Francisco de Solís Quiñones y Montenegro es uno de los personajes con luz propia dentro del panorama salmantino en general y universitario en particular. Insigne médico, este salmantino que en su infancia se vio pobre y abandonado en Salamanca, llegó a ser nombrado obispo de Bagnorea, secretario y médico particular del papa Paulo III. En su madurez, resolvió entregar sus bienes para la fundación del Colegio Menor de la Concepción de Huérfanos de la Universidad de Salamanca, primer colegio universitario que se crea para amparar a niños pobres y huérfanos.
Autor
Martín Sánchez, Miguel Ángel , Artículo,
Editorial
Diputación de Salamanca
Lugar de publicación
Salamanca
Revista en la que se publica
Revista de Estudios
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