La producción literaria española de la Edad Media tiene una fuerte impronta jurídica, como, en general, la tiene toda la literatura europea. Los profesionales del derecho tenían unos hábitos que, metodológica y socialmente, están muy vinculados a la invención literaria. No será extraño que algunos de los más geniales escritores, como Juan Ruiz o Fernando de Rojas, hayan sido juristas y, además, juristas salmantinos o relacionados con el Estudio de Salamanca. Después de revisar brevemente algunas de las facetas de estos escritores individuales o apuntar detalles sobre la proliferación de algunos temas en el ámbito de los nuevos escritores del prehumanismo castellano, se concreta la atención sobre Enrique de Villena, cuya preocupación "política" y jurídica es una de las marcas esenciales de su programa renovador de studia humanitatis y, sobre todo, de afirmación de la identidad social del nuevo intelectual.
Monográfico sobre Salamanca y los juristas.