Se elabora un catálogo de especies de flora y fauna de la dehesa salmantina (bienes fácilmente perceptibles) bajo el denominador común de producción social y se cualifica cada especie según su abundancia relativa y las consecuencias de las prácticas culturales (intervención humana). Dicha producción no es considerada de forma directa en los circuitos comerciales derivados de la gestión antrópica de la dehesa, pero se trata de elementos integrados en el paisaje, que únicamente pueden disfrutarse allí donde se hallan localizados. La revalorización de estos sistemas de uso múltiple, a través de considerar la totalidad de sus utilidades comerciales y ambientales, llevará a considerarlos como una unidad ambiental y, tal vez más importante desde el punto de vista científico, a analizar su estado de eficiencia en función de la demanda de la calidad recreativa. En la situación actual, las limitaciones del mercado para alcanzar remuneraciones adecuadas derivadas de los recursos comerciales de la dehesa, podrán superarse con intervención pública orientada a prácticas agronómicas capitalizadoras del medio natural, como complemento de la intervención sobre bienes comerciales.