio Industrial entre los jóvenes.

8. Presentacion de la revista 3 en el Museo Etnográfico El Museo Etnográfico de Castilla y León acogió el 27 de Octubre un doble acto relacionado con el Patrimonio Industrial en Castilla y León: por un lado la presentación del tercer número de la revista Llámpara, y por otro la charla titulada ‘La arquitectura industrial zamorana, un patrimonio en peligro de extinción’ a cargo del investigador zamorano Rafael Ángel García Lozano

9. Foro Juventud en Valladolid El dia 30 de Noviembre Llámpara participo en el I Foro de Asociacionismo celebrado en Valladolid y organizado por la Concejalía de Juventud del Ayuntamiento de Valladolid y por el Consejo de la Juventud, celebrado en el Centro Regional de Participación Juvenil “el Callejón”. Mediante una mesa redonda con representantes de varias asociaciones, se debatió sobre la situación actual del asociacionismo juvenil en Valladolid. Entre otras conclusiones cabe destacar la percepción generalizada de la dificultad de vincular a nuevos jóvenes en las estructuras organizativas de las asociaciones, para lo cual Llámpara cuenta con su sección juvenil dentro de la propia Asociación Cultural. Desde aquí dar las gracias por la invitación y la enhorabuena a esta iniciativa que esperemos tenga continuidad los próximos años e invitar a los organizadores a abrir nuevas líneas de trabajo en estos encuentros, de cara a que surjan nuevos contactos reales entre asociaciones que permitan llevar a cabo iniciativas y acciones conjuntas.

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RESTOS DE CATÁLOGO


Restos de catálogo. II Semana del Patrimonio Industrial Activo Estas jornadas surgen tras la buena acogida que tuvieron el año pasado. Como en otras ediciones el centro de operaciones fue el Espacio Joven de Valladolid (Antiguo Matadero) y se centraron en dos actividades relacionadas con el Patrimonio Industrial en su vertiente mas estética: Taller de fotografía y Rally fotográfico. Para comprender los objetivos de estos eventos tenemos que centrarnos en las palabras Patrimonio industrial y activo. El II Taller de Fotografía de Patrimonio Industrial estuvo impartido por el fotógrafo especializado en arquitectura y espacios urbanos Juan Carlos Quindós de la Fuente, quien realizó un recorrido visual desde los grandes fotógrafos, que han utilizado el Patrimonio Industrial como medio de expresión artística, hasta su propia experiencia como fotógrafo, compartiendo trucos y miradas con los oyentes. Durante este taller surgieron interesantes reflexiones sobre las miradas que algunos artistas realizaban a edificios industriales tanto como protagonistas o como parte de un contexto. La semana termi-

II Taller de Fotografía de Patrimonio Industrial. / ARCHIVO ESPACIO JOVEN VALLADOLID

nó con un Rally fotográfico denominado Restos de Catálogo, que tuvo como objetivo el pasar una jornada fotografiando detalles del Patrimonio Industrial de Valladolid. Es decir, provocar una mirada activa sobre el patrimonio Industrial, un paseo por los restos industriales de la Ciudad de Valladolid y que a la vez fuese un concurso de fotografía. Agradecemos desde la Asociación Llámpara Patrimonio Industrial, la participación

de casi un centenar de personas en esta semana del Patrimonio activo así como el apoyo, difusión y colaboración del Espacio Joven del Ayuntamiento de Valladolid. Mostramos a continuación una selección de imágenes realizadas por Juan Carlos Quindós durante el Rally Fotográfico para después mostrar una selección de las fotografías realizadas por los participantes a dicho Rally. n

“ Durante este taller surgieron interesantes reflexiones sobre las miradas que algunos artistas realizaban a edificios industriales tanto como protagonistas o como parte de un contexto.” Imagen realizada durante el II Rally Fotográfico. / JUAN CARLOS QUINDÓS DE LA FUENTE

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Imagen realizada durante el II Rally Fotogrรกfico. / JUAN CARLOS QUINDร S DE LA FUENTE


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Imagen realizada durante el II Rally Fotográfico. / JUAN CARLOS QUINDÓS DE LA FUENTE


Imagenes realizadas durante el II Rally Fotogrรกfico. / JUAN CARLOS QUINDร S DE LA FUENTE

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Imagen realizada durante el II Rally Fotográfico. / JUAN CARLOS QUINDÓS DE LA FUENTE


¿Un Rally Fotográfico?

S

i en un Rally de lo que se trata es de llegar de un punto a otro sin importar mucho desde dónde, hasta dónde, y sobre todo por dónde con tal de hacerlo en el menor tiempo posible, en Fotografía por término general tratamos de hacer lo opuesto (en el mejor de los casos) y en la medida en que demos importancia a estos términos estaremos enriqueciendo nuestro discurso: El “desde dónde” vendría a ser nosotros mismos, mejor dicho, nuestra mirada particular, cocinada de forma lenta y contínua por cuantos estímulos nos rodeen, y haciendo que éstos trabajen a favor o en contra nuestro, de forma que a veces derrotas y renuncias pueden suponer fructíferos puntos de partida, eso sí, más lejanos. El “por dónde” tendría que ver con el modo, el cómo hacemos la mediación entre el objeto capturado y el ojo que escrutina con la ayuda de la cámara y de la técnica, en una disciplina en la que muchas veces también es necesario pisar el freno consumista y volver al origen de un viaje donde ya no vemos los paisajes que se derraman alrededor porque estamos demasiado metidos en nuestros “objetivos”. El “hacia dónde” sería la obra fotográfica en sí, entendida como proyecto a largo plazo. Paradójicamente es el objetivo que siempre se olvida, o al menos se posterga, ya que pensar incomoda más que mover piedras. Este camino en verdad que pocas veces llega a buen término (a veces ni siquiera lo pretende) y sólo el tiempo puede decantar de entre tanta fotografía “industrial” algo de aquella “patrimonial” por la que este viaje ya mereció sus alforjas. Juan Carlos Quindós de la Fuente. Juan Carlos Quindós durante en Rally. / CÉSAR MARTÍN PATRIMONIO INDUSTRIAL | 109


Primer Premio. II Rally Fotográfico sobre Patrimonio Industrial. / BEGOÑA RODRÍGUEZ FERRERAS.

Segundo Premio. II Rally Fotográfico sobre Patrimonio Industrial. / JOSÉ MARÍA MARCHENA

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Selección II Rally Fotográfico. / SAMUEL CAUMONT.

Selección II Rally Fotográfico. / AGUSTÍN HERNÁNDEZ

Selección II Rally Fotográfico. / SERGIO DE LA TORRE

Selección II Rally Fotográfico. / MARÍA TERESA FERNÁNDEZ LÓPEZ

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Selección II Rally Fotográfico. / ARTURO VALDEZATE ÁLVAREZ

Selección II Rally Fotográfico. / CARLOS BLANCO MANTECÓN

Selección II Rally Fotográfico. / ADRIÁN DE LA IGLESIA

Selección II Rally Fotográfico. / ÓSCAR CARDEÑOSA PÉREZ

Selección II Rally Fotográfico. / JUAN IGNACIO SÁNCHEZ 112 | LLÁMPARA




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